El Departamento de Trabajo y Empleo del Gobierno vasco tramitará los ERTE que presenten las empresas como consecuencia de la huelga del transporte como de “fuerza mayor”. Esto permitirá agilizar los procesos en el caso de que tengan que parar la actividad -como de hecho ha sucedido ya a varias empresas- ya que se podrían aplicar los ERTE de forma directa, sin un periodo de negociación con los sindicatos, además de otras ventajas en las cotizaciones. Otorgar a estos ERTE esa consideración de fuerza mayor era una de las reivindicaciones constantes de los empresarios en estos últimos días en los que se está produciendo un goteo constate de paradas en las empresas por falta de suministros o porque no pueden dar salida a la producción al no tener transporte. En cualquier caso, no se tratará de un ERTE que se aplicaría de forma generalizada, como ha ocurrido por ejemplo con los relacionados con la COVID-19, sino que la empresa tendrá que justificar que está realmente afectada por la incidencia del paro de los transportistas. El Gobierno vasco trabajaba desde hace días para poner en marcha la medida cuanto antes, con la vista puesta, eso sí, en las negociaciones que este miércoles se están desarrollando por parte del Ejecutivo central con los transportistas -aunque lo convocantes del paro no se sientan a la mesa- para ver si finalmente se soluciona el conflicto.
El criterio a aplicar para la concesión de este tipo de ERTE es que las empresas pueden presentar expedientes de regulación de empleo de fuerza mayor temporal con causa justificativa en los paros convocados por los transportistas de acuerdo con el artículo 47. 5 del Estatuto de los Trabajadores. Para ello se ha de tener en cuenta que la fuerza mayor se configura como un concepto jurídico indeterminado susceptible de valoración individualizada, es decir, según las circunstancias que concurren en cada caso concreto. Según señala la viceconsejera de Trabajo del Gobierno vasco, Elena Pérez Barreda. “Se analizarán caso a caso”. Por esta razón, la empresa que presente un ERTE de estas características deberá demostrar fehacientemente que la paralización de su actividad tiene como causa directa el paro de los transportistas y las dificultades de suministro o de salida de sus productos. En la memoria deberá también demostrar que le ha sido imposible utilizar otros medios (cambios de proveedor logístico o medidas de almacenamiento, entre otras) para hacer frente a estas medidas. Los efectos de este ERTE se retrotraerán al momento en el que la empresa tenga el problema de desabastecimiento, no al del inicio del paro, y la resolución de la Autoridad Laboral deberá incluir una fecha fin de efecto que en este caso será de 10 días, si bien quedaría sin efecto si el paro terminara antes. En caso de que el paro se alargara, transcurrido ese plazo la empresa deberá solicitar un nuevo expediente con los mismos requisitos que el anterior.
La vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, ha apuntado que, a día de hoy, no se han recibido ERTE por este motivo, pero “sí sabemos cómo está afectando el paro en el transporte a los suministros, y todo lo que está repercutiendo en el coste de las materias primas”. Por ello, ha insistido en que “este departamento, desde sus competencias, va a velar por garantizar la viabilidad de las empresas y por el empleo de las personas trabajadoras, con un criterio claro sobre cómo se debe actuar con los instrumentos actuales”. Asimismo, ha recordado que “no estamos en el mismo estadio que con la pandemia. Lo saben las empresas, lo saben los sindicatos. Así que aclaramos cómo vamos a actuar, y a quienes cumplan esos requisitos desde Trabajo del Gobierno vasco les vamos a facilitar los pasos a dar”.
En la misma línea, la viceconsejera Elena Pérez ha recordado que “entre las empresas hay en estos momentos una gran incertidumbre”, porque se enfrentan a cuestiones muy diferentes: Las consecuencias de la guerra de Ucrania, el precio de la energía, la falta de componentes, la cuestión del paro del transporte, la crisis de la pandemia que todavía se arrastra…. Cuestiones, todas ellas que inciden en la marcha de las empresas, pero “que no se pueden tratar de igual forma desde el punto de vista las regulaciones de empleo a aplicar. ”Puede haber muchas empresas que tengan la necesidad de aplicar un ERTE, pero no todas pueden acogerse a la fuerza mayor“, señala. El Departamento de Trabajo y Empleo señala que todavía no se está notando un incremento de los ERTE, ”porque las empresas están haciendo uso de los que tenían en marcha o de otras fórmulas de flexibilidad“. Sin embargo, la viceconsejera reconoce que a partir de la semana que viene puede producirse un incremento significativo de las peticiones de regulaciones de empleo. ”Muchas empresas están a la expectativa de ver lo que pasa y si hay una solución al conflicto del transporte“. Durante toda la pandemia, los ERTE han supuesto una herramienta muy importante para salvaguardar el empleo, y el Gobierno vasco quiere que lo sigan siendo en esta nueva situación de crisis generada por el paro de los transportistas, para que no se produzcan despidos.
Empresas al límite
Mientras tanto, sigue el goteo de empresas que tienen que parar. Como Mercedes que volverá a parar el lunes, o como CAF que está en estos momentos parada entre las protestas del comité que llevará a los tribunales la decisión de la empresa.
Los empresarios advierten de que si el conflicto no se soluciona, habrá cierres en cadena a partir de la semana que viene. La propia consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, reconocía este miércoles que si se mantiene la actual situación del transporte, unido a los problemas de la energía y los suministros, “la situación sería insostenible” y, las empresas podrían aguantar “muy poco”. Tapia ha recordado que ya están parando algunas industrias, si bien ha confiado en que no se llegue al “extremo” de que se produzcan cierres.
Protestas de los transportistas
Los transportistas en paro han llevado sus protestas a Bilbao, donde se han concentrado ante la sede del Gobierno vasco, con quien esperan iniciar contactos a partir de la semana que viene. En una marcha convocada por Hiru a la que se han sumado los camioneros del Puerto de Bilbao, alineados con el colectivo Plataforma, convocantes del paro, han recordado que además del precio del gasóleo, las reivindicaciones de los transportistas vascos se central en las facturas, peajes, juntas arbitrales del transporte, exámenes de capacitación y formación reglada, entre otras, por lo que exigen al Gobierno vasco que defienda a su sector y atienda sus necesidades.