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La música como herramienta para salir de la pobreza: crean en Bilbao una orquesta de cientos de menores sin recursos

Desde que Erik y sus padres llegaron a Bilbao tras salir de su país en Europa del Este como refugiados, el pequeño no quería salir de su habitación. Hasta que este verano sus padres le llevaron a uno de los ensayos de la orquesta 'Etorkizuna Musikatan', de la Asociación Norai, creada para que puedan aprender música aquellos menores en riesgo de exclusión social, pobreza o que no puedan permitirse pagar una escuela de música o un instrumento. Desde entonces, es otra persona. Sus padres describen lo ocurrido como “un milagro”. “Era imposible que saliera de su habitación, lo habían intentado todo y ha estado este verano viniendo a los ensayos y sus padres no se lo creían, lloraban de la emoción al ver que su hijo era feliz y estaba tranquilo. Todo gracias a la música”, explica a este periódico María Molinuevo, coordinadora del proyecto.

El proyecto, que comenzó con ocho niños, cuenta hoy con más de 250. Y las plazas siguen abiertas. “No nos negamos a que vengan más niños, es un proyecto totalmente abierto a toda la ciudadanía que lo necesite. El único requisito es ser mayor de 7 años y menor de 17”, explica Molinuevo. El problema es que con la llegada de más menores, se necesitan más instrumentos, por lo que están pidiendo donaciones para poder conseguir más y que ninguno de los niños se quede sin su instrumento musical.

No queremos que ningún niño gaste dinero en instrumentos por lo que necesitamos violines, violas, violonchelos, contrabajos, flauta traveseras y trompetas

“Nuestra intención es que ningún niño gaste dinero en un instrumento, porque entendemos que son caros. Tenemos en la asociación un banco social de instrumentos, pero la intención es que cada niño se lleve uno a casa para que puedan ensayar, por lo que necesitamos violines, violas, violonchelos, contrabajos, flauta traveseras y trompetas. Aunque si nos dan otro tipo de instrumentos se valoraría la posibilidad de enseñarlos también”, detalla Zaira Calleja, directora de comunicación de la Asociación Norai, que informa de que para ello han habilitado el correo electrónico etorkizunamusikatan@gmail.com y el número de teléfono 642039359.

María es madre de dos niñas de 10 y 14 años y un niño de 8. Sus dos hijas mayores llevan tiempo formando parte de la orquesta y este año podrá inscribir al pequeño. Según confiesa a este periódico, desde que sus hijas, sobre todo la mayor, comenzaron a tocar el violín, su vida ha mejorado considerablemente. “Ha sido una bendición. Mi hija mayor tiene una enfermedad y tenía problemas de ira. Era violenta, pero cuando toca el violín se relaja, le gusta, está muy contenta. Las palabras no me alcanzan para agradecer lo que ha hecho la música por mi familia. Tanto es así que en cuanto ha tenido la edad suficiente, he inscrito al pequeño para que también aprenda a tocar”, reconoce.

Muchos de ellos han vivido situaciones muy difíciles desde muy pequeños y esto les hace evadirse y regula su estrés, sobre todo en la adolescencia

La de María y la de Erik son dos de las cientos de historias que ven cada día en la asociación, que impulsa el proyecto 'Etorkizuna Musikatan' en el barrio de San Francisco, Zabala y Bilbao La Vieja, por un lado y en seis colegios de Ibaiondo, por otro. Todos ellos, barrios empobrecidos que luchan contra el estigma social. “Muchas veces los padres nos paran por la calle para darnos las gracias. Los niños que vienen a aprender música son totalmente iguales a los que viven en otros barrios, solo que ellos viven en este, donde es cierto que existe un riesgo de exclusión y mayores índices de pobreza. Nuestro objetivo no es convertirlos en grandes músicos, sino que se sientan acogidos, que disfruten y hagan amigos”, sostiene Calleja.

Los menores y sus familias notan enseguida los beneficios de formar parte de esta iniciativa. “Los niños se desenvuelven mejor, están contentos y eso hace que saquen mejores notas en clase, que estén más concentrados y motivados en aprender. Es una forma de que tengan pasión por algo, en este caso por la música, y esa pasión hace que su salud mental y emocional esté mejor que cuando llegaron. Muchos de ellos han vivido situaciones muy difíciles desde muy pequeños y esto les hace evadirse y regula su estrés, sobre todo en la adolescencia”, explica.

'Etorkizuna Musikatan', que cuenta con la financiación del Gobierno vasco, la Diputación de Bizkaia, el Ayuntamiento de Bilbao y entidades privadas como BBK, forma parte de la Red Música Social creada por ocho entidades del tercer sector músico social procedentes de Madrid, Barcelona, Bilbao, Vitoria y Zaragoza. Eso les ha permitido a los menores mostrar su valía como músicos en conciertos en el Auditorio Nacional de Música de Madrid, en el Palau de la Música Catalana de Barcelona y en el Palacio Euskalduna de Bilbao. Además, realizan otros 15 conciertos al año en salas más pequeñas con el objetivo de dar visibilidad al proyecto y seguir transformando la vida de estos menores.