Las obras de remodelación de la manzana administrativa del Gobierno de España en la calle de Olaguíbel del centro de Vitoria han revelado la existencia de dos chimeneas, cuatro bajantes y también cuatro tubos con amianto, un material altamente tóxico. Según confirman fuentes oficiales, operarios de una empresa especializada procedieron este lunes, bajo la supervisión de técnicos de Osalan (instituto vasco de prevención de riesgos laborales), a la retirada de esos elementos con protocolos de seguridad para su posterior tratamiento como residuos peligrosos.
En la manzana de Olaguíbel, entre otros servicios, está la subdelegación del Gobierno en Álava, la oficina de atención ciudadana de la Administración del Estado, la Agencia Tributaria -con pocas competencias porque existe una Hacienda foral- y uno de los pocos lugares por los que pasa toda la ciudadanía en algún momento, la oficina del DNI y pasaportes de la comisaría de la Policía Nacional. Además, hay toda una zona que lleva años abandonada. Era el antiguo palacio de Justicia de Vitoria, que ahora será rehabilitado y reaprovechado con las obras, y que continúa presidido por el único escudo franquista visible en una calle de Euskadi. Se estima ahora que pueda ser retirado y sustituido por otro constitucional, en aplicación de las leyes de memoria histórica, de aquí a finales de 2024, el plazo previsto para el fin de los trabajos, liderados por la contratista VIAS.
Indican fuentes de la subdedelegación del Gobierno, cuyo titular es Javier Sáez Lanas, que la cantidad de amianto detectada ha sido relativamente pequeña. Se trata de dos chimeneas de un metro de altura de la parte de los juzgados abandonados, cuatro bajantes en la propia comisaría de Policía y cuatro tuberías en los sótanos del complejo. “Llamaron a una empresa especializada, se personaron, lo recogieron y se lo llevaron para su tratamiento”, explican portavoces autorizados.