La huelga en Michelin Vitoria vuelve a parar la producción entre acusaciones de la dirección a los sindicatos por “coacciones”

Belén Ferreras

7 de junio de 2023 21:45 h

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La planta de Michelin Vitoria ha vuelto a trabajar este miércoles bajo mínimos. La plantilla ha secundado de forma mayoritaria la segunda jornada de huelga convocada por la minoría del comité contra la propuesta de la dirección para renovar el convenio, que consideran que no garantiza el poder adquisitivo de los trabajadores al no vincular los salarios a la inflación real. Los sindicatos convocantes, ELA, LAB, CGT y ESK, han asegurado que el 95% de la plantilla ha secundado el paro, pese a que los mayoritarios en el comité, CCOO, UGT, CSIF y CCM se han desvinculado de la huelga. Fuentes de la empresa rebajan el seguimiento a poco más del 50% de los trabajadores, pero reconocen que la mitad de la producción de un día normal se ha visto afectada por el paro. Desde los sindicatos afirman que sólo ha arrancado una de las líneas de producción y que trabajan eventuales y servicios mínimos.

La segunda jornada de huelga coincide con una carta enviada por el director de la planta César Moñux en la que denuncia “coacciones, intimidación y miedo en el interior de la fábrica”. Moñux ha remitido la misiva a parte de su equipo como despedida, ya que abandona la dirección de la planta de Vitoria para incorporarse a otro cargo dentro de grupo. El directivo recuerda además que se está poniendo en cuestión la credibilidad de la planta en un momento “clave para las fábricas de Michelin en Europa”.

“Lo último que podía imaginar era que, en mis últimos días en esta fábrica, viviríamos de nuevo escenas de coacciones, intimidación y miedo en el interior de la fábrica. Aquello que hace más de 20 años escuchaba a las personas mayores, aquello que había ocurrido en el siglo pasado. Y lo más duro es que haya personas hoy en día, que comentan que se sienten satisfechas de que hayan vuelto esos tiempos de las coacciones, la intimidación y el miedo, por encima del respeto y el diálogo”. Alerta además de se está destrozando la credibilidad “en estos días negros que se recordarán. Una confianza que hemos construido entre todos, ya que es fruto de las decisiones y el trabajo realizado entre todos en estas últimas décadas”. Y advierte de que “por el nuevo puesto que voy a desempeñar sé muy bien de lo que hablo: estamos en un momento clave para las fábricas de Michelin en Europa”. 

En este sentido lamenta “no haber sido capaz de transmitir durante este año y medio el contexto que vivimos y lo que nos jugamos”, señala.

Desde los sindicatos convocantes han rebatido las acusaciones del director asegurando que los que están “usando el miedo” contra la plantilla son los directivos, “presionando” a los trabajadores para que no salgan a la huelga y acepten la propuesta de convenio de la empresa.

La dirección propone a todas las plantas del grupo una subida de salario del 12% a los largo de los cuatro años de vigencia del convenio: un 5% en 2023, un 3% en 2024, y un 2% para los dos años siguientes, con la posibilidad de revisión si el IPC es superior, pero siempre ligado a los resultados de la empresa, algo que los sindicatos convocantes consideran que es “una cláusula trampa”, para no garantizar el poder adquisitivo de los trabajadores.

Los sindicatos mayoritarios en el comité, COO, UGT, CSIF y CCM, se han desvinculado de los paros porque consideran que cualquier movilización debe acordarse en el comité intercentros, en que están presentes todas las plantas del grupo en España - Vitoria, Valladolid, Aranda y Almería,- a excepción de la planta de Lasarte-Oria, que también ha realizado huelga contra la propuesta. Y además, consideran que primero debe realizarse la reunión con la empresa, convocada para finales de esta semana para tratar esta última propuesta. El lunes día hay una nueva convocatoria de huelga.