En un comunicado, han asegurado que, desde el inicio de la aplicación del ERTE, la entrada de pedidos ha supuesto una media de 12.500 toneladas al mes, mejorando el dato de los 12 meses anteriores al ERTE, “pedidos que, además, son de un producto con un valor añadido cada vez mayor”.
Además, han indicado que a ello hay que añadir que el precio del petróleo, “una de las causas principales que utilizó Tubos Reunidos en su informe para justificar el ERTE, ha duplicado su precio desde entonces”.
En cuanto a la incidencia y aplicación del ERTE por parte de la empresa, han asegurado que, desde su inicio, no ha superado el 5,5% de las jornadas totales máximas a aplicar, de las que una gran parte lo ha sido por fallos organizativos de la empresa, no por falta de pedidos.
“Este ERTE solo se justifica desde una intencionalidad por parte de la Dirección de aplicar una flexibilidad entre su plantilla que el convenio colectivo no le permite y con ello, intentar corregir errores de planificación y producción que continuamente se vienen dando en la planta de Amurrio”, han agregado.
Asimismo, han asegurado que la empresa ha comunicado que en enero y febrero se producirá con normalidad, por lo que todos estos datos, junto con la cifra de 6.000 horas extras que se han contabilizado en Tubos Reunidos Industrial durante el año 2016, demuestran que, “como la mayoría del comité defendió desde un inicio, el ERTE solicitado por la Dirección de Tubos Reunidos y avalado por el Gobierno vasco no está justificado”. Por todo ello, han exigido a la dirección de Tubos Reunidos que retire el ERTE “impuesto” a la plantilla desde abril.