EA, partido fundado en 1986 como escisión del PNV por quien había sido primer lehendakari en democracia, Carlos Garaikoetxea, vive tiempos convulsos. La formación la lidera desde hace unos meses Eva Blanco, que ganó un proceso judicial impulsado por el sector crítico, que consideró que la anulación de la candidatura alternativa que encabezó Maiorga Ramírez no fue ajustada a derecho. Sin embargo, este grupo que cuenta con el respaldo del propio Garaikoetxea, de otros históricos y de tres de las cinco organizaciones territoriales mantiene la batalla política y judicial. elDiario.es ha abierto la puerta a las dos almas de EA y ha entrevistado a la vez a Blanco y a una portavoz de los críticos, la dirigente alavesa Iratxe López de Abertasturi. Blanco (Amurrio, 1973) es también vicepresidenta del Parlamento. López de Aberasturi (Vitoria, 1974) es concejal en Vitoria. Ambas son cargos por la coalición EH Bildu, que integra a EA con Sortu, Alternatiba (escisión de IU) y otros independientes desde 2011. Aralar formaba parte de EH Bildu pero terminó disolviéndose. Blanco considera que “EH Bildu es Eusko Alkartasuna 100%”. Sus críticos sostienen que en la actualidad “EA no aporta nada como partido a EH Bildu”.
¿Es usted secretaria general de EA de pleno derecho?
Eso es lo que dice la sentencia de julio. Yo así lo siento. Por mucho que esté recurrida, la sentencia ha sido muy clara en ese sentido. Mi nombramiento se hizo bien y el proceso de primarias se hizo bien. Le diré que los que se autodenominan críticos no tienen derecho a acceder a la base de datos porque así lo dice la Ley de Protección de Datos y que, además, las resoluciones de Garantías [órgano controlado por los críticos] que se dieron durante todo ese proceso de primarias fueron contrarias a derecho. Todo eso lo dice la sentencia. Con lo cual, yo me siento absolutamente respaldada. Insisto, por mucho que esté recurrida esa sentencia.
Pero en otro proceso judicial dos dirigentes de la formación, Mariano Álava e Iker Ruiz de Egino, han sido imputados por presunta falsedad documental. ¿Manipularon documentos para ganar ese juicio que mencionaba?
Eso no entra en la cabeza de nadie. Ellos están tranquilos y yo estoy absolutamente convencida de que eso va a quedar en nada. Me parece todo muy triste por varias razones. Primero, creo que este otro proceso es una huida hacia adelante porque la sentencia de julio seguramente no les gustó nada. Están buscando otras vías. Segundo, me da muchísima pena porque todo se cuenta en los medios de comunicación con ligereza, cuando todavía no hay nada en claro. Creo que se va a quedar en nada. Y, tercero, aquí una vez más se demuestra que esa voluntad que dicen una y otra vez que tienen de llegar a acuerdos y de que hay que hablar y dialogar y tal y cual no es así. Porque antes de presentar esa demanda por vía penal, que es algo tremendamente serio, tuvieron opción de cerrar un acto de conciliación y haber hablado las partes antes de llegar a un proceso judicial de nuevo. Y no lo han hecho. Se han saltado ese paso. De diálogo nada. De diálogo nada.
Decía que puede que quede en nada este asunto. ¿Ha habido precedentes de otras acciones judiciales de los críticos que hayan quedado en nada?
Presentaron una querella. Creo que lo anunciaron en septiembre, porque nos enteramos de todo esto por los medios de comunicación. Así de crudo es. Y creo que no se admitió a trámite.
Además de cargos internos de EA, las personas imputadas son cargos públicos de EH Bildu. ¿Dice algo el código ético a este respecto?
Simplemente van a ser investigados. Se les va a tomar declaración y vamos a ver qué es lo que ocurre. Vamos a ser prudentes y vamos a esperar a ver qué es lo que pasa. Hasta que no haya nada firme, no podemos avanzar nada en ese sentido.
¿Cómo se gobierna un partido con tres organizaciones territoriales de cinco manifiestamente en contra, Álava, Navarra y Gipuzkoa?
Se gobierna con muchísima dificultad. Pero le diré algo que les he dicho a ellos en más de una ocasión: quieren ser Gobierno en este partido pero ellos ya forman parte de la dirección de este partido. No son oposición. No me imagino al lehendakari, Iñigo Urkullu, en el Consejo de Gobierno con tres consejeros en contra, justo haciendo todo lo contrario todos los días. No son conscientes, porque utilizan los órganos del Gobierno como oposición.
No, no he pensado nunca en tirar la toalla. Además, hay una sentencia que dice que me avalaron correctamente y me eligieron correctamente
¿Qué significa que el fundador y lehendakari, Carlos Garaikoetxea, y que otros expresidentes estén apoyando de manera decidida a este sector crítico? Firmaron muy recientemente una carta pública en ese sentido.
Pena e incredulidad son las palabras que más le voy a mencionar en toda esta entrevista. Incredulidad porque es bueno que haya diferencia de opiniones, pero todo esto siempre se tiene que tratar dentro de casa y no con cartas en medios de comunicación. Y una de las personas firmantes de esa carta ha sido testigo directo de primera mano de todo lo que ha sido el proceso de EH Bildu y ha ocupado un cargo dentro de EH Bildu. Entonces, a mí me resulta increíble que estén planteando en una misiva algo que saben a ciencia cierta que no se puede hacer. Saben de primera mano que nosotros no podemos empezar o volver a debatir sobre las cuotas de Eusko Alkartasuna o si EH Bildu tiene que ser una coalición. Porque eso está debatido y decidido tanto en Eusko Alkartasuna como en EH Bildu. Y me parece extraño que alguien precisamente que participó de ese proceso diga lo contrario.
Le preguntaba más por el simbolismo de la figura de Carlos Garaikoetxea en EA. No es una figura cualquiera. Que el sector crítico tenga este apoyo es muy significativo.
Es significativo, sí. Tengo un respeto absoluto por la figura del lehendakari Garaikoetxea. También hacia las otras personas que han sido secretarios generales de este partido. El lehendakari Garaikoetxea ha significado mucho en este país. Hay que reconocer lo que ha hecho en este país. Pero yo lo dije en una ocasión: me sorprende y me apena que se posicione porque creo que él debería estar por encima de todo esto. Él precisamente tendría que ser quien proyectase esa unidad y hacer ese intento por unificar el partido y no lo contrario.
Si tres líderes territoriales, Carlos Garaikoetxea y otros exdirigentes de EA apoyan al sector crítico, ¿quién le apoya a usted?
Pues al sector oficial le apoyan otras muchísimas más personas. Lo que pasa es que parece que depende del apellido que tengas o del puesto que hayas tenido o lo que hayas sido en este partido para que valga más. Pero para mí significa lo mismo el apoyo de un afiliado o afiliada de base de cualquier municipio pequeño de este país que cualquier otro. Su voto vale exactamente igual en una asamblea o en un congreso. Lo que pasa es que ellos están utilizando precisamente eso, esa idea de fuerza. ‘Como son estos precisamente los que nos apoyan, parece que tenemos razón’. Bueno, pues yo doy la misma credibilidad y valoro exactamente igual a cualquier afiliado o afiliada que haya en este partido. Así tendría que ser.
Garaikoetxea precisamente tendría que ser quien proyectase unidad y hacer ese intento por unificar el partido y no lo contrario
Le han acusado de ser “machista”, de no dialogar y de imponer sus tesis. ¿Ha pensado en algún momento en tirar la toalla?
Esto no es fácil. Esto no es fácil. Nadie dijo tampoco que iba a serlo. Es cierto que, personalmente, está siendo un año complicado. Todos tenemos familia, compañeros de trabajo, ... Además, yo estoy representando un cargo público en el Parlamento y, bueno, pues esto hace daño y lo saben. Y, en el futuro, cuando vaya a buscar mi espacio laboral fuera de aquí y fuera de la política… Todas las acusaciones que se vierten contra mí son falsas. Cualquiera que me conozca o que haya trabajado conmigo así lo puede corroborar. Pero creo que esto forma parte de su estrategia. Y no, no he pensado nunca en tirar la toalla porque yo, entre otras cosas, acepté estar donde estoy por responsabilidad, porque así me avalaron. Además, hay una sentencia que dice que me avalaron correctamente y me eligieron correctamente. En todo caso, me molesta muchísimo más que eso la imagen que se está dando -o que algunos están dando- de Eusko Alkartasuna en los medios de comunicación. Eso me molesta muchísimo más.
En el fondo del debate está el papel de EA dentro de EH Bildu. ¿Está diluida frente a la izquierda abertzale?
Eso es algo que dicen una y otra vez. Pero, por más que algo se repita mil veces, no va a convertirse en cierto. Eso no es verdad. Me siento plenamente identificada con un proyecto político que empezó en 1986, con un proyecto político firme, basado en los derechos de la justicia social, en la pacificación. Todo eso y mucho más se refleja y se ve tanto en las intervenciones que realiza cualquier portavoz de EH Bildu que no sea de EA como en las iniciativas que hacemos en muchas instituciones. O en el trabajo también que hacemos con agentes sociales en la calle, fuera de las instituciones. Todo eso está presente. Me siento plenamente identificada cuando se habla de muchos temas, de políticas sociales, de la RGI, de los derechos laborales, del sistema educativo o de las mejoras que hay que hacer de Osakidetza. Eso es evidente y se puede ver: la personalidad de Eusko Alkartasuna está ahí dentro.
Los críticos ya han planteado un congreso extraordinario de todo o nada. Es decir, o que EA adquiera más peso dentro de la coalición EH Bildu o que, como Aralar, desaparezca.
Parece que no hay término medio. Sí, es lo que plantean. La verdad es que ese planteamiento me aterra. Es curioso, porque precisamente según los estatutos, también en el 2021 tenemos que hacer un congreso ordinario. Han decidido adelantarlo. Tienen toda la legitimidad y se está tramitando. Otra cosa es que valoremos la conveniencia o no de hacer ahora un congreso extraordinario con todo lo que supone. No solamente porque hay otro congreso ordinario, sino porque no sé si ahora es el momento más adecuado, cuando nadie se puede mover de su municipio.
¿Pero EA corre el riesgo de acabar como Aralar?
En ningún momento. Mientras yo esté aquí y mientras la dirección actual continúe, la disolución no se plantea. Además, no se ha planteado nunca. Es otro de los argumentos que utilizan a modo de gota malaya. A ver si cala. Pero no es cierto. Es algo que sale de sus bocas, no de las nuestras. Y tiene que haber un término medio entre una cosa y otra. Esto no puede ser un ‘o lo que yo digo o nos disolvemos’. Tiene que haber un término medio. Tiene que haber un acuerdo.
¿Hay riesgo de escisión?
Pues no lo sé. Por desgracia, estamos acostumbrados ya a unas cuantas situaciones como éstas. No voy a comparar unas con otras, pero esto, por desgracia, ya lo hemos vivido dentro del partido en más de una ocasión. Desde luego, lo que yo pienso es que si estamos para sumar, si estamos para avanzar, si estamos para proponer, todo el mundo tiene que ser bienvenido en este partido. Me resulta poco creíble cuando se dice que se quiere tanto a un partido y luego resulta que parece que se hace todo lo contrario o se actúa por lo menos de manera contraria a lo que harías si lo quisieras de verdad. Lo vuelvo a decir: me da mucha pena. Cualquiera que venga a sumar, a crecer y a aportar en positivo, pues bienvenido sea. Ése es el espíritu que tenemos. Tenemos muchos más puntos en común de los que nos separan.
Usted forma parte de la mesa política de EH Bildu con el resto de partidos e independientes. ¿Hay alguno que esté cansado de EA por los problemas que están sucediéndose?
La verdad es que no se ha verbalizado y todas las personas que conforman EH Bildu están siendo absolutamente respetuosas con lo que está ocurriendo en este partido. Respetan todas nuestras desavenencias internas que podamos tener. Pero no sería de extrañar que se cansaran. Esto, desde luego, no fortalece el proyecto político.
¿Hay alguien que se esté afiliando a EA en estos momentos?
No estoy al día en lo que respecta a afiliaciones y bajas, la verdad. Además, creo que el tema de las afiliaciones no es que esté teniendo mucho éxito en ninguna organización, ni en formaciones sindicales ni en partidos políticos. Pero, desde luego, si ahora mismo quisiera afiliarme a un partido, lo primero que me pensaría seguramente es si su proyecto me atrae. Y, hombre, con todo lo que tenemos que aportar como Eusko Alkartasuna que se esté dando a conocer solamente lo que se está dando a conocer... Eso no es atractivo para nadie. Me pongo en el lugar de una persona nueva que se quiera afiliar a un partido y esto es todo menos atractivo.
¿Cuánto hay de EA en el cambio de estrategia en EH Bildu, que ahora pacta presupuestos con el Gobierno de España?
Mucho. Me siento plenamente identificada. Hablamos una y otra vez de los derechos laborales o de iniciativas y acuerdos que sirvan para mejorar la vida de la gente. Y eso es Eusko Alkartasuna 100%. Eso es Eusko Alkartasuna 100%. Y el que lo niegue es porque no lo quiere ver. Me siento absolutamente identificada.
Con todo lo que tenemos que aportar como EA que se esté dando a conocer solamente lo que se está dando a conocer... Me pongo en el lugar de una persona nueva que se quiera afiliar a un partido y esto es todo menos atractivo.
Hay mucha gente en España -y este debate se está dando en estas semanas- que asocia a EH Bildu con la antigua izquierda abertzale que daba cobertura al terrorismo. ¿Qué les diría desde un partido que ha condenado siempre a ETA?
Que viven estancados en otra época. No conocen lo que hace EH Bildu. Desconocen la clave en la que está este país hoy en día. Es una estrategia política. Son argumentos de la derecha o de la ultraderecha y seguramente son los únicos que tienen ahora mismo. Todo parece que es ETA en el Congreso y nosotros estábamos hablando de hacer política, de que mejoren las condiciones de vida de la gente. Ni conocen EH Bildu ni conocen la realidad de ni social ni política de este país.