Así ha evolucionado la criminalidad en el primer año de la pandemia: menos delitos en general pero más estafas por Internet
En el año de inicio de la pandemia, con diez de los doce meses marcados por las restricciones de movilidad, ocio y de todo tipo motivadas por la COVID-19, la delincuencia cayó de manera ostensible en Euskadi. La tasa de criminalidad por cada 1.000 habitantes bajó de 55,03 ilícitos a 45,05, un 18% menos que es incluso el 20% en algunos puntos como Bizkaia. Según los datos de la Ertzaintza y de las Policías Locales -hay otros bancos de datos, como la memoria de la Fiscalía, que llegará en verano-, las infracciones penales pasaron de 121.485 a 100.041, aunque la caída es prácticamente imperceptible en delitos graves como la violencia de género (de 5.153 casos a 2.058) y se produjo una subida de homicidios (de 11 a 13).
Por el contrario, algunos delitos asociados o con las medidas especiales motivadas por la pandemia o con el confinamiento domiciliario general que se vivió durante la pasada primavera han tenido un comportamiento contrario. Los delitos informáticos, por ejemplo, han subido un 18%, de 14.311 a 16.935. La subida se nota, en particular, en el caso de las estafas en Internet, aunque también se disparan un 34% las amenazas y coacciones. Hay otros tipos “asociables” a la pandemia como la “resistencia o desobediencia a la autoridad” o los “desórdenes públicos” que han subido un 92%, de 754 casos a 1.453. No obstante, la mayoría de infracciones a las medidas sanitarias son ilícitos administrativos y no penales y no se recogen en estas estadísticas. También han subido los delitos de odio, con 241 investigaciones en 2020 por 105 de 2019.
En 2020, los cuerpos de Policía vascos arrestaron a 6.051 personas y el 89% eran varones. Del total de detenidos, 858 eran alaveses, 1.725 guipuzcoanos y 2.369 vizcaínos. De nuevo en los delitos informáticos el volumen de implicados se dispara, con una subida del 46%. En cuanto a los municipios, el pequeño pueblo de Gaztelu (Gipuzkoa, 154 habitantes) es el que presenta una tasa más alta (175,32 delitos por cada 1.000 habitantes). Le sigue Sukarrieta (Bizkaia, 357 vecinos) con 169,18 y, en Álava, la criminalidad mayor en proporción se da en Arrazua-Ubarrundia (982 habitantes) con 77,24. En el lado contrario, aparecen como 'seguros' Oñati entre los municipios de mayor tamaño (tasa de 9,13) y Zalduondo en Álava (185 habitantes) con 5,41. Las capitales tienen una tasa de 30,42 en el caso de Vitoria, de 47,45 en el de Bilbao y de 31,19 en el caso de Donostia, respectivamente.
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