No habrá ningún acto institucional propiamente dicho que acompañe al desarme de ETA, previsto para este sábado 8 de abril, por lo que el Gobierno vasco de PNV y PSE-EE ha decidido no participar de ninguna manera en los actos sociales y festivos previstos para ese mismo día en la localidad vascofrancesa de Bayona, calificados como “folclore” por la secretaria general socialista, Idoia Mendia. “La posición del Gobierno es que su trabajo habrá concluido antes de las 10.30 horas del 8 de abril”, ha dicho este martes el consejero-portavoz, Josu Erkoreka, preguntado expresamente por la convocatoria de los autodenominados 'artesanos de la paz' para celebrar la entrega de armas, que se espera que se sustancia ante la Justicia de Francia.
Erkoreka ha repetido que “lo realmente importante” es que se produzca el desarme y que además se complete de una manera “legal” -que permita esclarecer los 300 crímenes terroristas pendientes de ser resueltos- y “sin contrapartidas”. “El modo concreto es una cuestión secundaria”, ha afirmado en torno a las celebraciones convocadas en Bayona y que el Ejecutivo autonómico “ni ha convocado ni ha contribuido a organizar”, mientras que la izquierda abertzale sí las ha hecho suyas.
El portavoz vasco ha repetido que el gabinete de Iñigo Urkullu “ha estado desde el principio” en la cocina de la entrega de armas por parte de ETA, más si cabe después de que el lehendakari se implicara personalmente en la fallida escenificación de hace tres años promocionada a través de un vídeo de la BBC. Según Erkoreka, el Gobierno vasco ha hecho “todo lo que estaba al alcance de su mano” y continuará haciéndolo hasta el 8 de abril a las 10.30 horas.
Apelando a la discreción de una operación sensible, Erkoreka no ha ofrecido muchos más detalles, aunque sí ha avanzado que Euskadi “va a hacer sus comprobaciones” para certificar que el desarme “hace referencia a un material que ofrece credibilidad” -que el arsenal tenga “envergadura suficiente” y no sean “dos pistolas”- y que responda también a otros criterios como que no se haga “en pequeñas dosis” o por entregas.
Eso sí, el Gobierno vasco ha advertido de que “no ha habido proceso en el mundo” en el que exista “garantía al 100%” de que la organización terrorista haya entregado todo su armamento. Por ello, Euskadi buscará en las próximas horas, también de la mano de un comité internacional de verificadores encabezado por Ram Manikkalingam, que todo el proceso se cierre con una “mínima credibilidad”.
Entretanto, aunque los detalles se conocen con cuentagotas, los intermediarios de ETA, a través de una 'web' llamada artisansdelapaix.eus, están ya reclamando apoyo tanto en forma de asistencia como de aportaciones económicas para los actos del 8 de abril en Baiona. La organización reclama, asimismo, voluntarios para el montaje y difusión de los distintos eventos. También personal de “seguridad”.