Han pasado dos años desde que se concentraran por primera vez frente al Ayuntamiento de Bilbao un grupo de pensionistas para reivindicar “unas pensiones dignas” un 15 de enero del 2018. Dos años más tarde, el movimiento ha adquirido tal fuerza que han sido miles los que se han acercado la mañana de este lunes al ayuntamiento bilbaíno con el objetivo de advertir al nuevo gobierno que ya bastan “las coartadas y excusas” que argumentaron cuando se encontraba en funciones para no tomar medidas sobre las pensiones, “les toca, sin más dilación, aplicar lo que han prometido”.
Entre otras cuestiones han reclamado “unas pensiones dignas, su revalorización en función como mínimo al IPC, y la derogación de los aspectos regresivos de las reformas de las pensiones fijadas en 2011 y 2013” en un comunicado que han leído los portavoces con motivo de la celebración del segundo aniversario de las protestas y los 103 lunes seguidos de concentraciones.
Alegres por la constitución del nuevo Gobierno y el hecho de que “no gobierne la derecha con la extrema derecha”, pero “con expectativas limitadas”, han manifestado que sus movilizaciones no van a parar hasta que el Gobierno central, en navarro y el vasco escuchen y cumplan sus peticiones, ya que, según han advertido, algunos de los planteamientos realizados hasta la fecha por parte de PSOE y Unidas Podemos en torno a las pensiones, el SMI o la derogación de la reforma laboral o son “promesas o son ambiguos y les falta concreción”.
“Ya no caben coartadas ni excusas de que estando en funciones no se podían tomar medidas sobre las pensiones, las condiciones laborales y los derechos sociales. Les toca, sin más dilación, aplicar lo que han prometido y abordar de frente la respuesta al conjunto de las necesidades de los pensionistas”, han añadido durante la concentración que ha tenido lugar este lunes.
Jon Fano, uno de los portavoces del movimiento ha querido destacar que su labor no se trata de hacer no es “política contra el gobierno” sino de crear una movilización “para que asuma sus responsabilidades”. De esta manera, ha señalado que se debe comprobar “la voluntad real del Gobierno para atender las reivindicaciones sociales”, ya que tras leer el acuerdo programático de PSOE y Podemos ha confesado que tienen “bastantes dudas sobre las medidas que se plantean y las promesas que se están realizando al recogerse también como prioridad la garantía de la estabilidad financiera”.
Fano ha realizado un balance de los dos años de protestas y ha reconocido la “escasez” de lo conseguido, pero ha resaltado el “orgullo y dignidad” mostrada por los pensionistas durante los últimos meses.
UGT y CCOO, entre los detractores de la huelga
En vísperas a la huelga general convocada para el próximo 30 de enero, el Movimiento de Pensionistas ha criticado el hecho de que algunos sindicatos no se unan a la huelga, puesto que las direcciones de UGT y CCOO han decidido no adherirse. Una decisión que desde el movimiento no logran comprender.
“No entendemos cómo, cuando ellos mismos nos han dicho durante muchos meses que estaban de acuerdo con nuestras reivindicaciones, cuando llega la hora de comprometerse para presionar y movilizarse no lo hacen. No lo encontramos nada justificado”, ha denunciado Fano.
Sin embargo ha querido recalcar que “no pocos sectores” de las bases de Comisiones Obreras y UGT están “en desacuerdo con las posiciones adoptadas por sus direcciones” y dispuestos, por lo tanto, a participar en la huelga.