Cuando parecía que el conflicto de Tubacex llegaría a su fin tras las sentencias del TSJPV que declararon nulos los despidos de los 129 trabajadores, la “guerra” entre dirección y plantilla no ha hecho más que aumentar. Con ya más de 160 días de huelga a sus espaldas, los trabajadores denuncian un intento de “manipulación” por parte de la empresa para “dividirlos”, mientras que la dirección asegura que “un grupo de personas” han llevado a cabo un proceso sistemático para silenciar a la plantilla que quiere volver al trabajo.
Los hechos han tenido lugar este miércoles, cuando el comité de empresa se reunió para valorar la última propuesta de la compañía, que les fue trasladada por el Gobierno vasco: que los trabajadores despedidos en el ERE se incorporaran a sus puestos de trabajo, pero entraran dentro del ERTE como el resto de la plantilla. La propuesta anterior daba la opción de seguir cobrando el sueldo íntegro, pero quedándose en sus casas.
Hay dos versiones sobre qué ocurrió exactamente en esa reunión. Los trabajadores aseguran a elDiario.es/Euskadi que el comité de empresa aceptó que “una docena de ellos” entraran “de oyentes y sin interrumpir”. El problema llegó cuando uno de ellos “decepcionado con lo que allí se estaba hablando estalló de forma más explosiva”. El individuo, que según apuntan testigos de la reunión “solo tuvo un roce verbal” con el comité de empresa, se negó a abandonar la sala y por tanto, decidieron aplazar la reunión. La dirección de Tubacex, por su parte, ha lanzado un comunicado para anunciar que “un grupo de personas irrumpió, evitando de esta manera que se debatiera la continuidad de esta huelga en una votación con todos los trabajadores” algo que han descrito como “la culminación de un proceso sistemático para silenciar a la plantilla”.
“Existen discrepancias, pero tanto el comité como los trabajadores tenemos clarísimo que estamos en el mismo barco. Se interrumpió la reunión, no cumplimos con lo que prometimos para poder estar presentes en ella y por eso quisimos abandonarla, pero es cierto que un compañero no quiso marcharse. Son ya 162, es normal tener roces, la situación es crítica. No voy a decir que el trato que tuvimos fue cordial porque sería mentir, pero no es cierta la imagen que quieren vender y que algunos medios compran de que estamos divididos y es una guerra interna entre los que quieren seguir con la huelga y los que quieren trabajar”, ha explicado a elDiario.es/Euskadi uno de los trabajadores que estuvo presente durante la reunión.
Sin embargo, la dirección de Tubacex, ha insistido en que la situación es grave y ha llegado a hablar de “amenazas y agresiones”. “Pedimos igualmente el compromiso de toda la plantilla, sindicatos, instituciones y sociedad en general para que desaparezcan las amenazas, intimidaciones y agresiones a las personas para que así puedan decidir su propio futuro y derecho al trabajo con libertad”, han indicado.
“La lucha está siendo muy larga y muy dura, hay distintas posiciones, pero llamarlo división es irreal aunque la empresa quiera alimentar esa idea. Absolutamente todos los trabajadores sabemos que si hay algún adversario, es la dirección. Nuestro caballo de batalla en todo momento ha sido un plan industrial que realmente apueste por la continuidad de la empresa, no nos centramos solo en los despidos, por eso no nos conformamos con la propuesta de la dirección”, ha señalado el trabajador, que es también representante sindical.
“Un primer paso, pero insuficiente”
Por su parte, el sindicato ELA ha considerado la propuesta de Tubacex de reincorporar a los trabajadores “un primer paso para conseguir una posible solución, pero insuficiente”. “Entendemos que la resolución de este conflicto no puede ser entregar una propuesta de 15 líneas escritas, sin desarrollo de la misma y dejar en el aire muchas cuestiones y dudas jurídicas. Se debe alcanzar una solución que ponga fin al conflicto de forma clara y estable”, han apuntado en un comunicado.
La última propuesta de Tubacex hablaba de “readmitir operativamente a todos los trabajadores afectados por los ERE y que estén interesados en ello” de manera escalonada entre el 26 de julio y el 30 de noviembre. No obstante, no decía nada sobre el recurso que la empresa ha asegurado que presentará al Tribunal Supremo tras las sentencias que declaraban nulos los despidos.
“Entendemos que esta primera reunión debería servir para abrir un proceso de negociación real y serio con la dirección donde se concreten los plazos, tiempos, condiciones y modos de la readmisión operativa, su encaje en el nuevo ERTE, la vuelta a la actividad y resuelva lo que para nosotros es legal y jurídicamente incompatible, como es dar salida a los colectivos de prejubilados y salidas voluntarias si la empresa mantiene el recurso a las sentencias del TSJPV”, han indicado desde ELA.
El sindicato además anima a los trabajadores a “mantener la unidad y serenidad” ya que “el enfrentamiento y el reproche solo favorecen a la empresa”, han concluido. Finalmente, a última hora de este jueves se ha celebrado la reunión pospuesta el jueves por lo ocurrido.