La industria vasca confirma las buenas perspectivas económicas y adelanta que mantendrá inversiones y empleo

Las perspectivas económicas para este año 2024 aventuran que Euskadi conseguirá esquivar la desaceleración y la industria vasca las confirma, confiando en que no habrá sustos en el sector que hoy por hoy sigue siendo el motor de la economía vasca. Los diferentes sectores industriales, agrupados en 16 clusters, han adelantado este lunes que tienen mayoritariamente buenas perspectivas para este año, lo que les permitirá mantener inversiones y empleo en un contexto todavía muy incierto en el ámbito internacional. Los representantes de las diferentes áreas industriales reunidos con la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, en el encuentro el Observatorio de Coyuntura Industrial (OCI), han constatado la buena evolución de sus indicadores con crecimientos ligeros, pero prácticamente generalizados, en sus carteras de pedidos, facturación y exportaciones.

En este Observatorio de Coyuntura Industrial están representados 16 clusters: aeronáutica fundición y forja; automoción; energía; biosalud; construcción; TEICs y conocimiento; equipos ferroviarios; hábitat, madera, oficina y contract; alimentación; industrias marítimas; tecnologías avanzadas de fabricación; medio ambiente; papel; y productos e instalaciones siderúrgicas. Se trata de sectores muy diversos, con problemáticas concretas y diferenciadas. Pese a ello, de forma general, esperan que la cartera de pedidos “se mantenga o mejore ligeramente: nueve de los cluster prevén crecer, sólo uno retroceder y los demás esperan mantenerse. Las inversiones se han reactivado y se observa un restablecimiento de la demanda.

En lo que se refiere a la facturación, las perspectivas son también positivas, con ocho clusters que prevén crecimiento y siete que creen que lo mantendrán, frente a sólo uno que prevé una reducción. No obstante hay una preocupación por cómo influya en las ventas la situación geopolítica y el impacto de costes. Precisamente los desafíos geopolíticos o económicos derivados del conflicto en Ucrania, Palestina o el del Golfo Pérsico pueden tener una incidencia directa en las exportaciones. Pese a estos conflictos, la mayoría prevé mantenerlas -ocho de ellos- o mejorar -siete- en lo que se refiere al comercio exterior con un tipo de cambio euro-dólar que les resulta beneficioso. Sólo uno de los clusters prevé un descenso.

Gracias al mantenimiento o crecimiento de la facturación y cartera de pedidos el empleo se mantiene al alza. Los diversos sectores tras un semestre en el que siete clusters han mejorado ligeramente y nueve se han mantenido, el arranque de 2024 se mueve en las mismas cifras. Ninguno espera empeorar en este terreno, pero muestran su preocupación por la “cantera de talento” ya que aseguran tener dificultades para encontrar personal cualificado y perfiles tecnológicos, “y para retenerlos”, aseguran.

En lo que se refiere a la inversión en I+D+i se mantiene al alza. Ocho clusters esperan crecer y otros tantos mantenerse. Ninguno prevé reducir su inversión en investigación, desarrollo e innovación, impulsados casi todos por la descarbonización, la digitalización y la adaptación a nuevos nichos más avanzados, aspectos para los que, además, los sectores están recibiendo diferentes ayudas para poder abordar los cambios. Sí muestran inquietud en la industria en general, no solo en el sector de la energía, “por el difícil reto de las redes eléctricas para asumir el incremento de potencia necesaria para dar respuesta a los consumos que requieren el hidrógeno, los datos, las renovables o la descarbonización”.

Perspectivas por sectores

Por sectores, la aeronáutica, la energía y la biosalud, tienen muy buenas perspectivas de futuro. En aeronáutica, señalan el “buen momento del sector”, tanto el año pasado como el comienzo de 2024, con el tráfico aéreo en cifras prepandemia tras el parón de 2020. Es uno de los sectores que más acusa las dificultades para atraer talento y retenerlo. En energía, tras una ralentización del sector en 2023, en eólica y en redes eléctricas se espera una reactivación de las inversiones en Europa en el segundo semestre de 2024. Las empresas tienen gran presencia internacional y sus mercados están muy diversificados. Los subsectores que presentan mejores resultados y perspectivas son la solar fotovoltaica y oil&gas. Los niveles de empleo no se resienten, sino que se prevé aumentar, así como la inversión en I+D, en especial en los ámbitos de eólica offshore y de descarbonización de la industria. La biosalud crece en todos los ámbitos, en especial en la contratación de personal y en internacionalización (que representa en torno al 70% de su mercado). Su reto está en aumentar aún más la captación de fondos europeos y otros fondos de origen privado para los recursos que requieren los complejos procesos de I+D.  También el sector del Medio Ambiente vive un momento dulce en líneas generales. Hay un incremento de proyectos industriales y la contratación de servicios, con la puesta en marcha de nuevas plantas y un crecimiento de negocio en la ecoindustria, impulsada por el nuevo marco regulatorio. La I+D también crece por el marco de ayudas. “El mayor freno es la falta de consenso para autorizar las ubicaciones de nuevas plantas de valorización”, señalan.

La automoción tiene unas previsiones “moderadamente optimistas”. No obstante, está a la espera de cómo se consoliden los proyectos de fabricantes de vehículos y de cómo se comporta el consumo. Los esfuerzos en I+D+i se centran en la promoción del vehículo eléctrico e inteligente. La alimentación recuperó la facturación en 2023. Las expectativas son positivas, aunque “con cierta incertidumbre. Se espera que se reactive la demanda, en particular derivada de las exportaciones”. La construcción también está entre los sectores en los que se prevé mantenerse en la línea actual en todos los aspectos, tras un semestre en el que ha mejorado ligeramente en cuanto a facturación“.

Por otra parte, el sector vasco del ferrocarril supone el 45% de todas las exportaciones del sector español. En general, las empresas de Euskadi destinan al mercado exterior el 90% de su producción, una tendencia que se espera mantener. La incertidumbre se centra en la “finalización de los fondos europeos y la inestabilidad geoestratégica”. La fundición y forja ha mejorado su facturación, pese a que las materias primas siguen con precios altos, aunque no tanto como en 2022. Esta dinámica al alza también se ha visto en el empleo. Aún así, Pero preocupan las consecuencias de la guerra en Ucrania (afecta al suministro del lingote de hierro) y la crisis del Mar Rojo (por el abastecimiento de materias primas). La alimentación recuperó la facturación en en 2023 y las expectativas para este año son positivas, “aunque con cierta incertidumbre”. Se espera que se reactive la demanda, en particular derivada de las exportaciones.

Hábitat, Madera, Oficina y Contract ha dado resultados positivos el año pasado y también en el comienzo de 2024, y espera que la baja de tipos ayude a desbloquear proyectos. El mercado internacional sigue con un comportamiento dinámico. Tiene preocupación por los márgenes comerciales, por el incremento de los costes operativos sin poder repercutirlos por completo a las ventas.

Industrias Marítimas tiene la vista puesta en el PERTE naval y la apertura de nuevos programas de I+D como Hazitek, que permitirán mejorar los datos de 2023, que supusieron un mantenimiento de las cifras del año anterior. Las dificultades para contratar nuevos buques se ha debido a la inflación y el incremento de los precios de nuevas construcciones. Para el secor del papel 2023 no ha sido un buen año, por una menor producción y facturación, y también ralentización en el ritmo exportador. El empleo y la inversión en I+D, pese a todo, no se han visto afectados. Para 2024, el clúster confía en mantener o mejorar en todos los aspectos.

El sector de la siderurgia experimentó una ligera mejoría el año pasado, excepto los productores de acero y transformadores. En las exportaciones, se ha bajado , especialmente en el último tramo de 2023. Alemania y Francia siguen siendo los destinos principales de los productos siderúrgicos vascos. Han aumentado ligeramente las inversiones en I+D destinadas a la reducción de emisiones y el uso de nuevas fuentes de energía (hidrógeno), como resultado de la apuesta medioambiental del sector.

Tecnologías Avanzadas de Fabricación registró el año pasado unos resultados mejores de lo esperado y, aunque la captación de pedidos ha comenzado a dar síntomas de debilitamiento, se prevé recuperar en el último trimestre de este año. En el mercado exterior surge EEUU con una importante demanda, y también México y Canadá.

Las Tecnologías de la Electrónica, la Información y las Comunicaciones TEICs siguen creciendo pese a problemas como la carencia de perfiles profesionales especializados, además de la falta de semiconductores y el encarecimiento de las materias primas. En 2023 se produjo un crecimiento respecto a 2022, más acentuado en el sector TIC y electrónico.. La falta de personal cualificado precisa una mayor inversión en la capacitación de las personas contratadas.

Transportes, Movilidad y Logística es un sector que ha crecido en 2023 y consolida la tendencia positiva. Para el primer semestre de 2024 se espera mantener o incluso mejorar. La exportación espera mantenerse, a expensas de la situación geopolítica internacional, que afecta a la logística.

elDiario.es/Euskadi

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