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Iker Rioja Andueza

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La sociología actual de Vitoria puede que no invite a pensar en ello, pero, como en los Sanfermines de Pamplona, la tauromaquia ha estado muy ligada a las fiestas de La Blanca. Al menos en 1942, 1943, 1945, 1948, 1951, 1953, 1954, 1955, 1957, 1959, 1960, 1961, 1962, 1963, 1964, 1966, 1967, 1968, 1969, 1970, 1971, 1972, 1976, 1977, 1988 y 1996 el cartel oficial tenía motivos taurinos, hasta el punto de aparecer el gran símbolo festivo, Celedón, con montera en alguna ocasión. La ciudad ha tenido varias plazas de toros e incluso ha celebrado festejos en la propia plaza de España, cuyos balcones eran los palcos para los asistentes a la celebración.

La más duradera fue inaugurada el 2 de septiembre 1880 para 10.000 espectadores en una ciudad de no más de 30.000. Sería el equivalente a un Santiago Bernabéu para la ciudad actual. Este recinto fue utilizado como campo de concentración en la Guerra Civil en una ciudad alineada desde el inicio con el golpe de Estado de Francisco Franco y que contó en esos años con un alcalde pronazi, Rafael Santaolalla, que permitió la instalación en la ciudad de contingentes de la Alemania de Adolf Hitler y de la Italia de Benito Mussolini. En 1941, ya con José Lejarreta como regidor, el recinto sufrió una profunda remodelación, casi completa, hasta el punto de que ambas fechas -1880 y 1941- decoraban el palco principal. Durante el franquismo, la esposa del dictador, Carmen Polo, era una asidua casi anual de las fiestas de La Blanca y solía presidir algunas corridas, a las que también asistían otros ministros y jerarcas del régimen invitados por las autoridades locales. La plaza, pegada a las vías del ferrocarril y a las afueras de la ciudad, se fue quedando en el centro con la ampliación de nuevos barrios como Adurza, Santa Lucía y, más recientemente, Salburua.

2006 fue un año de transición. El Día de Santiago hubo rejones en la vieja plaza y también un espectáculo de 'El bombero-torero', el último de su historia. El nuevo coso, que se promocionó como un “multiusos”, quedó inaugurado el 4 de agosto por el alcalde, Alfonso Alonso, y las corridas de fiestas se trasladaron allí. Estaba ubicado en una parcela contigua a la anterior, en lo que había sido un aparcamiento. Fue diseñado por Diego Garteiz-Mina. Ese primer año no tenía la cúpula que se puede abrir y cerrar. En 2007, en mayo, se iniciaron los trabajos de derribo de la antigua instalación. La nueva plaza fue bautizada como Iradier Arena y vino acompañada de un aparcamiento subterráneo y de otros edificios residenciales y de servicios, todavía no del todo completados. En 2011, debido a la reforma del Fernando Buesa Arena, el Baskonia jugó como local en estas instalaciones con una plantilla con nombres como Goran Dragic, Mirza Teletovic, Andrés Nocioni, Pablo Prigioni, Nemanja Bjelica o Kevin Seraphin.

El nuevo recinto se inauguró con buena asistencia, pero el éxito de las corridas comenzó a caer en picado muy pronto. Los datos sobre los toros en Vitoria hablan por sí mismos. Desde que se inauguró el nuevo coso hasta 2016, últimas fiestas de La Blanca con tauromaquia, el público cayó un 70%. Los festejos apenas reunían una media de 2.000 asistentes para un aforo próximo a los 10.000. El 7 de agosto de 2014 se batió todo un récord negativo de asistencia: 873 personas. Quien fuera concejal de Cultura en 2014, Iñaki García Calvo (PP), llegó a afirmar que Vitoria, de ser una plaza de segunda medianamente reconocida, pasó a tener carteles “terriblemente malos”. Además, la oposición antitaurina fue creciendo de manera significativa, con manifestaciones regulares a la entrada del albero. Así, sin necesidad de que se prohibieran los toros como sí ha ocurrido con los animales en el circo o las carreras de burros, en 2017 ya no hubo feria, como tampoco en 2018 y 2019. El parón de la COVID-19 no ha cambiado la tendencia y en 2022 y 2023, con el regreso de La Blanca, hay sueltas de vaquillas y toros de fuego por las noches, pero no corridas, aunque los paseíllos de las cuadrillas siguen llevando ese nombre y siguen teniendo como punto de destino el entorno del Iradier Arena.

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