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Una magistrada de Vitoria veta el nombre Hazia por sus connotaciones sexuales: “Significa en el euskera usual semen”

Una magistrada de Vitoria, Cristina Rodríguez Ruiz, ha vetado el nombre Hazia para una niña recién nacida, que era la opción que querían registrar oficialmente sus padres, y ha ordenado recortarlo a Zia, un supuesto equivalente en latín. Se escuda en que en euskera puede significar también 'semen', si bien su acepción y uso principal es la de 'semilla' e incluso hay un organismo del Gobierno vasco que se llama Hazi sin ninguna connotación peyorativa. “Se va a llamar Hazia y vamos a hacer todo lo posible”, ha clamado la familia tras conocer la resolución judicial, difundida inicialmente por 'El Correo'.

La niña nació el 22 de octubre, su padre presentó la documentación en el registro 48 horas después y a los cuatro días de vida el registro avisó de que el nombre elegido “no se correspondía con ninguno de los nombres consignados en los archivos de Euskaltzaindia”, la Real Academia Vasca de la Lengua. Los padres se negaron a recoger y firmar dicha providencia, según consta en la documentación judicial.

La magistrada, que se hizo conocida en Vitoria por una resolución en la que determinó que revisar los exámenes de las oposiciones médicas de Osakidetza no aportaba nada a la causa cuando lo investigado eran precisamente los exámenes y las notas, argumenta que la ley le faculta a “imponer” un nombre “cuando los obligados a su fijación no lo señalaren”, algo que se estima que rechazaron cuando no firmaron la primera denegación. “Euskaltzaindia no reconoce Hazia como nombre propio. Únicamente certifica que la palabra es un derivado de un verbo con un determinado significado. Ni siquiera se atreve a aventurar el significado de la palabra en sí”, estima la magistrada obviando que es una derivada con artículo del sustantivo 'hazi', de uso muy extendido y con numerosas entradas en el diccionario académico. Abunda la juez que “el nombre propuesto tampoco aparece en ningún registro civil español, ni se ha articulado prueba sobre su admisión en otras lenguas diferentes del euskera”.

Así, estima que la normativa obliga a impedir nombres “que sean contrarios a la dignidad de la persona ni los que hagan confusa la identificación”. “La palabra propuesta significa en el euskera usual 'semen' y la connotación sexual es la más habitual, siendo un sustantivo que acostumbra a ir unido al verbo 'bota', de forma que 'hazia bota' viene a significar 'eyacular'”, argumenta. Sin embargo, consta un musical titulado 'Hazia' sobre el cooperativismo, hay una sala de pintura con el nombre y hasta una asociación de pensionistas con EPSV en una conocida entidad bancaria. Y en la hemeroteca del diario en euskera 'Berria' hay decenas de reportajes con la palabra en el titular.

La juez añade que la ley le obliga a poner otro nombre tras vetar el inicial y ha optado por Zia, porque “resulta fonética y semánticamente equivalente al inicialmente solicitado” pero “sin connotaciones negativas y constando registrado en otras ocasiones como nombre propio”. Añade que la norma impone a los jueces que han de elegir “un nombre de uso corriente” en estos casos pero entiende Rodríguez Ruiz que esa previsión normativa “indeterminada”, por lo que asegura que vale cualquiera “legalmente admisible”. La magistrada concluye su resolución recordando que cabe interponer recurso en el plazo de un mes ante la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública.

“En ningún momento pensamos que esto pueda ser peyorativo para la niña. El nombre de Hazia se ha elegido con muchísimo cuidado y para los padres es su semilla. A nosotros no nos importa y pensamos que nadie que se llama Zigor -”castigo“ o ”condena“ en euskera- se va flagelando por ahí”, explica la abuela. Sobre el nuevo término elegido, afirma: “Fonética y semánticamente es muy parecido, pero la niña no se llama Zia. Se va a llamar Hazia y vamos a hacer todo lo posible”. Además, muestra su incredulidad de que sea admisible una forma en latín y no en euskera si el significado es esencialmente el mismo.

Euskaltzaindia no ve “impedimentos”

En un comunicado a la luz de la “controversia” suscitada por este caso, Euskaltzaindia se ha ofrecido a preparar un informe sobre el término Hazia para “poner a disposición de la familia”. La academia, en todo caso, recuerda que ya recibió una consulta por parte de los progenitores y que les manifestó que “no veía impedimento” alguno con la palabra, ya que hay “otros nombres derivados de un sustantivo común” como Amets, Haizea, Lizar, Nahia, Zeru o Zuhaitz. Diagnostica Euskaltzaindia que “este tipo de controversias son frecuentes en los registros civiles, especialmente por cuestiones del género asociado al nombre”. Recuerdan que en 2018 ya solicitaron al Ministerio de Justicia de España que “actuara con flexibilidad en los casos de género”.

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