El recálculo de fallecidos con COVID-19 en Euskadi aflora otros 40 decesos en enero y se elevan a 1.063 en toda la ola
Las últimas actualizaciones en las estadísticas de defunciones a causa de la COVID-19 en Euskadi han hecho que hayan aflorado otros 40 decesos en enero, cuyo cierre ya no es de 542 fallecimientos sino de 582. Estos nuevos datos no hacen sino confirmar que éste fue, con claridad, el segundo mes más luctuoso de toda la pandemia, únicamente por detrás de abril de 2020 -en pleno confinamiento- y muy por encima de dos momentos críticos como fueron marzo de 2020 -la llegada del neovirus- y noviembre de 2020 -la mayor transmisión antes de las vacunas-.
Hasta el 17 de febrero, y a falta de las oportunas revisiones, son 357 los decesos conocidos de personas con COVID-19 en el mes en curso. Esto arroja una media de 21 muertes por día, un 11% más que en enero. Es el dato que, hasta ahora, más se ha acercado a los 30 decesos diarios de media de abril de 2020. Oficialmente, eso sí, el Gobierno manifestó el 15 de febrero que ya creía haber visto indicios de que el pico de decesos se había dejado atrás, al igual que los de contagios o ingresos hospitalarios.
La ola generada por la variante ómicron del Sars-Cov-2 ha generado, con diferencia, más muertes que cualquiera de las anteriores subidas con variantes diferentes a la cepa salvaje que provino de Wuhan. La supuesta menor levedad de este subtipo y la amplia cobertura vacunal han quedado claramente sobrepasadas por una transmisión hasta diez más alta que en otras fases de la pandemia, por lo que los números absolutos se han disparado.
En datos, desde que el 14 de diciembre se confirmó públicamente la presencia de ómicron en Euskadi han fallecido 1.063 personas con COVID-19, 16,10 de media. Desde el primer positivo (28 de febrero de año bisiesto) hasta el final de la primera emergencia sanitaria (18 de mayo) fueron 1.493, a 18,43 de media. Desde que aparecieron los primeros casos de delta el 7 de mayo de 2021 (en un buque con origen indio) hasta ese 14 de diciembre los fallecidos computados son 683, una media de 3,07 por día. Y desde que apareció alfa (la variante detectada en origen en el Reino Unido) hasta la llegada de delta murieron 1.198 personas, 9,43 entre el 31 de diciembre de 2020 y el 7 de mayo de 2021. El 17 de noviembre de 2021 es el último día sin fallecimientos conocidos. Son ya casi 100, por lo tanto, las jornadas con decesos registrados de personas con COVID-19.
Con los datos de esta semana se ha superado la cifra de 6.000 muertes de personas infectadas. Son, en concreto, 6.035. Representan el 0,91% de los 660.251 positivos totales confirmados. Por en mayores de 90 años la letalidad asciende al 18,1%. Esto quiere decir que el 4,46% de todo ese grupo de edad ha muerto en la pandemia. Entre los octogenarios también es superior al 10% la mortandad. Por el contrario, solamente diez de todos los muertos tenían menos de 30 años.
Por el contrario, el informe comparativo del Ministerio de Sanidad -con datos hasta el 20 de febrero- eleva los fallecidos en Euskadi de 6.035 a 6.146. Las estadísticas de los Gobiernos central y vasco nunca han coincidido. Así, se atribuye a la comunidad autónoma una letalidad del 0,95%. La media española es del 0,90%.
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