La nueva vida para el antiguo astillero La Naval de Sestao se retrasa hasta mediados de 2024
Han pasado ya dos años desde que la empresa belga VGP comprara La Naval de Sestao y poco queda ya del antiguo astillero. Apenas unos edificios, unas grúas y los diques no han sucumbido al derribo, protegidos por su catalogación como patrimonio industrial. Sobre estos terrenos se levantará un nuevo parque logístico que deberá tener un 51% de peso industrial. Pese que los trabajos de demolición y acondicionamiento de la parcela están prácticamente terminados habrá que esperar hasta segunda mitad del año 2024 para que comiencen las “obras de urbanización, rehabilitación de edificios existentes y de construcción de nuevas naves”. “Si todo va bien”, señalan fuentes de la empresa belga, que aseguran que “los trabajos de acondicionamiento de la parcela están prácticamente terminados”, aunque con un cierto retraso sobre lo que estaba previsto cuando arrancaron las obras en junio de 2022. Entonces se esperaba que todo estuviera terminado en la primera mitad de este año. En paralelo al fin de las obras, se están realizando “las tramitaciones urbanísticas con el Ayuntamiento de Sestao” para poder empezar la urbanización.
VGP está mientras tanto negociando con potenciales interesados en su implantación en el futuro VGP Park La Naval, que se asentará sobre un terreno de 225.791 metros cuadrados, con una superficie alquilable de 109.408 metros cuadrados, que tendrá que tener un 51% de uso industrial, tal y como marca la normativa urbanística del Ayuntamiento de Sestao. De momento, no han trascendido nombres de posibles interesados, ni tampoco, qué porcentaje de esta actividad industrial del nuevo parque tendrá relación con el pasado naval de la ubicación.
Conversaciones avanzadas
De entrada, fuentes del sector naval confirman que están avanzadas las conversaciones con dos empresas del área de reparaciones navales interesadas en instalarse en el parque. Las negociaciones podrían cristalizar en los dos primeros meses del año que viene. Los dos diques del astillero, que oficialmente pertenecen al Puerto de Bilbao que cedía el uso a La Naval en régimen de concesión, permanecen intactos tras el derribo de instalaciones ya que están protegidos por la declaración de patrimonio industrial. En uno de ellos se podría trabajar de forma inmediata, pero el segundo necesita una reforma en profundidad. Quién debe acometer la reforma y hacerse cargo de la inversión forma parte de las negociaciones, ya que VGP cede los terrenos y los pabellones en régimen de alquiler, por lo que, en teoría, deberían ser ellos los que se ocuparan de la reforma. Sin embargo, se está estudiando la posibilidad de que el coste de la nueva infraestructura se financie dentro del PERTE del sector naval, para lo que las inversiones deben partir de empresas del sector.
Si finalmente cristalizan las negociaciones con estas empresa, se abriría la puerta a que en parque se instalaran otros talleres relacionadas con el sector de reparaciones de barcos. VGP también negocia la instalaciones de otras empresas del sector del Metal.
La condición de que los terrenos del antiguo astillero de La Naval tengan una mayoría de uso industrial está en la normativa del consistorio de Sestao, pero también responde a un mandato del Parlamento Vasco, que en abril de 2021 aprobó instar al Gobierno vasco a “facilitar o favorecer, en la medida de sus posibilidades, fórmulas empresariales” en los terrenos del astillero que “maximicen la generación de empleo y valor añadido y que tenga carácter industrial”, aunque la Cámara renunció a especificar que tuvieran relación directa con el sector naval. Por ello, aunque se trata de una actividad privada, fuentes del sector naval señalan que el Gobierno vasco “es conocedor del estado de las negociaciones” para que se mantenga la actividad naval en la zona. VGP se hizo con los terrenos de La Naval de Sestao por un total de 36 millones tras resultar ganadora en la subasta que puso fin a un convulso proceso concursal que acabó con histórico astillero vasco.
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