El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, ha vuelto a cargar con dureza contra el aborto. Incluso ha criticado el anteproyecto de ley que prepara el Gobierno central porque recoge algún tipo de excepción a la prohibición de abortar. Según el prelado, el respeto a la vida “no puede tener ningún supuesto” porque “la defensa de la vida no puede tener excepciones”. Ni siquiera en el caso de sufrir una violación. En este sentido, se ha preguntado si “¿alguno justificaría que en el caso de una violación se le condene a muerte al violador?”. Sin embargo, “se la aplicamos al que inocentemente es fruto de ella, lo cual es una contradicción”.
Munilla ha entrado de lleno en el debate (del que nunca se había ido) presentando su Carta Pastoral 'El descarte del Aborto'. Aprovechando la tramitación del anteproyecto de ley del Aborto, Munilla pretende “abordar esta cuestión en profundidad”, en un escenario en el que “no nos veamos reducidos a los tópicos de siempre que nacen de las adscripciones políticas”.
En este sentido, ha intentado justificar la prohibición del aborto destacando “la importancia de la coherencia moral”. Y como ejemplo ha apuntado que “estamos en una sociedad muy concienciada con la ecología” y así como en la capital guipuzcoana “se ha optado por rechazar las fiestas taurinas, al mismo tiempo hay un hospital en el que se sacrifican a los niños”, lo que constituye “una cierta incoherencia”. Además, ha realizado un símil con la aprobación en 1933, por parte de Hitler, de una ley de protección a los animales.
Por otro lado, ha destacado algunos de los pasajes de esta carta como la “falsedad” de la unión del aborto con la causa de la liberación de la mujer. Lemas como 'Nosotras parimos, nosotras decidimos' resultan “autodestructivos para el propio género femenino”, incluso “el feminismo radical copia el estereotipo del machismo”. Además, ha indicado que muchas mujeres abortan “por la presión del varón o de la soledad y la falta de ayuda” y “padecen graves daños psicológicos porque no terminan de perdonarse a sí mismas”.
“¿Es el aborto un derecho?”
El Obispo de San Sebastián se ha preguntado “¿puede el aborto considerarse un derecho?”, ya que “¿acaso matar puede ser un derecho?”. Así, ha asegurado que la afirmación de que no se puede obligar a una mujer a ser madre es “olvidar que ya lo es, desde el momento en qué está embarazada”, por lo que solo puede elegir “ser madre de un hijo vivo o muerto”. Por eso, apuesta por “dignificar la adopción”. “Antes de que un niño no viva” hay “quien lo ame y lo cuide”.
Munilla ha hecho suyas las palabras del Papa Francisco, en las que indica que “si la apuesta por el respeto a la vida de los concebidos no se mantiene, no quedan fundamentos sólidos para defender los derechos humanos que siempre estarán sometidos a las conveniencias circunstanciales de los poderosos”. Por ello, cree que los derechos humanos o se defienden todos porque “creemos en la dignidad del hombre o de lo contrario manipulamos al servicio de la ideología o de lo políticamente correcto en cada caso”.
Finalmente, ha esperado que este debate “nos ayude a pensar en libertad”, porque “solemos estar bajo el influjo de etiquetas”, pero ha insistido en que le gustaría ver “un debate real de tipo ético entre defensores y detractores” y así “desenmascarar esas falsas etiquetas de izquierda proabortista”.