El Gobierno de Urkullu exhibe su mayoría y tumba las enmiendas de totalidad de la oposición a los presupuestos
Nunca en la legislatura el Ejecutivo había recibido cinco peticiones de devolución de las cuentas y la oposición de izquierdas señala las carencias de Osakidetza y de los servicios públicos y la de derechas el gasto superfluo
El Gobierno de Iñigo Urkullu ha logrado este martes superar otro trámite para la aprobación de los presupuestos de 2024, los últimos de su tercer y último mandato y que superan por vez primera los 15.000 millones de euros. En un pleno en el Parlamento Vasco marcado por la renovación de las listas del PNV, que dejan fuera a todos los consejeros actuales salvo a Nerea Melgosa, y por la designación como candidato de EH Bildu de Pello Otxandiano, todo ello muy reciente en la Euskadi política, la mayoría absoluta del Ejecutivo ha logrado tumbar las enmiendas de totalidad. En esta ocasión han sido presentadas por los cinco grupos de la oposición, EH Bildu, Elkarrekin Podemos-IU, PP, Ciudadanos y Vox, algo que nunca había ocurrido en toda la legislatura y lo que ha implicado que la sesión se haya prolongado seis horas.
“Si podemos hoy presentar y defender un proyecto de presupuestos ambicioso es precisamente por que Euskadi ha sabido y sabe responder a los diferentes embates que han sufrido las principales economías europeas y el resto del mundo recientemente. La economía mundial se encuentra en aguas agitadas desde hace bastante tiempo, sufriendo un 'shock' después de otro. El episodio más reciente de naturaleza geopolítica ha sido el recrudecimiento del conflicto entre Israel y Hamás en la franja de Gaza, que se ha traducido no ya solo en una crisis humanitaria −que por supuesto lo es− sino en una crisis de la humanidad”, ha apuntado desde la tribuna el hombre de los números de Urkullu, el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu. Y ha añadido: “Me han escuchado en reiteradas ocasiones decir que este presupuesto pivota sobre cuatro pilares: personas, planeta, prosperidad y autogobierno. 15.025,4 millones de euros, que suponen un incremento del presupuesto total de 774,7 millones, es decir, un 5,4 % más que el año anterior, son una apuesta firme por garantizar y mejorar la calidad de vida en Euskadi”.
A partir de ahí, han empezado los dardos desde la oposición. Nuevamente EH Bildu se ha mostrado muy centrada en la crítica de la gestión de la Sanidad pública, su gran bandera política. “Qué decir de Osakidetza. Este presupuesto se ha hecho en su cuarenta aniversario, en medio de una decadencia indisimulable”, ha destacado Nerea Kortajarena (EH Bildu), que ha recordado que la proporción de subida de Salud es menor que la subida general del gasto. “Antes de bajar a este atril, acabo de ver un 'tuit' que hablaba del colapso que se está dando en el hospital de Txagorritxu. 12 horas [de espera en Urgencias]. Los seguros médicos privados desde que Urkullu asumió la Lehendakaritza han aumentado un 67% hasta el 2021 según el Eustat. Y si se vive pegado a la realidad, se sabe que estos dos últimos años el repunte ha sido significativo como consecuencia de la situación a la que nos han llevado con Osakidetza”, ha añadido la jefa de la oposición y portavoz de EH Bildu.
En la coalición Elkarrekin Podemos-IU ambos partidos han intervenido separadamente, como es costumbre en los grandes debates. Por parte de Podemos, Miren Gorrotxategi ha incidido en que las cuentas “fortalecen un modelo de colaboración público-privada, un eufemismo para hablar de privatización”. Como ejemplo, ha apuntado que se mantiene el “dinero para mantener plazas privadas que no hacen falta” en Educación. Jon Hernández, de IU, ha alertado de que el Gobierno de Urkullu busca “comprometer” el inicio de la próxima legislatura al dejar aprobados unos números “que no garantizan ni la igualdad ni la cohesión social”. “Son unos presupuestos que siguen mimando las necesidades de la patronal y dando la espalda a la clase trabajadora”, ha recalcado.
En el flanco derecho del hemiciclo -aunque físicamente están sentados en el centro, por parte del PP, el ya expresidente Carlos Iturgaiz, ha iniciado su intervención diciendo que el presupuesto “lo presenta un Gobierno que no lo va ejecutar”. “A este Gobierno, en el mejor de los casos -o en el peor, según cómo se mire- le quedan pocos meses de actuación”, ha ironizado. Y ha añadido: “Mientras las familias vascas y muchas empresas lo pasan mal, no faltan recursos para pseudoembajadas, ikastolas en Francia o para una ETB sobredimensionada y sectaria”. Desde Ciudadanos, José Manuel Gil, que igualmente no continuará, ha considerado que los presupuestos “reinciden” en gastos superfluos en asesores o gabinetes. “El mito de la buena gestión del PNV se ha terminado de desmoronar por completo”, ha afirmado para añadir que se constata el “fin de un ciclo”, con “un lehendakari apartado por su propio partido”. Y, desde la bancada de Vox, Amaia Martínez Grisaleña ha señalado que “los ingresos presupuestarios están sustentados sobre los pilares del sufrimiento y el castigo a los vascos”.
PNV y PSE-EE han dado la réplica a las argumentaciones de la oposición. Con EH Bildu, ha tomado la palabra el propio portavoz nacionalista, Joseba Egibar, y luego ha delegado en Alaitz Zabala. Egibar, quien no continuará la próxima legislatura, ha pedido a la coalición abertzale que no repita que el Ejecutivo de Urkullu está “en funciones”. “Para empezar, es una falta de respeto. Este Gobierno no está en funciones. [...] Tengo en Navarra, en la Ribera, un amigo que dice 'ya sois cansos'”, ha lanzado Egibar. “Para falta de respeto la de su amigo el de la Ribera”, ha replicado Kortajarena al hilo del comentario.
Por parte socialista, ha sido siempre Susana Corcuera la encargada de intervenir. “Este Gobierno ha gestionado con autoexigencia, con rigor, con prudencia, con responsabilidad y realismo, año tras año, unas cuentas que han pretendido atender lo urgente; sin olvidar lo importante, y preparando a Euskadi y a la sociedad vasca para las transformaciones y los cambios que tenemos que afrontar; sin resignación, y con la determinación política de que al acabar la legislatura dejaremos una Euskadi mejor que la que nos encontramos en 2020 tras todo lo que hemos vivido. Una Euskadi preparada, además, para avanzar más aún en la siguiente legislatura”, ha señalado en un momento de sus muchas intervenciones.
Los presupuestos enfilan ahora la recta final de su tramitación. Ahora se tramitarán las enmiendas parciales. PNV y PSE-EE ya han presentado algunas autocorrecciones, como publicó este periódico, para dotar la continuidad de los descuentos del transporte y reforzar los fondos para comedores u Osakidetza. La votación definitiva se producirá, de nuevo en pleno, el 22 de diciembre, de modo que las cuentas entrarán en vigor el 1 de enero.
En 2024, la mayoría absoluta del Gobierno será suficiente para sacar adelante el proyecto. El clima preelectoral ha hecho que no hayan cristalizado las negociaciones con la oposición. Tampoco hubo pactos en 2023. El más reciente es de 2022, con EH Bildu. Urkullu también ha sacado cuentas con Podemos y Equo y con el PP a lo largo de su trayectoria.