El socialista Javier Hurtado (Madrid, 1981) irrumpió hace menos de año y medio en la política vasca al ser nombrado de diputado de Transportes en Álava. Ahora, desde septiembre, es consejero de Turismo, Comercio y Consumo del Gobierno de coalición de PNV y PSE-EE, un gabinete en el que es el miembro más joven a pesar de que hace una década ya trabajó en el Ministerio de Fomento. En pocas semanas, se ha tenido que sentar en la mesa de crisis de la emergencia sanitaria para adoptar medidas duras, como el cierre de bares y restaurantes, y ha tenido que afrontar la respuesta a las consecuencias que la pandemia ha dejado en sus sectores. Acompañado de informes y gráficas con datos, responde a este periódico en Black Friday, una fiesta del consumismo, y tras recoger un café para llevar.
Es Black Friday. ¿Ha comprado algo en esta fiesta del consumo el consejero del ramo?
La verdad es que todavía no he comprado nada porque llevo todo el día trabajando.
¿Es usuario de Amazon? En el Parlamento ha señalado en varias ocasiones que esas plataformas al final repercuten negativamente en el comercio local.
Lo digo siempre. Es claro que el comercio local debe adaptarse a un escenario que está cambiando ya de antes de la pandemia. Hay nuevos hábitos de consumo y de pago; y consumidores con múltiples dispositivos e hiperconectados. La digitalización que antes era necesaria ahora es imprescindible. No se trata de contraponer un tipo de comercio con otro. Las grandes plataformas son parte del presente y van a ser parte del futuro y serán bienvenidas. Pero siempre que cumplan tres requisitos. Uno, que tributen de forma justa. Dos, que respeten los derechos de los trabajadores. Y, tres, que contribuyan a dinamizar el comercio local y las pequeñas y medianas empresas del territorio. En este sentido, creo que se han dado pasos como la famosa tasa Google, que se aprobó en el Congreso, en las Cortes Generales, y que fue apoyada por la mayoría de los grupos salvo por el Trío de Colón [por PP, Ciudadanos y Vox]. Y creo que ése es el camino. Pero son respuestas que tienen que ser globales. Estamos en un mundo globalizado y no valen recetas del siglo XX o del siglo XIX.
La decisión de cerrar se tomó un jueves, el viernes se publicó, el sábado se cerró y en el primer Consejo de Gobierno siguiente, es decir, el martes, se aprobaron una serie de medidas muy importantes por valor de 30 millones de euros para la hostelería
¿Ha pedido alguna vez un Glovo?
Pues no. La verdad es que no. Hago compras cerca de casa.
Con la pandemia se ha disparado el comercio electrónico. ¿Tiene datos de cómo ha afectado esto a los derechos de los consumidores?
Es verdad que los comportamientos de compra han cambiado. Por ejemplo, se ha extendido el pago con tarjeta o la compra en el comercio de proximidad, que ha aumentado un 35%. O usos de código QR. En Kontsumobide, por ejemplo, durante la pandemia hemos tenido un pico de reclamaciones centradas en viajes.
¿Se puede poner en cifras el golpe que se ha llevado el comercio en la pandemia?
Tenemos datos. Pero -lo que digo siempre- hay que ir a subsectores. Es muy diferente. Hay algunos, como la alimentación, que han podido subir sus cifras. O los casos de las piscinas hinchables y el menaje del hogar. Otros sectores del comercio han bajado y lo están pasando mal. Son muchos los subsectores que están sufriendo, como el textil. El pasado estado de alarma tuvo restricciones que afectaron al comercio. Ahora, por lo menos, hemos conseguido que se mantenga activo el comercio en esta segunda ola.
¿Se está hablando mucho de bares, de cafés o de terrazas y poco de la situación de las UCI, de los hospitales o de los fallecidos?
Desde que llegué a esta responsabilidad siempre lo he dicho: sin salud no habrá reactivación. No hay que salvar Navidades. Lo que hay que salvar son vidas. Los profesionales sanitarios se han dejado la piel y muchos de ellos incluso la vida. Han hecho una gran labor esos grandes profesionales y, como sociedad, tenemos que valorarlo y ser responsables también en nuestros comportamientos a nivel individual y colectivo.
¿Fue una buena medida el cierre de la hostelería de hace tres semanas?
No lo centraría en una sola medida. Las medidas han sido continuas y afectan a muchos sectores. Y yo lo he venido diciendo: en Euskadi hemos aguantado más que en otros territorios limítrofes, de España e incluso europeos. Pero llegó un momento en que las autoridades sanitarias fueron las que determinaron que había que bajar la interacción social. Fue una de las muchas medidas que se tomaron, como se adoptaron en la cultura, el deporte y en muchos otros ámbitos. Pero sí que quiero dejar claro que no hay que estigmatizar al sector de la hostelería, porque han hecho un gran trabajo. Han cumplido siempre lo que les han marcado las autoridades sanitarias. Pero se consideró que era una medida necesaria para bajar la interacción social y que no se bloquease el sistema sanitario.
Se han presentado medidas de apoyo al sector pero también ha habido manifestaciones -las últimas este viernes- y la oposición en el Parlamento repite que son insuficientes.
En primer lugar, quiero valorar que hemos actuado con celeridad. La decisión de cerrar se tomó un jueves, el viernes se publicó la orden, el sábado se cerró y en el primer Consejo de Gobierno siguiente, es decir, el martes, se aprobaron una serie de medidas muy importantes por valor de 30 millones de euros, sumadas a las que ya se habían tomado con anterioridad. Es decir, estamos hablando de 45 millones para el sector de la hostelería. Invito -y así se lo he dicho al sector- a que se comparen las órdenes y los acuerdos del Gobierno vasco con los de otras comunidades. Una cosa son los anuncios que se hacen y otra cosa es lo que se publica en el Boletín Oficial. Ahora bien, las circunstancias son cambiantes. Si hay algo que predomina en esta crisis es la incertidumbre. Según las circunstancias, tendremos que tomar más medidas. Pero no sólo con este sector. Ningún Gobierno puede asumir el coste de todos los sectores por mucho endeudamiento que tenga. Las medidas tienen que ser coordinadas y, de hecho, el sector de la hostelería está reivindicando actuaciones al Gobierno de España, al Gobierno vasco, a diputaciones y a ayuntamientos. Eso es lo que tenemos que hacer las administraciones: redoblar esfuerzos.
¿Hostelería? Ningún Gobierno puede asumir el coste de todos los sectores por mucho endeudamiento que tenga
¿Qué datos tiene de las solicitudes de las ayudas puestas en marcha?
A día de hoy tenemos 8.426 solicitudes. 2.675 en Gipuzkoa, 4.569 en Bizkaia y 1.182 en Álava. Los hosteleros que todavía no las hayan solicitado que lo hagan con calma hasta el día 10 de diciembre. Porque, insisto, todo el que cumpla los requisitos y haya presentado la documentación, va a recibir las ayudas por parte del Gobierno vasco. Además, son compatibles con cualquier otro tipo de ayuda de cualquier otra Administración.
¿Pero cuándo se van a abonar estas prestaciones?
Bueno, primero hay que esperar a que termine el plazo y ver todos los expedientes. El compromiso que tenemos es que se paguen antes de final de año.
Hay empresas que no quieren acogerse a un ERTE porque eso les implica una garantía de empleo. ¿Está ocurriendo algo similar con estas ayudas? ¿Han detectado que haya empresas que no las soliciten porque hay una exigencia de mantener la actividad durante unos meses?
De momento estamos hablando de 8.426 solicitudes con relación a los 13.000 establecimientos hosteleros. No tenemos noticias de que nadie haya dejado de pedir las ayudas por los requisitos. Además, los requisitos han sido los más simples, los más sencillos. Buscábamos agilidad y que las ayudas llegasen lo más rápido posible.
Citaba antes a ayuntamientos y a diputaciones. Se planteó la posibilidad de articular ayudas para el pago de los alquileres o incluso en materia fiscal. ¿Cómo va esa mesa interinstitucional que constituyó?
Lo que hicimos en el Departamento fue proponer una mesa interinstitucional e interdepartamental, ya que están representados Economía, Gobernanza y Trabajo además de nosotros. Hemos estado con diputaciones y ayuntamientos. Estamos poniendo en común la coordinación de las ayudas. Las diputaciones han hecho un anuncio esta semana de medidas fiscales y los ayuntamientos también están tomando medidas. Buscamos coordinarlas, ponerlas en común, porque esto es una labor de todas las administraciones. Y, respecto a los alquileres, es verdad que hicimos una propuesta para realizar un mapa de la situación de alquileres de Euskadi. Pero las diputaciones entendieron que los datos de relativos a alquileres se debían compartir en el Órgano de Coordinación Tributaria. Espero que se aporte esa información y yo, por mi parte, lo que hago es apelar a la responsabilidad de los arrendadores, que deben ser conscientes de que, en esta situación de pandemia mundial, el esfuerzo no puede pivotar solo sobre el arrendatario.
¿Hay una fecha para la reapertura de bares, restaurantes y cafeterías?
Lo que viene haciendo el Labi [siglas en euskara de la mesa de crisis de la emergencia sanitaria] desde el primer momento es analizar los datos de forma continua, día a día. Estaremos a lo que dispongan las autoridades sanitarias. Tenemos una reunión este próximo lunes, pero ya se anunció que estamos planteando un horizonte de pasar el puente de diciembre. Aunque es verdad que los datos están mejorando, no podemos bajar la guardia.
Insisto de otra manera. ¿En Navidad habrá locales abiertos?
Dependerá de lo que nos recomienden las autoridades sanitarias.
¿Cuánto tendría que bajar la incidencia de la COVID-19 para que se adoptase esa decisión?
Pues eso es lo que tendrán que marcarnos las autoridades sanitarias. Entendemos que, si la situación sigue mejorando, podremos ir suavizando pero siempre teniendo claro que lo que tiene que primar es la salud.
¿Cómo aventura que puede ser la Navidad? No le hablo sólo de hostelería, sino también de movilidad o del comercio.
Si algo caracteriza a esta crisis es la incertidumbre. Vamos teniendo que tomar decisiones en función de cómo van cambiando las circunstancias. Básicamente, de lo que se trata es de doblegar la famosa curva, porque lo que tenemos que preservar es la salud y nuestro sistema sanitario. Nosotros, por ejemplo, estamos haciendo recomendaciones de adelantar las compras y evitar esas aglomeraciones. Pero somos conscientes de que la gente ahora mismo no sabe si va a poder recibir familiares de otros lugares o si vamos a poder organizar una cena con equis personas. Eso es lo que tendremos que ir detallando según nos acerquemos a esas fechas. Pero la realidad es ésa, una realidad de incertidumbre. Y con eso tenemos que convivir.
¿Está medido el impacto de la pandemia en el sector del Turismo en Euskadi?
Los datos hasta febrero eran muy positivos. Estábamos creciendo un 13%. Pero es verdad que la situación de la pandemia lo ha cambiado todo. Tenemos unas restricciones de movilidad, sobre todo internacionales. Por ejemplo, teníamos unos datos muy positivos de visitantes estadounidenses frente a cierta pérdida de mercados más tradicionales como Madrid y Cataluña. Obviamente, todo eso ha cambiado. En octubre, las entradas de turistas en establecimientos hoteleros descendieron un 63% y, si nos fijamos en el turismo extranjero, la caída es de un 80%. Es una tendencia que se agudiza desde el verano, cuando los descensos rondaron el 47%, 64% en el caso del turismo internacional.
Estamos haciendo recomendaciones de adelantar las compras y evitar aglomeraciones. Pero somos conscientes de que la gente ahora mismo no sabe si va a poder recibir familiares de otros lugares o si vamos a poder organizar una cena con equis personas
Se aventura una vacunación masiva en próximos meses. ¿Cómo puede ser la temporada 2021?
La verdad es que tenemos un sector que había hecho un trabajo muy importante y creo que tiene un gran músculo. Se ha modernizado, se ha digitalizado y creo que estamos en unas condiciones para que, en el momento en que cambien las restricciones, sobre todo internacionales, se le dé un nuevo impulso a un turismo sostenible como el que estábamos teniendo en Euskadi. Además, desestacionalizado, es decir, con visitas no centradas sólo en los periodos estivales. Estoy esperanzado en que volvamos a recuperar esa fuerza. Somos un destino envidiable: Exceltur, en 2018, nos reconoció como la comunidad autónoma más competitiva en materia turística. Y un destino de calidad. En un espacio pequeño, en menos de dos horas, hay múltiples formas de turismo y una diversidad de oferta envidiable.
¿Habrá FItur en 2021?
Lo que se hizo fue posponerlo. Ésa fue la decisión que se tomó desde del Ministerio y, en función de las circunstancias, veremos si se puede celebrar en 2021. Esperemos que sí. De momento, hay una nueva fecha propuesta para finales de mayo, del 19 al 23.
El peso y la importancia que han adquirido en la pandemia sus tres sectores, Turismo, Comercio y Consumo, ¿le invitan a pensar que en los presupuestos del año que viene este Departamento va a dejar de ser el que menos fondos maneja?
El presupuesto está todavía en proceso de elaboración. Pero sí le puedo dar el dato de este año. Por las circunstancias, nosotros tenemos ayudas extraordinarias por valor de más de 60 millones. Es decir, superan el propio presupuesto del Departamento. Esos recursos, si son necesarios, tendrán que llegar. Vamos a seguir apoyando a todos los sectores porque consideramos que son vitales para para la economía de Euskadi.
Es usted un consejero socialista en un Gobierno de coalición. ¿Cómo está funcionando en estos primeros meses la relación con el PNV?
Mi experiencia es positiva. Estas ayudas que hemos sacado con esta celeridad son un fruto del trabajo coordinado, por ejemplo, con el Departamento de Economía y Hacienda y con el Departamento de Gobernanza. Yo tengo una experiencia previa en la Diputación de Álava y, por mi parte, creo que está siendo positiva.
¿Ha habido un salto cualitativo de la pasada legislatura a ésta? ¿Tiene más peso específico el PSE-EE en este Gobierno que en el anterior?
Bueno, el peso viene reflejado por la presencia de Idoia Mendia como vicelehendakari en el Gobierno. Y lo tendremos que demostrar con nuestras actuaciones, con nuestro trabajo y con el buen hacer que entendemos que podemos aportar los socialistas desde nuestra posición socialdemócrata en este Gobierno.
Esta semana, tanto el lehendakari como la consejera de Salud han criticado al Gobierno de Pedro Sánchez por no haber coordinado con las comunidades autónomas el plan de vacunación y el plan para Navidad. ¿La parte socialista de este Gobierno está de acuerdo con esas críticas?
Creo que la colaboración entre los dos Gobiernos es la norma general. Es el método de trabajo diario. Eso no excluye que pueda haber alguna discrepancia. Mire, yo tengo una trayectoria y soy conocedor de lo que es un estado de alarma. Este viernes se cumplen diez años del primer estado de alarma, el de los controladores, y tuve la oportunidad de estar en ese proceso. Aquí se han producido otros dos estados de alarma. Uno en marzo, con una situación desconocida en la que el peso principal lo asumió el Gobierno de España. Y otro en octubre. Con la experiencia aprendida en estos meses, sanitaria e institucional, es más federal tal y como reclamaban las comunidades autónomas, también Euskadi. Estando en la Diputación, reconocí que había algunas de las críticas que hacía el Gobierno vasco al Gobierno de España que podían tener fundamento, pero también las que hacíamos las Diputaciones al Gobierno vasco en esa coordinación o las que nos hacían los ayuntamientos a las diputaciones. Lo que tienen que hacer todas las administraciones es estar en la lucha para combatir la pandemia. Lo que tiene que primar es la coordinación entre todas las administraciones, ayuntamientos, diputaciones, Gobierno vasco y Gobierno de España. Conozco y he trabajado con los dos y veo cómo trabajan tanto el lehendakari Urkullu como el presidente Sánchez. Lo que están haciendo un esfuerzo ímprobo para afrontar esta situación con el máximo rigor posible.
Las críticas de Urkullu a Sánchez han sido recurrentes desde que empezó la pandemia. ¿Han trasladado internamente en el Gobierno los socialistas su inquietud?
En primer lugar, las deliberaciones del Consejo de Gobierno son secretas. En segundo lugar, creo que la colaboración entre estos dos Gobiernos, pero también con el resto de Gobiernos, diputaciones y ayuntamientos, es la norma general. Ése es el método del trabajo diario. Se pueden producir discrepancias. Es normal. Lo que hay que hacer es resolverlas y seguir colaborando y trabajando juntos en esta cogobernanza.
¿Qué le parecen los acuerdos de su partido con EH Bildu?
Reconozco que EH Bildu es una formación plural con distintas posiciones. Pero, y esto es una posición personal, aunque el idioma de Cervantes es muy rico, tenemos un problema con la palabra política. En inglés se diferencia 'polity', 'politics' y 'policy'. Yo creo que en polity, en la gran política, en los acuerdos y en la visión del Estado, no tenemos nada que hablar con EH Bildu. Tiene todavía un recorrido por hacer en el reconocimiento a las víctimas y del daño causado. Otra cosa son ‘policies’, las políticas públicas concretas. Y eso es algo que se ha venido haciendo siempre. A lo mejor en Sotosalbos no lo conocen, pero en Vitoria se conocemos bien que esos acuerdos se realizan de forma normal en ayuntamientos, diputaciones y Gobiernos. Creo que lo importante es sacar un presupuesto progresista de rescate social y de búsqueda de esos fondos europeos. Eso sí, desde que milito en este partido todos los secretarios generales del PSOE han tenido claro que la posición del PSE-EE ante el independentismo y ante el terrorismo es determinante. Son quienes se han jugado la vida por nuestras siglas. Somos los que conocemos mejor esa realidad.