Maider Etxebarria, candidata del PSE-EE en Vitoria, arranca la semana final de la campaña electoral con esperanza de lograr una victoria en la capital vasca. Como en 2019, no se cree las encuestas que le sitúan en un segundo plano detrás de PNV y EH Bildu. También el PP quiere pelear por la victoria en una batalla a cuatro más reñida que nunca. Este lunes, Etxebarria ha realizado un acto con el consejero socialista de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes, Iñaki Arriola. En alguna entrevista, ha llegado a afirmar que la primera medida que adoptaría como alcaldesa sería activar planes de Vivienda porque hay “más de 9.000 personas” en las listas de espera de Etxebide, “2.600 de ellas jóvenes”.
Etxebarria ha urgido al PNV, con quien ha gobernado en coalición en Vitoria esta legislatura, a que ratifique un acuerdo para impulsar 960 viviendas de alquiler de la mano del Gobierno vasco. Y ha insistido en que ella pondría “alfombra roja” a propuestas de ese tipo porque la política de Vivienda ha de ser una “prioridad”. Ha criticado que no lo sea para el PNV, ya que “votó en contra” tanto de la ley autonómica de 2015 -fruto de un acuerdo con EH Bildu y UPyD- como de la reciente estatal -cerrada con Unidas Podemos, EH Bildu y ERC-.
“La vivienda es un derecho, no un privilegio”, ha asegurado la candidata. Entre sus propuestas, ha mencionado la de “aumentar la bonificación del 50% en la cuota del IBI para las personas que ofrezcan su vivienda libre al Gobierno vasco con el fin de incluirla en la bolsa de alquiler del programa Bizigune” o “probar” modelos de “cohousing”, es decir, apartamentos pequeños con zonas comunes. No ha mencionado su propuesta de 2019 de ayudar a la emancipación juvenil con “minipisos”.
“Quiero ser la alcaldesa de toda la ciudad. Una alcaldesa que tenga en cuenta la pluralidad de Vitoria-Gasteiz y las distintas sensibilidades políticas. Quiero que la próxima legislatura destaque por la colaboración, la cercanía y los acuerdos”, ha solemnizado también Etxebarria. Tras ser el socio minoritario del Gobierno de Gorka Urtaran ahora se postula como “cambio tranquilo”.