El lehendakari, Imanol Pradales, anunció en julio y presentó en agosto una propuesta de “pacto para el ejercicio ejemplar de la política en Euskadi”. En la presentación del decálogo, en el Palacio de Miramar de Donostia, agregó: “Lo haremos llegar al Parlamento Vasco para que los partidos políticos trabajen sobre él, lo enriquezcan y ratifiquen después”. Sin embargo, casi cuatro meses después, ese documento no ha sido tramitado en la Cámara y, según fuentes parlamentarias, no será sometido a debate ni a aportaciones de la oposición después de encallar algunas conversaciones entre partidos.
El pacto ético fue el segundo gran hito presentado por Pradales tras su ronda con partidos, sindicatos y otros agentes sociales nada más llegar a Ajuria Enea. El primero fue la búsqueda de un pacto para mejorar Osakidetza. En ese caso ha habido ya cuatro reuniones presenciales, intercambio de documentos e incluso un diagnóstico compartido en el que quienes se están reuniendo con el Gobierno han podido hacer aportaciones. Pero este otro ha quedado guardado totalmente en un cajón.
Se trataba de un documento de cinco folios que enumeraba principios básicos como un “compromiso con la democracia”, una “actividad política ejemplar” o una “base ética” en el día a día. Entre las propuestas concretas, por ejemplo, se apuntaba lo siguiente: “Actuar con total honestidad en la actividad política, sin trampas, juego sucio u otras artimañas, con un reconocimiento recíproco de los discrepantes y una actitud constructiva en el disenso”.
Ya en la remisión de la documentación a la Cámara el Gobierno explicitaba que lo enviaba exclusivamente a título informativo, es decir, no como los planes que se discuten en una sesión monográfica y están sometidos a votaciones de ratificación 'a posteriori', según han indicado las fuentes consultadas.
El propio PSE-EE, socio de Gobierno del PNV, puntualizó al poco de ser presentaba que echaba de menos algunas alusiones a ETA. “Esta cuestión ética no sólo tiene que ser una interpelación a lo que puede estar ocurriendo a la situación política que se vive en Madrid, como algo ajeno a Euskadi, porque también lo tenemos aquí. También seguimos teniendo algunos 'tics' del pasado, que también tienen que tener cabida en ese código ético, porque no vale mirar a los demás y después obviar lo que está ocurriendo aquí en Euskadi”, manifestó en Radio Euskadi Eneko Andueza. Y añadió, expresamente, que echaba de menos una alusión a que “constantemente en las fiestas de los pueblos se hace apología, se homenajea y se ensalza la figura de asesinos que han causado muchísimo dolor durante muchísimo tiempo en Euskadi”.
De entrada, esa posición alejó a EH Bildu en los contactos parlamentarios informales que se produjeron y que, por parte del PNV, capitaneó el dirigente Xabier Barandiaran. El PP, de su lado, también había demandado una referencia expresa a ETA.
Fuentes del PNV recalcan que ese documento en ninguna caso pretendía suplantar a otro que, en su momento, fue bautizado como “suelo ético”. Se trata de un acuerdo alcanzado tras el final del terrorismo en 2011 por el partido que entonces gobernaba el PSE-EE, con su su socio, el PP, y con PNV, UPyD, IU y una parte de Aralar. El resto de este partido y EA, es decir, quienes acabaron integrándose en EH Bildu, no lo suscribieron. Tampoco lo hizo luego como tal la coalición cuando ingresó en 2012 en el Parlamento.
Pradales, en todo caso, ha reducido ya las menciones a este decálogo en sus intervenciones. No obstante, sí suele repetir que toca huir de populismos -en su caso matiza que de los derechas y de los de izquierdas- y que no hay que ofrecer soluciones “simples” a problemas “complejos”. Se da la circunstancia de que las ponencias políticas presentadas por el PNV en el marco de su proceso de renovación interna plantean precisamente ir a una comunicación “simple” frente a las realidades “complejas”, entre otras muchas cuestiones.