A la central nuclear de Lemoiz (Bizkaia) le aguarda una nueva vida. La central, que nunca llegó a funcionar debido a los asesinatos de trabajadores cometidos por ETA, se convertirá en una piscifactoría si prosperan los planes que tiene el Gobierno vasco. El Ejecutivo tiene previsto desarrollar un polo de producción e investigación acuícola, con especies como gambas, langostinos, salmón, rodaballo o lenguado, en los terrenos de las antiguas instalaciones de la central nuclear. Además, en los próximos meses se instalará la primera empresa, de producción de mejillones, en el polígono marino de producción acuícola de Mendexa.
El nombre de Lemoiz evoca varios fantasmas en Euskadi. En 2016 se cumplieron cuatro décadas desde la primera manifestación antinuclear vasca: la marcha en contra de la central de Lemoiz. El movimiento antinuclear reivindicaba la paralización del proyecto eléctrico nacional aprobado durante la dictadura de construir cuatro centrales nucleares en las localidades de Deba (Gipuzkoa), Tudela (Navarra), Ispaster y Lemóniz (Bizkaia). Solo quedó la de Lemoiz, situada a 15 kilómetros de Bilbao, en la zona conocida como la Cala de Basordas. Iberduero (Iberdrola) se hizo cargo de la construcción de la central, que fue iniciada sin el consentimiento legal necesario.
El movimiento antinuclear quedó definitivamente tocado cuando entró en escena ETA y sus asesinatos. Desde 1978, fue la principal protagonista. A partir de entonces, a la gente cada vez le costó más participar en las protestas cuando ETA tomaba tanto protagonismo.
Ahora, un nuevo futuro aguarda a una ruina industrial. Las dos iniciativas propuestas por el Gobierno vasco se enmarcan en el Plan Estratégico de la Acuicultura 2014-2020, que contempla la creación de infraestructuras terrestres y marítimas para facilitar la implantación de proyectos industriales, y de la estrategia RIS3 de especialización inteligente, que destaca la acuicultura como una de las áreas de desarrollo en el ámbito de los nuevos sistemas de producción sostenible de alimentos.
La consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, ha recalcado que el objetivo de estas iniciativas es “tener diferentes proyectos alrededor de la acuicultura que sean sostenibles y que permitan la generación de empresas” y que sirvan para “diversificar la economía y generar riqueza y empleo”.
El proyecto más avanzado es el del polígono marino de producción acuícola Mendexa, que se ubica frente a este municipio, en la franja del litoral vizcaíno entre Lekeitio y Ondarroa, una zona declarada por el Gobierno vasco como de especial interés para cultivos marinos, que cuenta con una superficie total de 556 hectáreas.
En una primera fase, se han balizado 290 hectáreas, de las que 214 se destinarán a producción, lo que supone la posibilidad de instalar en torno a 50 o 60 instalaciones, ha explicado el director de Azti.
Cultivo en mar abierto
La Dirección de Pesca y Acuicultura y el centro tecnológico han trabajado en proyectos de investigación para determinar la viabilidad técnica y económica de producción de moluscos con 'long-lines', un sistema de cultivo de bivalvos en mar abierto, sumergidos a diferentes profundidades. Los estudios han permitido obtener “buenos resultados” para la producción de moluscos como el mejillón y la ostra en condiciones de competitividad “como en otras zonas del Estado o Europa”.
Rogelio Pozo, director general del laboratorio pesquero AZTI (dependiente del Gobierno de Vitoria), ha incidido en que se trata de una zona “con calidad de agua tipo A, libre de depuración, y además las posibilidades de episodios de toxinas marinas son ”esporádicos“, lo que constituye ”ventajas competitivas“ frente a otras zonas de producción.
En el primer semestre del año, la Dirección de Pesca y Acuicultura abrió el plazo para la solicitud de concesiones para la producción en esta zona, a la que se presentaron las empresas Matxitxako Moluskoak, Angulas de Aguinaga y Rinamar (Galicia). Entre las tres empresas, solicitaron la ocupación del 100% del polígono.
La primera empresa que se instalará será Matxitxako Moluskoak, una empresa participada por diversos socios del sector pesquero vasco como Arrankoba, Itsaskorda, Cofradías de Lekeitio y Ondarroa, Federación de Cofradías de Gipuzkoa (OPEGUI) y el propio Azti.
Matxitxako Moluskoak, que tiene previsto producir 1.000 toneladas de mejillón con una instalación de 40 'long-lines', ha presentado ya el proyecto industrial y el diseño de instalaciones, y ha recibido recientemente la concesión de los permisos correspondientes por parte de la Dirección General de Costas.
Según ha explicado el director de Azti, debido a que “viene época de temporales”, la puesta en marcha de su actividad tendrá que esperar a que se produzcan “ventanas de buen tiempo” para realizar la instalación o, si no se dan antes, a los meses de febrero o marzo del próximo año.
Adecuar Lemoiz
El segundo proyecto consiste en la creación de un polo de producción e investigación acuícola que consiga adecuar las antiguas instalaciones de la central nuclear de Lemoiz para su uso en acuicultura. Los terrenos fueron cedidos a Iberdrola para la central , por lo que ahora es preciso recuperarlos. El Gobierno vasco prevé que las obras y permisos necesarios para que el polo esté totalmente operativo para la producción acuícola se prolonguen durante un periodo de entre cuatro y seis años, y que la ocupación del parque a pleno rendimiento sea en aproximadamente nueve años.
“Un ámbito a punto de ruina industrial lo recuperamos y ponemos en marcha una actividad económica diferente, sostenible y con oportunidades de generación de empleo y riqueza muy interesante”, ha subrayado la consejera.
En un estudio realizado por Azti sobre la viabilidad técnica y económica de producción de varias especies --entre ellas gamba, langostino, lenguado, rodaballo, salmón y trucha asalmonada-- con tecnologías de recirculación, se ha comprobado que es “factible” y “viable” la reconversión de las instalaciones para uso acuícola.
En este sentido, el responsable de Azti ha explicado que la infraestructura cuenta con tomas de agua y espacio suficiente para que varias empresas puedan instalarse y producir diferentes especies con demanda alta de mercado. El modelo “más interesante” para el desarrollo del polígono es mixto, combinando la producción de acuicultura con la innovación tecnológica multisectorial.
El polo de producción acuícola Balura se considera “una oportunidad” para atraer y potenciar la innovación e inversión mediante la interacción con redes de I+D+i locales, nacionales y europeas.
Aunque no existen “proyectos concretos” para esta zona, Rogelio Pozo ha avanzado que se han mantenido contactos con potenciales inversores, fundamentalmente de Euskadi, Francia y Noruega, que apuntan a “interés” para desarrollar en el polo futuros proyectos de inversión.
Se estima que la generación de ingresos anuales podría rondar los 40 millones de euros y una generación de empleo que oscila entre los 380 y los 575.