Tras la trifulca que protagonizaron los anticapitalistas y los antidisturbios de la Gendarmería en la tarde del sábado, Baiona se ha despertado este domingo en calma y con la Policía preparada pero no desplegada. Pero las protestas contra el G7 de la cercana Biarritz siguen en marcha y con el líder En Marche, el presidente Emmanue Macron, en el punto de mira.
En las calles de 'petit bayonne' ha tenido lugar una manifestación pacífica en contra de las políticas del presidente de la República en torno al cambio climático y la justicia social. Dos centenares de personas, convocadas por la plataforma altermundista Bizi! y entre los que se hallaban también miembros de otras organizaciones e incluso algunos chalecos amarillos, han portado retratos de su jefe de Estado boca abajo.
Más de un centenar de ellos han sido robados de los Ayuntamientos en forma de protesta, varios de ellos en municipios vascofranceses. Entre los cuadros que han desfilado se encontraban algunos reales y otros falsos. También había otros cubiertos con papeles y mensajes en francés y euskera: “Klima, justizia soziala. Non dago Macron?”. Sin que se conociera cuál era el bueno y cuál el malo, los organizadores pretendían, por un lado, secundar los sabotajes y, por otro, secundar a aquellos que desde febrero llevan a cabo estos actos para “hacer ver al mundo que Macron no les representa”.
Entre la multitud, Nahia, Anouk y Maël eran tres de las jóvenes que se han acercado a la plaza del Arsenal para manifestarse de forma pacífica. Cada una llevaba su retrato en la mano. Se quejan de la falta de libertad de expresión en Francia y no descartan salir a protestar con la boca cubierta, como símbolo de la mordaza que sienten. Maël cuenta que un amigo suyo ha sido detenido en Niza durante una marcha el pasado julio en defensa de los derechos LGTBI por “decir palabras que no debía”. Son conscientes de que, a diferencia de los manifestantes de este sábado, quienes atacaron a la policía con bengalas, piedras y botellas a la Policía, ellas se manifiestan de forma festiva y lúdica. Sin embargo, señalan que todos los problemas los genera el abundantísimo despligue policial y hablan con rotundidad de “represión”.
“En cada manifestación se repiten estos conflictos con la Policía. Ya no podemos hablar, no tenemos libertad de expresión. El presidente no lleva a cabo las cosas que dice entonces tomamos sus retratos para decir que ya no tiene lugar en Francia”, argumenta Anouk en nombre de sus compañeras.
La agenda de la contracumbre de este domingo ha variado por los sucesos del sábado. Los organizadores han suspendido tanto los actos inicialmente previstos como algunas alternativas que se habían barajado porque “no se dan las condiciones mínimas” para hacerlo con seguridad, según han indicado en una rueda de prensa celebrada en Anglet, muy cerca de Baiona y Biarritz, la conocida conurbación BAB.