Los pensionistas vascos siguen en la brecha. Como cada lunes desde hace unos meses, han vuelto a concentrarse en las tres capitales vascas y en numerosos municipios de Euskadi con la advertencia de que seguirán “en lucha” para exigir unas pensiones “públicas, dignas y justas”, así como la pensión mínima de 1.080 euros, “gobierne quien gobierne”.
De momento, la próxima semana los pensionistas se manfestarán desde el Consistorio bilbaíno hasta la sede de la Delegación del Gobierno central para que el nuevo Gobienro sepa que siguen en la calle. Víctor Etuya, representante del Movimiento de Pensionistas de Bizkaia, ha recalcado que los pensionistas y jubilados siguen “luchando por unas pensiones públicas, dignas y justas para todos”. “Vamos a seguir presentes en las calles”, ha añadido, “ porque, gobierne quien gobierne, los pensionistas seguimos en lucha, no nos rendimos y seguimos exigiendo aquello por lo que hemos trabajo y cotizado, por una pensión pública y digna para todos”.
Por su parte, Jon Fano, también representante del Movimiento de Pensionistas de Bizkaia, se ha dirigido al nuevo presidente Pedro Sánchez para reclamarle que derogue las reformas que se realizaron “en detrimento de los trabajadores y de los pensionistas”.
“Si en algo tenemos confianza”, ha recalcado, “es en nuestra fuerza y en nuestra movilización, y vamos a seguir en la lucha exigiendo con rotundidad la subida del IPC a todas las pensiones, la pensión mínima de 1.080 euros y la derogación del factor de sostenibilidad”.
Sin cartas de Báñez
Por su parte, Luis Alejos, también del Movimiento de Pensionistas de Bizkaia, se ha alegrado de que los pensionistas ya no van a recibir más cartas de la exministra Fátima Báñez anunciando “miserables” subidas de 0,25 %. “Los pensionistas hemos contribuido a la caída del Gobierno del PP y de Rajoy. Se abre un nuevo periodo”.
“No sabemos qué va a dar de sí este gobierno transitorio, pero se ve una voluntad, por tanto paso la amenaza del 0,25 %”, haindicado, para advertir, no obstante, que los pensionistas y jubilados tienen “otro reto, porque no sabemos si este nuevo Gobierno está en condiciones de asumir 1.080 euros de pensiones mínimas para cerrar la brecha entre las pensiones más bajas y las altas, y, sobre todo, entre mujeres y hombres”.