El PNV ha decidido pisar el acelerador y para finales de noviembre (el fin de semana del 22 y 24) tendrá ya designados a sus nuevos líderes territoriales. Las organizaciones de Álava (ABB), Bizkaia (BBB) y Gipuzkoa (GBB) han activado ya sus respectivos procesos internos este martes al calor del anuncio del pasado domingo del presidente del partido, Andoni Ortuzar, que puso calendario a la renovación del Euzkadi Buru Batzar para finales marzo de 2025. También lo ha hecho la organización de Navarra, que está integrada en la coalición Geroa Bai.
Cada una de las cuatro organizaciones territoriales (en Iparralde existe el IBB, también conocido como PNB) han iniciado ya sus procesos internos, según confirman fuentes del partido. En el caso de Gipuzkoa, por ejemplo, en apenas unos días, el 17 de octubre, se iniciará la primera vuelta, que durará hasta el 27 de ese mes. En ella, en cada una de las organizaciones municipales se propondrán candidatos para presidente, para las 14 plazas del GBB y para otros órganos internos. Siempre que esos nombres ganen en dos organizaciones municipales podrán pasar a una segunda vuelta de nuevo en todos los 'batzokis'. Tendrá lugar del 7 al 17 de noviembre. Finalmente, una asamblea territorial en la que los compromisarios tienen voto imperativo en función del resultado de su organización de procedencia designará al nuevo GBB. Esa cita está prevista para entre el 18 y el 24 de noviembre. Otras fuentes indican que Álava y Bizkaia (igualmente con catorce 'burukides') seguirán esquemas similares y así lo han confirmado después desde sus respectivas direcciones. Sus asambleas serán el 23 de noviembre.
Después, en enero, se iniciará un proceso similar pero para elegir al nuevo EBB. En concreto, se votan un presidente y ocho 'burukides', aunque ahora son siete porque nunca se sustituyó a Nerea Melgosa cuando fue nombrada consejera. Los otros cinco son los presidentes territoriales del ABB, BBB, GBB, NBB e IBB. Se suma a ellos de modo regular el lehendakari, ahora Imanol Pradales. En este proceso, que arranca el 20 de noviembre y se completa el 30 de marzo, son necesarios los apoyos de tres organizaciones municipales para pasar a la segunda vuelta.
Los cambios en Álava son seguros. José Antonio Suso ha dicho que se va. Y con él marchará buena parte de su ejecutiva, de un perfil político muy bajo. En Bizkaia hay un creciente sector crítico con Itxaso Atutxa, pero es la organización más poderosa con diferencia dentro del partido. La gran incógnita es la de Gipuzkoa. Joseba Egibar es presidente de la organización territorial desde la escisión de EA, en 1986, con la excepción de un pequeño paréntesis. Egibar representa a todo un sector en lo político y en la forma de gestionar el partido y nadie descarta la irrupción de candidaturas alternativas, aunque también tienen muy leales colaboradores.
En el caso de Navarra, se trata de una organización con poca afiliación y con ciertas tensiones con Socialverdes, la otra pata de Geroa Bai. El PNV tiene tres de los siete escaños de la coalición en el Parlamento foral -aunque uno de ellos es Unai Hualde y es el presidente de la Cámara-, uno de los cuatro consejeros en el Gobierno de María Chivite y, desde esta semana, uno de los dos ediles en Pamplona. Es también del PNV el alcalde de Alsasua, Javier Ollo. La dirección navarra tendrá diez miembros.
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