Las labores de exhumación que se están llevando a cabo en el cementerio de Orduña han permitido localizar ya 53 de restos víctimas de la prisión franquista situada en la ciudad vizcaína. Esta actuación se enmarca en el programa de 'Búsqueda de desaparecidos de la Guerra Civil' del Gobierno vasco, en convenio con la Sociedad de Ciencias Aranzadi, y con la colaboración del Ayuntamiento de Orduña.
Se trata de presos que murieron entre febrero y junio de 1941 y que provenían de lugares alejados de Euskadi. La mayoría de las personas que fallecieron estando cautivas en Orduña eran naturales de las comunidades de Extremadura, Andalucía, Castilla la Mancha y Cataluña.
La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, ha visitado este sábado el cementerio de Orduña para seguir las labores de exhumación que desde este pasado martes se están realizando. Con ella, han asistido también, José Antonio Rodríguez Ranz, viceconsejero de Derechos Humanos, Memoria y Cooperación, y Aintzane Ezenarro, directora del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos-Gogora.
Las exhumaciones de estos días dan continuidad a la labor iniciada en 2014 en este mismo cementerio, cuando se rescataron los restos de 14 víctimas con el objetivo de rescatar y tratar de identificar a los prisioneros que fallecieron en el campo de concentración y posterior prisión de esta localidad.
Artolazabal ha afirmado que hoy se inicia un nuevo proceso de identificación y entrega a los familiares. “Esperamos que, a partir de las pruebas genéticas que se les realizarán a estos 50 nuevos restos exhumados, podamos identificarlos y darles respuesta a las familias que siguen buscando a sus seres queridos y puedan cerrar el ciclo del duelo familiar”, ha manifestado.
A la visita institucional de este sábado, han acudido familiares de tres víctimas de la prisión franquista. Se trata de familiares de Bernardo Rodríguez Rincón, Domingo Galindo González y Saturnino Frutos Rubio. Todos ellos fallecieron en marzo de 1941 en la prisión Central de Orduña y provenían de la cárcel de Castuera, en Badajoz.
“Son estas familias las que nos reafirman en el deber de memoria de las instituciones democráticas. Esperemos que la labor conjunta de todas y todos, de por fin el resultado que se merecen estas familias. Pondremos todo nuestro empeño en ello”, ha afirmado la consejera.
La titular de Justicia ha solicitado a las familias de las víctimas, tanto del campo de concentración como de la prisión central de Orduña, que se pongan en contacto con el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos-Gogora, para que se pueda iniciar el proceso de toma de muestras genéticas que podría culminar en la identificación de los restos.
Si bien el tiempo transcurrido desde su muerte, dificulta este último paso, el Gobierno Vasco, a través de Gogora, mantiene abierto un programa para la identificación de víctimas del franquismo. Hasta la fecha, el Instituto de la Memoria mantiene contacto con 36 familias de víctimas de la prisión franquista de Orduña y cuenta ya con 17 muestras de ADN.
Los trabajos de exhumación que se están llevando a cabo desde el martes en el cementerio de Orduña han permitido localizar ya 53 restos víctimas de la prisión franquista situada en la ciudad vizcaína. Esta actuación se enmarca en el programa de 'Búsqueda de desaparecidos de la Guerra Civil' del Gobierno Vasco, en convenio con la Sociedad de Ciencias Aranzadi, y con la colaboración del Ayuntamiento vizcaíno.
La documentación histórica sobre estos enterramientos y los testimonios que se han podido recoger apuntan a que los restos humanos enterrados en la zona excavada estos días, pertenecen a presos que fallecieron entre febrero y junio de 1941, provenientes de la Prisión Central de Orduña.
Se conoce también que los presos de esa época, provenían de lugares alejados de Euskadi. La mayoría de las personas que fallecieron estando cautivas en Orduña eran naturales de las comunidades de Extremadura, Andalucía, Castilla- La Mancha y Cataluña.
En total, se estima que, al menos, 225 personas fallecieron en lo que primero fue un campo de concentración (1937-1939), y después una prisión (1939-1941). En 2014 se exhumaron los restos de 14 personas que murieron en la Prisión Central de Orduña, presumiblemente entre febrero y junio de 1941. Sus restos no han podido ser identificados aún, por lo que descansan en el Columbario de la Dignidad inaugurado en julio de este año en Orduña.