La Educación vasca en diez claves: no dominar el euskera pese al modelo D, bajo abandono y mejores notas entre alumnas
El consejero Bildarratz realiza una detallada radiografía de la enseñanza en el Parlamento en la que se destaca también la empleabilidad y el tirón de la FP o la caída del nivel en algunas materias
Terminado el curso escolar 2022/2023, el consejero de Educación, Jokin Bildarratz, ha ofrecido en el Parlamento Vasco durante tres horas una evaluación completa del sistema educativo. No es un contexto cualquiera, ya que la Cámara debate en este tramo final de la legislatura la ley para la reforma del sistema con una mirada puesta en los modelos lingüísticos y con otra en el peso de la educación concertada (casi el 50% del alumnado estudia en centros de titularidad pública) y en la gestión de la diversidad. En cuanto a los idiomas, las primeras evaluaciones comparativas del sistema (herencia de lo que iban a ser las reválidas de la LOMCE del Gobierno de Mariano Rajoy pero ahora solamente con fines informativos) muestran que las competencias idiomáticas se mantienen estables, pero todavía con un porcentaje relevante del alumnado que no se euskalduniza, incluso tras pasar por el modelo más inmersivo, el D. En cuanto al alumnado de menor nivel socioeconómico, Bildarratz se ha mostrado convencido de que “la acción educativa del centro puede ser capaz de lograr resultados en su alumnado más allá de los esperados según su nivel” pero siguen con más riesgo de repetir, por ejemplo. La oposición ha coincidido en quejarse de que no contaban de antemano con la abundante documentación presentada, lo que ha condicionado su labor en la sesión parlamentaria.
1 - Los modelos lingüísticos
Educación entiende que el sistema de enseñanza es el más eficaz vehículo de expansión del euskera. Ha recordado el consejero que, según la VII Encuesta Sociolingüística, entre los jóvenes de 16 a 24 años hay un 74,5% de bilingües, cuando no pasaban del 25% en 1991. Otro dato es que “la mayoría del alumnado de Educación infantil (98%), Primaria (95%), Secundaria (92,8%) y Bachillerato (84%) de los centros de titularidad pública están escolarizados en el modelo D”. Por el contrario, hay 23 únicamente que ofertan la línea A (en castellano) y se reparten en 5 en Álava, 13 en Bizkaia y 5 en Gipuzkoa. En la red concertada, “se mantiene la subida” del D pero “el progreso es más lento”. Se ha afirmado que se busca preservar el derecho de las familias que solicitan A. Precisamente el futuro de los modelos es un punto clave de la reforma legal. No aparecen mencionados y ello ha dado lugar a una doble interpretación. El Gobierno sostiene que están regulados en la normativa propia del euskera y que se mantendrán, como también la libertad de elección de las familias. Pero, por otro lado, formaciones como EH Bildu defienden que el nuevo marco supera ese sistema para caminar a un modelo único adaptado a cada centro y a su entorno pero con el euskera como eje y con unos mínimos al término de la etapa obligatoria de B2 en ambas lenguas oficiales.
2 - Las competencias idiomáticas
El Gobierno entiende que “la mayoría del alumnado” es “bilingüe”. En concreto, un 60% al término de la Primaria (12 años) y un 70% al término de la Secundaria (16 años). Ser bilingüe implica tener nivel “medio” tanto en euskera como en castellano. Un 30%, además, estaría en niveles “avanzados” en “al menos” una de las dos. “Como es de esperar”, en palabras de Bildarratz, el dato es mejor si se extracta solamente al alumnado del D, con porcentajes de entre ocho y diez puntos más altos. Ésa es una cara de la moneda. La otra es que hay porcentajes de hasta el 40% en Primaria y del 30% en Secundaria que no son bilingües. Incluso un 10% de quienes tienen el euskera como lengua familiar no logra un estándar “medio o avanzado” en su idioma a los 16 años. Si se mira a estudiantes de entornos castellanoparlantes, ese dato sube al 24%. ¿Las consecuencias? No pueden “desenvolverse y comunicarse” en lengua vasca. Admite Educación que incluso el modelo D tiene “retos”. Uno de ellos es impulsar el idioma fuera del ámbito escolar. Con todo, crece la proporción de jóvenes con nivel avanzado. En cuanto al alumnado de origen extranjero, tiene un nivel más próximo a la media de los autóctonos en castellano y en inglés que en euskera.
3 - Los conocimientos por áreas
De 2018 a 2022 se ha podido comparar el nivel al finalizar la Primaria. ¿Los datos? En la asignatura de euskera hay un nivel “estable”, mejora en inglés y en el resto de materias se aprecia un descenso que se interpreta como “leve”. “La competencia que más se resiente en esta etapa es la científica”, entiende Educación. En el caso de Secundaria, y para el mismo período de comparación, mejora el euskera, se mantienen los niveles en castellano e inglés y baja ligeramente la competencia en matemáticas. En ciencias hubo un fallo en la toma de datos en esta etapa y no se puede tener una comparativa. En la próxima ocasión se medirá también la competencia de “aprender a aprender”. En todo caso, según Bildarratz, Euskadi está reduciendo el grupo de alumnado en los niveles “iniciales” de cada una de las áreas. “Esto es una buena noticia”, ha recalcado. El 80% del alumnado, en general, pasa de ese nivel más básico.
4 - El entorno familiar y el ascensor educativo
“El entorno familiar influye” en el éxito académico, corroboran los datos. Pero, según Bildarratz, en Euskadi hay ascensor social. “La acción educativa del centro puede ser capaz de lograr resultados en su alumnado más allá de los esperados”, ha afirmado en el Parlamento. “Aquí es donde tenemos que valorar el 'valor añadido' de la acción educativa del centro. Este valor muestra la diferencia entre los resultados efectivamente obtenidos y el logro esperado de un centro o un grupo determinado dadas sus características, sociales, económicas y culturales. Este valor aportado por el centro tiene que ver con variables de diverso tipo -didácticas, organizativas, de relación con las familias-, y están relacionadas, de manera más o menos directa, con el trabajo realizado por el propio centro para superar y mejorar la situación de partida de sus alumnos y alumnas”, ha apuntado también.
5 - Matrícula viva y alumnado extranjero
De 2010 a 2022 se han perdido casi 8.000 nacimientos anuales en Euskadi. En el 30% de los casos actuales, además, la madre es de nacionalidad extranjera. Ha afirmado Bildarratz que el de la diversidad es un “reto” para el sistema, como lo es también la gestión de las denominadas “matrículas vivas”, las de niños que llegan durante el curso y que “en muchas ocasiones se escolarizan en niveles muy lejanos” a los de su grupo. Desde el próximo curso se ha obligado a todos los centros que reciben fondos públicos (también a los privados concertados) a reservar un mínimo de plazas para alumnado considerado vulnerable, ya que hasta ahora había sido la red pública la que absorbía en gran medida al alumnado de menor nivel socioeconómico y las matrículas vivas. Bildarratz no se ha referido expresamente a ello, pero sí ha defendido que Euskadi cuenta con “recursos, programas y estrategias” en esta materia. “Los centros con una elevada población inmigrante podrían beneficiarse de clases de refuerzo lingüístico”, se ha indicado como ejemplo.
6 - Repetidores y estudiantes que lo dejan
Los gestores de la Educación vasca sacan pecho con los números bajos de abandono temprano y por los altos de escolarización. Están por encima de la media europea y española. Con más gente en el sistema los datos medios en las evaluación como PISA se resienten pero Euskadi defiende más su componente de “equidad”, aunque no renuncia a la “excelencia”. En cifras, en Educación Infantil hay una escolarización del 90,8% a los dos años y del 99% hasta los seis años. A los 17 años, ya fuera de la edad obligatoria, el 95,5% sigue en las aulas. El 56% de los vascos de 25 a 64 años tiene estudios terciarios. En Secundaria hay un porcentaje de repetición del 5,1% y es del 1,9% en el último curso de Primaria, con tendencia claramente descendente. Eso sí, aquí entra en juego una variable socioeconómica muy relevante: “El 67% de todo el alumnado que no se encuentra en el curso que le correspondería por edad (por haber repetido algún curso) pertenece a un centro con el ISEC bajo. Tan sólo el 4,7% de total del alumnado repetidor se encuentra en un centro con el ISEC alto”. ISEC significa Índice Socioeconómico y Cultural. El porcentaje de abandono temprano es del 4,8%, cuando llega al 13,3% en España y al 9,7% en la Unión Europea. “Podemos seguir mejorando”, ha afirmado Bildarratz.
7 - El coste de la educación
Sostiene el Gobierno vasco que en Euskadi se destina el 5,78% del PIB a Educación cuando la media de la OCDE es del 5,3%. En los centros públicos no universitarios se destinan 10.214 euros por alumno y curso y sostiene el Ejecutivo que la media española es de 6.540 euros. El número de estudiantes por cada profesor es mejor en la pública que en la privada. El 61,8% del alumnado usa el servicio de comedor y el 7,5% el de transporte. En el curso 2022/2023 se destinaron 71 millones de euros a becas. En el sistema educativo vasco hay del orden de 392.900 alumnos, más que habitantes tiene Bilbao, que es la ciudad vasca más poblada.
8 - Diferencias por sexos
Dos ideas sobre la variable de género. Una de conocimientos: “Por sexos, las chicas obtienen mejores resultados en la mayoría de las materias, destacando especialmente en euskera e inglés. Los chicos logran mejores resultados en matemáticas, aunque la última prueba realizada reduce la diferencia considerablemente”. Y otra de graduados: “Euskadi muestra una evolución positiva de la tasa en ambos sexos, con una diferencia mantenida a lo largo de los años y con una evolución muy pareja entre hombres y mujeres. Así desde el año 2015 al 2021 en el caso de los hombres, ha habido un incremento de 3,5 puntos en los que se gradúan; y en el caso de las mujeres, este incremento ha sido de 0,3 puntos”. En el más alto nivel, en la Universidad, las mujeres que cursan un máster superan en dos puntos a los varones y en los doctorados hay un porcentaje muy similar. Pero solamente son un 31% en carreras de tipo más técnico (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Y en la FP también hay una brecha: “En el País Vasco son más los chicos que las chicas quienes se gradúan. En estos últimos siete años, la diferencia es alta, pero la diferencia en la tasa de acceso es aún mayor”.
9 - La Formación Profesional como alternativa
La FP se está consolidando también como una alternativa en el sistema educativo vasco. “Al igual que viene ocurriendo en los últimos cursos, de cara al próximo curso 2023/2024 se producirá un incremento del 9,1% del alumnado. En cuanto a la formación dual, en el recién finalizado curso 2022/2023 se ha producido un fuerte incremento del 108,86%”, se ha indicado. Y ha añadido Bildarratz: “Quiero subrayar el éxito de la FP con respecto a los bajos niveles de desempleo que presenta el alumnado egresado. La última encuesta de Lanbide refleja sólo un 11% de desempleo entre este alumnado”. Hay 98 centros de FP y 2.000 profesores. Además de la brecha por sexos, el euskera no ha penetrado tanto en esta red.
10 - El sistema universitario
Ha afirmado Bildarratz que el sistema universitario vasco tiene tres patas, la pública UPV/EHU, la Universidad de Deusto y Mondragon. No ha incluido ni a la nueva privada de Vitoria Euneiz -promovida por el grupo Baskonia-Alavés de Josean Querejeta- ni a los centros de la pública estatal Euneiz. Hay 66.000 estudiantes y 9.000 docentes. Un 63% de los créditos se ofertan en euskera, un 77% en el caso de la UPV/EHU. En cifras, el 85,69% de los graduados ha podido hacer prácticas en empresas.