La Fiscalía ha solicitado a la juez que ha investigado la muerte del joven Íñigo Cabacas en una carga de la Ertzaintza con pelotas de goma el “sobreseimiento provisional” de la causa que mantiene abierta contra los tres mandos intermedios que dieron la orden de disparar esa munición mientras eximía de toda responsabilidad a tres ertzainas imputados que reconocieron haber disparado pero sin que se haya podido probar su autoría. Si no hay autor claro, tampoco cooperadores del autor, argumenta el escrito de calificación del ministerio fiscal.
Según ese documento al que ha tenido acceso eldiarionorte.es, “no consta” en la investigación “ningún registro de armas utilizadas ni de pelotas disparadas” por lo que es imposible concretar qué agente mató a Cabacas. Además de los tres agentes investigados -los únicos que asumieron tras los hechos haber disparado- otros muchos portaron escopetas de pelotas aunque lo negaran, por lo que la juez -y la Fiscalía coincide- entiende que es una duda más que razonable para cerrar esa vía de investigación.
Así, en contraste con lo dictaminado por la juez, “una vez excluida la posibilidad de determinar una autoría directa”, la Fiscalía descarta que pueda haber una responsabilidad “indirecta” en los mandos que dieron las órdenes de actuar. Es “incuestionable” que ordenaron usar pelotas de goma, pero no que esas balas mataran a Cabacas, argumenta el ministerio público.
La juez, en cambio, los ha procesado al interpretar que la intervención se produjo de manera negligente y desprorcionada. El ministerio público, en este sentido, sostiene que “la existencia de una relación de dependencia jerárquica respecto a los autores materiales de un hecho delictivo no determina en sí mismo que el superior ordene, autorice o tenga conocimiento de las actuaciones llevadas a cabo”. La Fiscalía enmienda a la juez Ana Torres cuando concluyó que los mandos ordenaron una intervención desproporcionada y encima en una suerte de ratonera como era el callejón de María Díaz de Haro: opina que “no ha quedado acreditado” que “todas” las cargas fueran desproporcionadas o ilegales y recuerda que los agentes han explicado que primero realizaron salvas, disparos en vacío. “No todos los disparos se produjeron al margen de los protocolos”, insiste el escrito.
La Fiscalía matiza, eso sí, que aunque el caso no pueda ventilarse en la vía penal podría existir “responsabilidad patrimonial” por parte de la Ertzaintza “por el funcionamiento anormal” de un servicio público como es el de seguridad. En este sentido, en opinión del ministerio fiscal las pruebas periciales sí han dejado claro que las gravísimas lesiones que sufrió Cabacas en la cabeza las provocó un esférico de unos 55 milímetros lanzado a gran velocidad, esto es, una pelota de goma.
En estas circunstancias, el futuro del 'caso Cabacas' es una incógnita. Todo apunta a que será la abogada de la familia de la víctima, Jone Goirizelaia, la única que mantenga una acusación contra los mandos intermedios señalados por la juez, Ana Torres. Es la última posibilidad de que algún miembro de la Ertzaintza llegue a juicio, una demanda de los padres de Íñigo.