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Un tatuador se enfrenta a una petición de 21 años de cárcel por delitos de índole sexual en San Sebastián

Un tatuador que tenía su estudio de trabajo en San Sebastián se enfrenta a una petición de condena de 21 años y cuatro meses de prisión por parte de la Fiscalía de Gipuzkoa. En total, se le imputan catorce delitos de índole sexual -tres delitos de agresión sexual, siete de abusos sexuales, tres de acoso y uno de coacciones-cometidos cometidos contra doce mujeres, la mayoría de ellas clientas suyas entre febrero de 2013 y enero de 2018.

La investigación comenzó después de que una mujer denunciara a través de su perfil de Facebook que había sido acosada sexualmente por el tatuador. En la publicación, la mujer explicaba que “desde el minuto uno” en la sesión de su tatuaje, a pesar de que se tratara de “un pequeño tatuaje en el brazo”, tuvo que escuchar por parte del individuo comentarios de índole sexual y que éste le había “agarrado del culo y sujetado de la cadera desnuda”. Además, según explica la mujer en la red social el sospechoso le hizo desabrochare el botón del pantalón.

La unidad de investigación de la Guardia Municipal recabó información a través de la colaboración ciudadana y comenzaron a registrarse nuevas denuncias, por lo que el 5 de febrero del año pasado se procedió a su arresto y su ingreso en prisión provisional fue decretado por el juez.

La vista oral del caso tendrá lugar el próximo mes de septiembre en un Juzgado de lo Penal de la capital guipuzcoana, en el que también se encuentran personadas como acusación particular dos de las víctimas. La defensa, que ejerce la abogada Cristina Morcillo Buj, reclama la libre absolución de su patrocinado al entender que los hechos que se le imputan “no son ciertos, ni mucho menos adjudicables” a su representado.

Ante lo sucedido, los vecinos de la ciudad comenzaron a mostrar su rechazo a través de pintadas en la fachada del negocio, que se encuentra en la calle Iñigo, en la Parte Vieja de la capital. En las pintadas, se podía leer palabras como “acosador”, “cerdo” o “alde hemendik” (vete de aquí).