Lander Martínez, candidato de Sumar en Euskadi: “El PNV ha sufrido un castigo porque está estancado”
Vitoriano en Bilbao, bilbaíno en Madrid, Lander Martínez (Vitoria, 1989) es el candidato principal de la nueva coalición Sumar en Euskadi. A pesar de su juventud, está ya en su segunda vida política. Hasta 2020 estuvo al frente de Podemos en la comunidad autónoma. La derrota en las primarias previas a las autonómicas de aquel año -que se celebraron después de que pactaran los presupuestos con el Gobierno de Iñigo Urkullu- llevó a que él y todo su sector se alejaran del partido que pasó a estar dirigido por Pilar Garrido. Pero en los últimos meses Martínez ha reaparecido como uno de los más estrechos colaboradores de Yolanda Díaz. En su responsable de campaña, de hecho. Asegura el candidato -el único que parece tener seguro el escaño tras la cita con las urnas- que cohabita bien con sus antiguos adversarios internos en Podemos. Garrido, de hecho, es su compañera en las listas de Gipuzkoa. Pide no interpretar su regreso y el de otros exdirigentes de la anterior etapa como un intento de recuperar las posiciones perdidas en aquellas primarias. Añade, asimismo, que Sumar ha venido para quedarse y casi da por hecho que se presentará las próximas autonómicas, previstas para 2024.
La entrevista tiene lugar en una modesta sede provisional del movimiento en pleno centro de Bilbao. Está en la misma calle que el cuartel general del PSE-EE pero en este bajo hay vistas al Guggenheim, aunque también un intenso tráfico en el exterior. El local no es muy amplio pero, tras pasar un pasillo en el que hay una vieja máquina de Coca-Cola, aparece un pequeño salón de actos con sillas negras. Junto a una pared destacan también algunas moradas y rojas, como los colores de Podemos e IU, dos de los partidos integrados en Sumar. En una mesa se acumulan los regalos que se entregarán a los simpatizantes en la campaña. Hay una pegatina bromeando sobre unas elecciones en julio -“¡Y lo sabes!”-, cárteles, pósteres y folletos con la cara de Díaz -“la mejor ministra de Trabajo de la historia”- y hasta balones de playa hinchables de color rosado transparente.
¿Qué es Sumar?
Sumar es el proyecto que lleva liderando Yolanda Díaz desde hace más de un año escuchando a la ciudadanía por todo el Estado y también en Euskadi. Es un acuerdo histórico de más de 15 partidos, algunos estatales y otros de incidencia territorial.
¿En qué se diferencia este proyecto de lo que representaba Unidas Podemos o Elkarrekin en el ámbito vasco?
Tiene el valor de que la que ha sido la mejor ministra de Trabajo en la historia de la democracia lidera la candidatura, opta a ser presidenta del país y, desde luego, tiene un planteamiento ambicioso y de futuro dentro de un Gobierno progresista. Sumar trae un acuerdo y un proyecto de país trabajado en el último año que refuerza el espacio y el trabajo hecho en el Gobierno por parte de Yolanda Díaz y también por parte de Unidas Podemos. Y lo hacemos para aspirar a revalidar un Gobierno y para buscar el ensanchamiento de ese espacio al contar con nuevos aliados.
¿Cuál es su virtualidad en Euskadi? Se lo digo porque EH Bildu, por ejemplo, hizo una apelación al voto útil a la izquierda de los socialistas. ¿Qué espacio realmente aspira a encontrar en Euskadi?
La primera clave es que, guste o no guste, no son unas elecciones en las que estemos votando portavoces o intermediarios. Estamos votando a un Gobierno. Hay que elegir entre un Gobierno de progreso o entre un Gobierno de la derecha con la extrema derecha. Está muy bien que existan los intermediarios. Está muy bien que haya quien quiera ir a a Madrid a pedir. Pero la realidad es que, si no te encuentras un interlocutor enfrente que tenga interés por los temas que quieres poner encima de la mesa, tus votos valen de poco. Y todos sabemos que obviamente el Gobierno del PP y de Vox -o sólo del PP, incluso- nunca va a tener un diálogo con EH Bildu para hacer caso a lo que quieran poner en la mesa. Y veremos con el PNV. La realidad es que, gracias a la presencia que ha tenido lo que ahora es Sumar en ese Gobierno progresista, muchas de las cuestiones vascas se han podido sacar adelante. La presencia de Sumar en el Gobierno garantiza que se atienda a las necesidades de vascos y vascas. Y no sólo en temas específicos, sino también en otros que han mejorado la vida de miles de personas, como puede ser el el empleo. La temporalidad ha sido uno de los principales problemas en Euskadi y, gracias a la reforma laboral de Yolanda Díaz, se ha reducido drásticamente en todo el Estado y especialmente en Euskadi.
Parece que solamente tienen garantizado el escaño de Bizkaia.
Vemos que hay encuestas que dan diferentes mayorías. En Euskadi, la verdad, sólo conocemos una encuesta y con un [trabajo de] campo realizado en un momento muy muy primigenio de la campaña. En todo caso, lo que está claro es que tenemos que hacer un gran esfuerzo para que la ciudadanía vasca vea la necesidad de un Gobierno progresista y la necesidad de la presencia de Sumar en ese Ejecutivo. Que Yolanda Díaz esté dentro de ese Gobierno es garantía de mejora de trabajo, de subida del salario mínimo y de cualquier cuestión que haga la vida más fácil en el día a día de vascos y vascas. Creo que lo lleva demostrando muchos años, pero evidentemente tenemos que avanzar en muchas de estas medidas. Sabemos perfectamente, por ejemplo, que el poder adquisitivo de vascos y vascas se ha reducido en los últimos años. Hay también cuestiones como la portabilidad de las hipotecas de variables a fijas o el bono de 1.000 euros para -precisamente- afrontar ciertos pagos de hipotecas.
Volviendo un poco a la pregunta. ¿Qué opciones tienen en Gipuzkoa y en Álava de sacar el escaño?
Opciones reales hay. Nos presentamos en Gipuzkoa y en Álava a las elecciones y la ciudadanía vasca siempre ha mostrado una especial sensibilidad con el espacio político que representamos. Creemos que la ciudadanía vasca entiende perfectamente cuál es el papel que juega Sumar. Estamos en la campaña electoral y hay que pelearlo. Hay que tratar de difundir nuestro mensaje lo mejor posible entre vascos y vascas, por supuesto. Pero sí que es cierto que el desempeño que hemos tenido en elecciones generales históricamente ha sido muy bueno.
¿Pero dónde ha quedado esa fuerza con la que Podemos ganó dos veces las elecciones generales?
Es evidente que estamos en un ciclo político absolutamente distinto. En 2015 nadie creería que íbamos a vivir una pandemia; nadie creería que íbamos a vivir una guerra en territorio europeo; nadie creería que íbamos a vivir un confinamiento. De hecho, tampoco nadie creería probablemente que se fueran a tomar todas las medidas sociales que se han tomado para paliar estas crisis. Son medidas que nos han puesto liderando crecimiento económico en Europa. En 2015 estábamos en un ciclo claramente impugnatorio, tanto del bipartidismo como del propio Gobierno del PP. En este momento estamos en un momento en el que, terminado ese bipartidismo, es necesario garantizar la existencia de un Gobierno progresista en el juego de bloques.
¿Cómo ha llegado a ser tan relevante en el equipo de Yolanda Díaz? ¿Cuál ha sido su trayectoria en los últimos dos años?
Precisamente son casi dos años los que llevamos ya trabajando en este proyecto. De hecho, se cumple también un año del acto que se hizo en Matadero, el primero que hizo Yolanda Díaz lanzando Sumar. Mi trabajo ha sido precisamente hacer que Sumar funcione. Soy responsable de organización de la campaña para todo el territorio. Ha sido muchísimo trabajo y entiendo que ese trabajo tiene una valoración positiva por parte de Yolanda Díaz. Entiende también que soy una persona que quiere a su lado en el Congreso de los Diputados por haber trabajado en confianza con ella y también obviamente por mi trayectoria ya conocida en la política vasca. No sé si reconocida, pero desde luego conocida.
Precisamente hablando de esa trayectoria anterior en la política vasca, tanto usted como otros impulsores de Sumar en Euskadi proceden de Podemos. Hay quien podría entender que después de perder las primarias en Podemos han utilizado Sumar para volver a ocupar los puestos que tenían.
Son proyectos diferentes. Siempre hemos defendido que la política no era un sitio para quedarse a vivir. Y yo cuando entendí que no tenía el apoyo de la organización a la que a la que pertenecía, que era Podemos -y orgullosamente digo que pertenecía a ella porque creo que se hicieron muchas cosas- decidí dar un paso a un lado y dedicarme a otras cosas. No dejé la política. Porque la política, si te gusta, nunca se deja. Haces otras cosas, pero desde el ámbito más privado, en segunda o en tercera línea. Me surgió la oportunidad de volver a hacer política de primera línea en un momento en el que me encontraba individual y colectivamente preparado para volver a hacerlo y creo que no soy ni la primera ni la última persona que tiene estos ciclos. La gente se va y la gente vuelve. Hay una persona que abandonó la política prácticamente a la vez que yo y que ha vuelto a la vez que yo.
¿Es Borja Sémper?
Efectivamente. Eso también demuestra que existen una serie de ciclos. En todo caso, Sumar no tiene estructura. No ocupamos ningún puesto en Euskadi ni nada. Es decir, ahora soy un candidato por Bizkaia y Podemos lo dirige quien lo dirige. Y ahí no me meto.
Precisamente Podemos lo dirige Pilar Garrido. Su sucesora es la candidata de Sumar por Gipuzkoa. ¿Cómo es su relación?
Pues la misma que hemos tenido siempre. Es decir, cordial, positiva y de trabajo. Yo sé lo que es dirigir Podemos. La respeto mucho porque sé que dirigir una organización política es muy complicado y porque obviamente tengo un vínculo emocional con Podemos. Me alegro de que estemos otra vez en esta aventura juntos y de que podamos demostrar a la ciudadanía vasca que existe una voluntad de ampliación del espacio, de trabajar por un proyecto unitario del progresismo en Euskadi.
¿Está cómodo haciendo campaña con ella?
Sí, por supuesto. Por supuesto. Somos personas con una afinidad ideológica evidente. Pertenecemos al mismo espacio, hemos trabajado para desarrollarlo y, además, yo no pienso en mi individualidad. Pienso en el colectivo y pienso en que esto no va de mí y de cómo me sienta yo. Esto va de cómo hacemos que el mejor proyecto político para la ciudadanía vasca y de cómo hacemos que Yolanda Díaz esté en el Gobierno.
Juantxo López de Uralde fue el candidato por Álava en anteriores generales y criticó que se le había excluido de las listas en esta ocasión.
Como Juantxo conoce y todos más o menos saben, el proceso de Sumar ha sido muy complejo. Muchas organizaciones han cedido, entre ellas Alianza Verde. Eso hay que agradecerlo. Todos hemos cedido, pero precisamente lo hemos hecho para construir una alianza amplia que nos permita llegar a unas capas también amplias de la sociedad progresista. Lo que toca es agradecer a quien ha sido generoso y ha entendido cuál era el papel que correspondía a cada organización en esta coalición.
¿Puede explicar qué ocurrió con la candidatura en el Senado de Álava con Aitor Abecia?
Es muy sencillo. Desconocíamos que existía ese juicio oral. Tomamos una medida inmediata que fue retirar esa candidatura como corresponde. No entra dentro de nuestros parámetros que alguien con un juicio oral abierto por violencia machista sea candidato.
Y, habiendo quedado absuelto, ¿cambia algo el planteamiento?
No. Porque la absolución es el resultado de un proceso judicial. La condición era previa. Si existe esto, no se puede ser candidato.
¿Cuáles son las propuestas concretas de Sumar para Euskadi?
Eso es una pregunta que siempre tiene un poquito de trampa. Parece que la política general no afecta a Euskadi. Es un marco interesado. La pregunta que yo me hago es si la reforma laboral no es una propuesta para Euskadi, que tenía una temporalidad de un 90% en sus contratos. O si la subida del salario mínimo no es una propuesta para Euskadi. O si la subida de las pensiones no es una propuesta para Euskadi. Evidentemente, existen una serie de propuestas de política general que impactan directamente en la política vasca. Euskadi es paradigma de problemas de acceso a la vivienda y una de las principales de las principales medidas que proponemos tiene relación con el acceso a la vivienda. En todo caso, sí que existen otra serie de temas que tenemos que abordar. El primero es, obviamente, completar el Estatuto de Gernika y las transferencias. Estando en el Gobierno en los últimos cuatro años se ha impulsado más que otras veces. Otro es todo lo relacionado con el ferrocarril. Es importantísimo. ¿Qué pasa con el desarrollo de Cercanías, con los pasos a nivel y con el tren de alta velocidad y con el mareo que está suponiendo para la ciudadanía vasca? En este sentido, podría suceder que no fuera asequible y que no estuviera preparado para dar el servicio que tiene que dar.
¿Apoyan la alta velocidad entonces?
No va de eso. Va de que el proyecto está muy desarrollado. Va a llegar y la cuestión es que sea sostenible para la ciudadanía vasca. Estamos en un momento de crisis climática en el que el ferrocarril va a ser el principal motor del transporte en Europa. Y Euskadi no puede quedar como una isla. Por lo tanto, si van a existir estas infraestructuras de ferrocarril, superando ya debates que llevamos teniendo durante 30 años y admitiendo que obviamente ha habido muchas negligencias, necesitamos saber si va a ser servible para la ciudadanía vasca. Tiene que haber un compromiso por parte de todos los partidos políticos vascos para hablar del desarrollo del ferrocarril en Euskadi más allá del tren de alta velocidad. Tenemos que dejar de tener un país articulado por las carreteras.
¿Defiende el derecho a decidir?
Siempre hemos defendido una propuesta clara de pacto y de acuerdo con el Estado. Para las decisiones que hay que tomar en torno al Estatuto vasco hay un documento bastante desarrollado en el Parlamento Vasco, aunque la ponencia de autogobierno se quedó atascada y no ha avanzado. En Sumar estamos en los mismos términos que defendimos siempre, en el pacto de claridad. Es un proceso de acuerdo en el que se entiende que existe una multiplicidad de identidades nacionales. En Euskadi existe obviamente la identificación nacional vasca, con la cual yo me identifico abiertamente y, con la fuerza electoral y política que tienen una serie de partidos, eso nos obliga a entender España como un país plurinacional.
¿Y en qué se traduce? ¿En un referéndum?
La reforma estatutaria es una vía muy interesante en tanto en cuanto se puede convertir un documento que es actualmente administrativo en un documento que tenga mucho más de político. Existe la posibilidad de que haya una consulta previa al acuerdo estatutario y una consulta posterior. Podría pasar que en un momento dado se decidiese que se haga una consulta sobre el modelo de relación de Euskadi con el Estado. Nosotros defendemos un proceso de pacto con el Estado. Y si ese proceso de pacto con el Estado decide una consulta, pues que sea así. Pero lo primero es el proceso de pacto con el Estado. Pero, por cierto, creo que este tema no está muy en agenda actualmente en Euskadi.
¿Qué piensa de la gestión del PNV en las instituciones vascas?
Creo que el 28 de mayo ha significado mucho. El PNV ha sufrido un castigo porque probablemente esté estancado y no tenga capacidad para divisar los retos que vienen, como la crisis climática. Sabe de sobra que Elkarrekin Podemos llegó a acordar unos presupuestos con el PNV en 2020. Había un ‘plan renove’ de vehículos eléctricos para pymes. Igual en 2019 para mucha gente era sorprendente, pero hoy sería una medida de sentido común. Creo que el PNV le falta eso, ambición de futuro. Tiene que salir del anquilosamiento y entender que el mundo está cambiando. Y muy rápido. Y la sociedad vasca también cambia. Y también muy rápido. Y tiene otras preocupaciones. ¿Qué va a pasar con la industria en este país? ¿Vamos a hacer una industria verde que genere empleos? El PNV está empecinado en que la única forma de mejorar el problema energético es el hidrógeno. Y no es así. No podemos tener a un partido en el Gobierno que permanentemente pone frenos, por ejemplo, al desarrollo del coche eléctrico. Es absurdo para el sentido común.
¿Se presentará Sumar a las próximas elecciones autonómicas?
Desde luego. No sé si Sumar, que espero que sí, pero este espacio estará presente. Evidentemente, hay una voluntad clara de continuidad de lo que representa Sumar y no podemos ser ajenos a los procesos políticos que vienen a continuación. A partir del 24 de julio podremos hablar de cuáles son los siguientes pasos que hay que dar. Sumar no va a dejar a la ciudadanía vasca de lado.
¿Se ve como candidato a lehendakari?
Ahora he cogido un compromiso con la ciudadanía vizcaína para ser diputado en el Congreso. Me parecería muy aventurado pensar en eso en este momento. Hoy no es algo que esté contemplando. Luego la política cambia mucho, pero hoy no es algo en lo que esté pensando.
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