10 años del cambio de 2009: ¿qué queda del Gobierno de Patxi López?

La efeméride ha pasado inadvertida en la agenda política vasca. Sólo la secretaria general del PSE-EE, Idoia Mendia, hizo mención a ello el miércoles durante el mitin en Vitoria del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Se han cumplido ya diez años de las elecciones autonómicas de 2009 que ganó el PNV pero que permitieron un primer lehendakari socialista en Euskadi, Patxi López, merced a un acuerdo constitucionalista entre su partido y el PP de Antonio Basagoiti, segunda y tercera fuerza política en aquellos comicios.

Para entender aquellos movimientos tan extraños vistos con las gafas actuales hay que ubicar la política vasca en el contexto de bloques de aquella época. ETA seguía matando, Euskadi continuaba debatiendo el plan soberanista de Juan José Ibarretxe, que en 2008 vio bloqueada por el Tribunal Constitucional una consulta popular, y en las urnas no había papeletas de los herederos de la antigua Batasuna por las ilegalizaciones derivadas de la Ley de Partidos a quienes no condenaban el terrorismo. Ibarretxe polarizó mucho voto, tantos como un 38%, pero sus socios del tripartito, EA y la extinta EB de Javier Madrazo, un sucedáneo de IU, se hundieron en las urnas. En el otro lado, el PSE-EE -que celebraba sus mítines con el 'Working on a dream' de Bruce Springsteen a todo volumen- creció hasta el 30% y, con los escaños del PP, sumó mayoría absoluta en el Parlamento. En un inicio también se alió con ellos el único representante de UPyD, Gorka Maneiro.

Tras varias semanas de negociaciones, López juró ante el árbol de Gernika en mayo. Se inició una política de “tolerancia cero” contra ETA y su entorno que fue recibida por la banda terrorista con una amenaza general a todo el nuevo Ejecutivo. En junio, fue asesinado el policía nacional Eduardo Puelles, el último atentado en Euskadi. Precisamente en el aniversario de ese crimen en 2010 los terroristas planearon asesinar con un fusil de precisión al presidente vasco.

“Hace justo ahora diez años, los vascos y vascas también nos dieron a los

socialistas una oportunidad. Nos dieron la fuerza suficiente para que nos

pusiéramos al frente del país. Nos la dieron, y no la desaprovechamos. Con todo

en contra, sabiendo de antemano que tendríamos una oposición feroz, con una

amenaza incluso expresa de ETA… Y nos atrevimos“, recordó Mendia en el mitin con Sánchez.

Sosteniendo a la “oposición feroz”, criticando al socio

Esa “oposición feroz” de la que no dio más detalles la ejerció el PNV, partido al que una década después el PSE-EE sostiene en todas las principales instituciones vascas, Gobierno vasco, diputaciones de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa y ayuntamientos de Vitoria, Bilbao y Donostia. Y hacia el partido que propició la llegada de López a Ajuria Enea son todo reproches. Ni “media broma” con el regreso de la derecha al poder en España, clamó Mendia.

Según la actual jefa de filas de los socialistas vascos, “el lehendakari Patxi López se atrevió a trasladar toda la convicción socialista a Ajuria Enea. Y la agenda cambió. El Gobierno vasco dejó de hablar sobre patrias y empezó a hablar de ciudadanos. Dejó de cavar trincheras y empezó a tender puentes. Acabó con el sectarismo, y acabó con ETA”. Ese cese de la actividad terrorista se produjo en octubre de 2011 y dejó una de las grandes imágenes de aquel mandato: le pilló a López de viaje en Estados Unidos y realizó la primera valoración desde un tren.

¿Qué fue del gabinete de López?

López acabó la legislatura precipitadamente en el verano de 2012. Mariano Rajoy ya era presidente del Gobierno y el PP retiró su apoyo a los socialistas en Euskadi. ¿Qué fue de aquel gabinete? López siguió brevemente como líder de la oposición y del PSE-EE, pero no tardó en dejar las riendas a Idoia Mendia, que era la portavoz de aquel gabinete y lidiaba con los medios de comunicación cada martes tras el Consejo de Gobierno. Sin embargo, ya en 2013 suscribió un primer acuerdo con quienes le consideraron un lehendakari “ilegítimo” para dar estabilidad al PNV y a Iñigo Urkullu. El lehendakari -el tratamiento nunca se pierde- dio el salto al Congreso como diputado. Llegó a presidir la Cámara brevemente entre 2015 y 2016 y aspiró sin éxito a liderar el PSOE. En la actualidad se ha integrado en la estructura de Pedro Sánchez y repetirá como candidato en Bizkaia en las elecciones generales de abril.

La más veterana del Ejecutivo era la consejera de Educación, Isabel Celaá. Sin vicelehendakari en el organigrama, era ella la que asumía la máxima representación institucional durante las ausencias de López. Una década después, ella es precisamente la que más peso político mantiene de aquel grupo como ministra del ramo y portavoz del Gobierno de Sánchez. A sus 70 años, será candidata por Álava con el ánimo de continuar en el equipo del presidente si repite en La Moncloa. Se ganó su confianza cuando, en pleno cisma del PSOE en 2016, le respaldó como presidenta del comité de garantías interno.

Quien era 'número dos' de hecho era, sin embargo, el consejero de Interior, Rodolfo Ares, oficiosamente “coordinador” de aquel Gobierno hasta que lo abandonó antes de las elecciones. Ares, factótum en el socialismo vasco durante décadas, se halla ya completamente apartado de la vida política tras dejar su escaño en 2016. En estos años colaboró también con López en su salto a la política española. Su gestión quedó marcada por la muerte en una carga policial de la Ertzaintza del joven seguidor del Athletic, Íñigo Cabacas.

Arriola, consejero como en 2009

El único que continúa exactamente donde estaba en 2009 es Iñaki Arriola. Consejero de Transportes y Vivienda con López, ahora es el hombre fuerte del PSE-EE en la coalición con el PNV como titular de Vivienda y Medio Ambiente. Dejó la secretaría general en Gipuzkoa pero ahora es presidente de los socialistas vascos.

Rafael Bengoa, tras llegar de la OMS, fue nombrado consejero de Sanidad. Al dejar Euskadi, asesoró a la Administración de Barack Obama en la implantación del conocido como 'Obamacare'. Sonó como ministrable de Sánchez, aunque nunca llegó al cargo. La titular de Empleo y Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta, tras un polémico mandato que incluyó recortes sociales, ha abandonado el partido. En 2019, apoya la candidatura de Jone Goirizelaia (EH Bildu) a la Alcaldía de Bilbao. Los consejeros 'económicos' Carlos Aguirre y Bernabé Unda están alejados de la actividad política y centrados en la empresa privada. Blanca Urgell (Cultura), regresó a la Universidad. Pilar Unzalu (Agricultura) tampoco ha ocupado más cargos de responsabilidad.

En el PNV, Ibarretxe abandonó la primera línea aquel mismo año y paulatinamente se ha alejado del PNV lo mismo que su partido de él. La dupla Iñigo Urkullu-Andoni Ortuzar ha conducido al nacionalismo institucional a la centralidad y el PNV goza de sus mayores cotas de poder en Euskadi y de influencia en España. En cuanto al PP, sus dos cabezas más visibles de aquella época, su líder, Antonio Basagoiti, y la que fuera presidenta del Parlamento, Arantza Quiroga, llevan años apartados. Basagoiti reside en México y Quiroga, que le relevó en la presidencia del partido en Euskadi, salió abruptamente tras un tímido aperturismo a la izquierda abertzale.