La flota de autobuses de la empresa Avanza en Gipuzkoa -la antigua Pesa- que une Donostia con Bilbao, Vitoria y aeropuerto de Loiu, además de dar servicio al alto Deba, está en una situación “lamentable” y “pone en riesgo la seguridad de los usuarios y de los trabajadores”. Es la denuncia del comité de empresa, que asegura que los autobuses de esta empresa, que es concesionaria del servicio Lurraldebus, el transporte público interurbano de la Diputación de Gipuzkoa, son “viejos” con “ruedas en mal estado” y “sin el suficiente mantenimiento de sus motores” como para evitar lo que está pasando de forma evidente en las últimas semanas: averías en plena carretera que obligan al transbordo de los viajeros.
Los últimos episodios han sido especialmente graves: el martes la Ertzaintza inmovilizó uno de los autobuses por tener los discos de frenos rotos y el lunes reventó la rueda de uno de los vehículos que hacía la ruta Donostia-Bilbao, afortunadamente sin más consecuencias que el trastorno a los viajeros. Estos episodios han sido los más graves, pero no han sido los únicos. Este mismo miércoles una grúa tenía que sacar uno de los autobuses de Termibus, en Bilbao, al averiarse cuando intentaba subir por la rampa de salida. Son fallos del motor que se han repetido en otros vehículos en días pasados, en “un goteo constante”, según los trabajadores, que pone en “peligro la seguridad”.
La Diputación de Gipuzkoa, de la que depende el servicio, ha considerado “intolerables y preocupantes” estas incidencias, y ha anunciado que tras culminar la inspección de los autobuses que está realizando “tomará las medidas necesarias aplicando la contundencia que la situación exija”. Asegura que desde el pasado verano ha impuesto a la empresa 20.000 euros de multa por un total de 21 expedientes por denuncias de los usuarios sobre deficiencias, como carecer de rampas para hacer accesibles los autobuses o fallos en los aires acondicionados. Eso sí, lo ha hecho sin considerar hasta ahora que supusiera un peligro para usuarios o trabajadores, a la espera de las conclusiones que extraiga del final de la inspección.
Mientras tanto, la empresa niega a la mayor y atribuye incluso el aumento de las averías a que “con las bonificaciones al transporte han aumentado el número de pasajeros y se aumenta el número de kilómetros que realiza cada autobús”. Fuentes de la compañía asegura que no hay “ningún riesgo en la seguridad” y que “en ningún caso un autobús sale a rodar si tiene una incidencia detectada tanto por los mecánicos como por los propios conductores que afecte a la seguridad”. Aseguran que accidentes como el reventón en la rueda del pasado lunes han sido incidencias “fortuitas”, porque la rueda que reventó “era nueva”. En cuanto al autobús inmovilizado por el disco de frenos en mal estado, afirman que “la última revisión la pasó en febrero hace apenas 3 meses sin incidencias en los discos”. “Los conductores, en sus partes de incidencias de estos tres meses, no habían indicado nada. Si hubiera sido detectada, habría sido cambiado inmediatamente”, afirman. “Tras tres semanas de inspecciones a toda la flota tanto por la Ertzaintza como por la Diputación, este es el primer autobús que se detiene por un tema de seguridad”, puntualizan.
Reconocen que la flota es ya antigua y que “un 30% de los autobuses están en su último año de vida, 12 años, a partir del cual la concesión obliga renovarlos”. En este sentido aseguran que se “ha acelerado el proceso de compra y sustitución por flota nueva ya, y que habrá 6 autobuses nuevos en mayo, -que aunque ha finalizado el mes no han entrado en funcionamiento porque están por matricular, afirman- 7 en septiembre, 1 en noviembre y 8 en marzo 2024. ”Lo que supone un 31% de flota renovada en apenas 10 meses“, dicen.
Y justifican los posibles errores en el mantenimiento en que “en 2022 varios meses hubo un absentismo en el taller de más del 60%, hecho que se ha reconducido con la duplicación del número de mecánicos destinados a Lurraldebus, que han pasado de 7 a 14, además de derivar autobuses a otros talleres como Irizar o Volvo. Aunque tanto la renovación de la flota como el aumento de la plantilla se ha anunciado después del requerimiento realizado por la Inspección de Trabajo y de la Diputación de Gipuzkoa.
Las denuncias por parte de los trabajadores respecto a la falta de mantenimiento de los automóviles se llevan realizando desde 2018, según el comité, sin conseguir que se atendieran sus reivindicaciones, en lo últimos meses han incrementado la presión de los sindicatos sobre la empresa, “porque cada vez los autobuses están peor”, señala el presidente del comité, José Manuel López, del sindicato ELA, aunque en esta denuncia está unidos todos los sindicatos con representación: ELA, UGT, LAB y Aurrera.
La falta de soluciones por parte de la empresa les llevó a realizar una huelga de tres días, el 26, 27 y 29 de mayo con la única reivindicación que se solventaran los fallos en el mantenimiento de los vehículos y que se renueve la flota. “No pedimos nada que tenga que ver con nuestro sueldo o con nuestras condiciones”, asegura López. “Solo en lo que respecta a nuestra seguridad”. La empresa sin embargo, recuerda que están negociando un nuevo convenio y “las propuestas sindicales han sido de subidas salariales de más de un 35% cuando ya actualmente se encuentran con salarios por encima del 50% del convenio provincial”.
El anuncio de la Diputación de que actuará “con contundencia”, en función del resultado de la inspección puede dar un nuevo giro a este conflicto que mantienen empresa y trabajadores. Tras las denuncias de los sindicatos, y después de se reunieran con el comité el 11 de mayo, la diputación ha puesto en marcha estos días una inspección para neumáticos, rampas, carrocería, espejos y demás elementos esenciales del total de la flota de Avanza adscrita a Lurraldebus, que asciende a 70 autobuses, una vez completada esta revisión analizará la parte mecánica de los 70 vehículos. “Una vez completado el informe en su totalidad, se tomarán todas las medidas necesarias para con la concesión, y con toda la contundencia que la situación requiera”, anuncian, sin querer valorar si puede suponer una cancelación de la concesión a esta empresa, que está prevista hasta 2025.
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