Mikel Lezama, el joven candidato del PP vasco que discrepa de Ayuso y pactaría con EH Bildu: “Aquí estamos a otra cosa”

Belén Ferreras

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Mikel Lezama (Donostia, 1993) llegó a la política guipuzcoana de la mano de Borja Sémper, que le 'fichó' para ir en su lista al ayuntamiento donostiarra en las elecciones de 2019. Por aquel entonces recuerda que muchos le llamaban “minisémper” porque ambos compartían estilo y actitudes que en cierto modo daban un aire diferente al PP vasco, más moderno. El candidato a diputado general de Gipuzkoa también es un 'verso suelto' dentro del PP nacional, aunque él no se ve así, como lo era en aquella época el actual portavoz de campaña del PP, que llegó a presentarse a las municipales de hace cuatro años con un mensaje personalista, sin logos del PP, para desmarcarse por completo de su partido a nivel nacional y marcar identidad propia frente a un discurso que encajaba poco en la política guipuzcoana.

Lezama también se desmarca de la línea nacional y se abre con naturalidad a pactar con EH Bildu “si se deja fuera la ideología y se trata de cosas objetivas que sean buenas para la gente”. “Si es bueno para los ciudadanos, ¿por qué no se puede pactar?”, plantea.

Y lo dice sin considerarse por ello un 'verso suelto' dentro del partido, aunque su postura no encaje ni con la que defiende ahora el presidente de su formación, ni la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que visitó este pasado sábado Bilbao e insistió en demonizar los acuerdos con la coalición abertzale. “Ella está en clave electoral de Madrid. Yo estoy en una campaña electoral absolutamente diferente a la madrileña. Aquí estamos a otra cosa”, dice. Y puntualiza: “Estamos a buscar lo que es bueno para los ciudadanos. Es lo que toda la vida ha defendido el PP vasco. Hacer la política útil, e incluso cuando nos mataban. El PP nunca ha hecho ningún tipo de cordón sanitario”, dice.

Aunque defiende que el suyo es “un partido plural, con diferentes sensibilidades en los diferentes territorios y cada uno hace lo que le parece mejor para el suyo”, es consciente de que sus palabras pueden no ser bien recibidas por muchos de sus compañeros y por eso se explica. “EH Bildu es hoy por hoy la segunda fuerza más votada en Gipuzkoa, el pensamiento de EH Bildu es prácticamente mayoritario aquí, entonces, aunque en el plano ideológico nos separen océanos, si encontramos una cosa en la que coincidimos y es beneficiosa para toda la ciudadanía tenemos que hablar, debatir y pactar si se puede, que para eso estamos en política. Eso no significa que seamos amigos, pero si se coincide en algo hay que tratarlo con total normalidad”, insiste.

Y eso es lo que quiere hacer en las Juntas Generales de Gipuzkoa tras el 28M. “Vengo sin mochilas, libre, con ganas de aportar mucho a Gipuzkoa y mirar por nuestro territorio, sin dejarnos influenciar tanto por decisiones partidistas o ideológicas y, de verdad, hacer una defensa del territorio”, indica.

Lezama tenía 18 años cuando ETA cesó su actividad terrorista. Es el primer candidato del PP en Gipuzkoa que nunca ha llevado escolta. Habla euskera. Cree que el PP puede ser la “tercera vía” para los guipuzcoanos “al margen de la dicotomía que entre PNV y EH Bildu” y se muestra molesto con que estas formaciones se arroguen el privilegio de euskaldunes frente a los demás. “Estoy un poco harto, porque a euskaldun no voy a competir con ellos, pero ellos tampoco conmigo. Soy tan euskaldun como ellos, hablo también euskera. Lo aprendí antes del castellano, y lo vivo con total normalidad, porque me gusta ser vasco y ser español y ser europeo”, señala. Lezama es el 'número tres' en el organigrama del PP vasco.

Con formación en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, ha sido preparador físico, entrenador, monitor de esquí y jugador en diferentes disciplinas como fútbol o rugby. Comparte también con Borja Sémper formar parte de los miembros de la clase política vasca que han dado el salto a la prensa del corazón tras salir unos meses con una presentadora de televisión que le hizo famoso en la prensa rosa. “Si hubiera sido por nosotros ni Borja –cuando inició su relación con su actual pareja la actriz Bárbara Goenaga– ni yo habríamos salido nunca en la prensa rosa. Ha sido casualidad”, afirma. Y confiesa que es algo que le hace sentirse “muy incómodo”.

Pero eso, dice, no es más que “una anécdota”. Ahora quiere centrarse en trabajar para que “Gipuzkoa recupere el liderazgo”, porque hasta ahora las instituciones guipuzcoanas se han sometido a un PNV “que solo mira hacia Bizkaia y líderes guipuzcoanos solamente asienten”. A partir de ahí buscar el enriquecimiento del territorio con la reforma fiscal, priorizar los gastos en servicios sociales y no asfixiar a las clases medias y bajas, “que hay un 10% de guipuzcoanos que no llegan a final de mes”. Su reto no es menor: el PP apenas tiene un escaño de 51 en el Parlamento de Gipuzkoa desde hace ocho años.