Medio Ambiente concluye que el amianto estaba correctamente aislado en el vertedero de Zaldibar
Un informe señala que “no se ha identificado la deposición de ningún residuo distinto de los contemplados en la autorización ambiental integrada concedida”
El informe elaborado por un técnico de Medio Ambiente del Gobierno vasco sobre los residuos almacenados en el vertedero de Zaldibar antes del colapso que sufrió la planta a principios de febrero de 2020 y que dejó atrapados a dos operarios -uno de ellos, Joaquín Beltrán, aún no ha sido localizado- concluye que “no se ha identificado la deposición de ningún residuo distinto de los contemplados en la autorización ambiental integrada concedida” a la empresa gestora, Verter Recycling. Ello quiere decir -según este documento- que todos los restos de amianto (residuos de fibrocemento) estaban correctamente sellados y que, si se desperdigaron y pusieron en riesgo a los primeros rescatadores que acudieron al lugar, es por el efecto del desplome.
Verter Recycling tenía autorización para recibir 70 tipos de residuos y, de hecho, era uno de los vertederos de Euskadi con más trasiego de camiones. El 80% de toda la masa se componía de ocho tipos de materiales. Desde la apertura de Zaldibar, el vertedero recibió siete inspecciones, todas ellas superadas con aspectos menores que se iban subsanando. La última -de verano de 2019- fue diferente, por la larga lista de deficiencias detectadas, hasta el punto de que iba a motivarle un expediente sancionador. Fueron 18 incumplimientos los localizados, tales como problemas de gases y de sellado de las zonas ya completas. “Es cierto que, cuantitativamente, es un número elevado de desviaciones. Pero, cualitativamente, ninguna de ellas tenía la clasificación de significativa o severa”, argumentó el consejero de Medio Ambiente, el socialista Iñaki Arriola, tras la avalancha. Sin embargo, en 2012, el Gobierno ya multó con 33.000 euros a Verter Recycling por una infracción grave ya que acumulaba PCB (bifenilos policlorados) sin permiso, un material tóxico. Era un depósito temporal en contenedores, no enterrado, que se retiró y no afectó al resto de los residuos.
Zaldibar recibió la siguientes cantidades de residuos: 359 toneladas en 2017, 553 en 2018 y 510 en 2019. Respecto a los resto con código 17065 (materiales de construcción con amianto) entraron 2.987,14 kilogramos en 2017 (0,76% del total), 2.625,80 en 2018 (0,47%) y 4.235,38 en 2019 (0,83%). Este gráfico recoge los datos por tipos en 2019:
Por otro lado, el diario 'Gara' ha informado de que se han fusionado las dos causas penales que llevaban sendos juzgados de Durango. Cada uno investigaba lo ocurrido en Zaldibar desde una perspectiva diferente, uno desde el plano medioambiental y analizando un posible homicidio imprudente en relación con los trabajadores atrapados. Esa decisión se adoptó coincidiendo en fechas con las detenciones de los responsables de la empresa Verter Recycling y que ya suscitó polémica entre la Ertzaintza y los responsables judiciales.