La única opción de que Vox llegue hasta el Parlamento vasco pasa por Álava. La estimación electoral de Endika Nuñez para eldiario.es/euskadi en el caso de Álava apunta a que la formación de ultraderecha podría colarse si consiguiese superar la barrera del 3%, consiguiendo representación en 1 de cada 3 ocasiones (37% de probabilidad). Actualmente, ese escaño se le adjudicaría al PNV, ya que lo conseguiría en 2 de cada 5 ocasiones, o lo que es lo mismo, con el 42 % de probabilidades.
Pero estas diferencias son mínimas y no dejan nada tranquilo al presidente del PNV, Andoni Ortuzar, quien en un mitin en Nanclares de la Oca se empleó a fondo para alertar de que votar a los nacionalistas es el único dique de contención a Vox. Incluso apuntó que ahora las encuestas separan ese útimo escaño de caer en las manos de Vox apenas una diferencia de 250 votos a favor del PNV. “Tenemos que sacar 1.500 votos más de los que se prevén. Hay que ampliar la brecha. Es un reto apasionante dejar a los fachas en la calle”, animó a los asistentes al acto electoral.
Por eso, el líder jeltzale no se cansó de repetir del 'peligro' que encierran las encuestas por que todas dan una mayoría holgada al PNV. Eso podría ejercer de efecto “adormidera” entre los electores, advirtó Ortuzar. Por eso recordó el episodio de las anteriores elecciones vascas, las de 2016, cuando un 'puñado' de 400 votos dejó sin el último escaño por Bizkaia al PNV y se lo quedó EH Bildu. Ese escaño impidió a la coalición PNV-PSE obtener la mayoría absoluta en el Parlamento vasco (se quedaron en 37 cuando la mayoría son 38) y sometió al Ejecutivo de Vitoria a las tensiones habituales cuando tocó sacar las principales leyes, como las de presupuestos, con el voto (o al menos la abstención) de la oposición.
Ahora, todo apunta a una mayoría confortable en el caso de que PNV y PSE-EE vuelvan a sumar sus fuerzas. “Los sondeos coinciden en el liderazgo del PNV porque tenemos la confianza de la mayoría de los vascos”, incidió el presidente peneuvista, para quien el resto de partidos solo buscan notoriedad y titulares atacándoles. “Nos ven fuertes e influyentes en Madrid y eso molesta”.
Tras la arenga para acudir a votar el domingo y no “echarse a la bartola” por la falsa sensación de que todo está conseguido, Ortuzar apeló a la estabilidad, experiencia y fiabilidad que proporciona el PNV en momentos tan complicados como el actual, que exigen dar lo mejor de cada uno para reconstruir el país. “La pandemia nos ha pasado a todos por encima. No creemos en las recetas mágicas. La situación no es fácil, pero saldremos de esta. Palabra del PNV”. Y garantizó que con el PNV al mando del próximo Gobierno vasco no habrá recortes en los servicios públicos.