El tranvía de Bilbao conectará Atxuri con Bolueta a partir del próximo viernes, día 25, después de que hayan finalizado las obras de la que ha sido la primera ampliación del trazado desde que hace diez años se alargara hasta La Casilla.
El consejero de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes, Iñaki Arriola, y el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, han hecho le primer viaje inaugural entre Bolueta con parada en Abusu (en el barrio de La Peña) y con la promesa de que después del verano se licitarán las obras para una nueva parada, también en este barrio, ubicada a la altura de la rotonda de Avenida de Miraflores con Avenida Indalecio Prieto.
El nuevo trazado, que ha aprovechado las vías del antiguo tren de EuskoTren, supone añadir 2,3 km al recurrido del tranvía y ha supuesto una inversión de 5,2 millones de euros financiados por Gobierno vasco (65%) y Ayuntamiento (35%).
El proyecto, que se ha ultimado con un cierto retraso respecto a lo previsto, ya que en principio es esperaba que estuvieran ultimadas a finales del pasado año, supone una “excelente noticia para Bilbao”, según ha destacado Aburto. “Beneficiará a unas tres mil personas residentes en el área más próxima de la nueva parada de un barrio que ha experimentado un apreciable desarrollo urbanístico en los últimos años”, ha destacado el consejero.
El trazado del tranvía pasa ahora a tener 8 kilómetros y un total de 16 paradas ubicadas entre Bolueta y La Casilla y aumenta la accesibilidad del barrio de La Peña.
De hecho, la parada de nueva construcción de Abusu, en este barrio es la gran novedad del nuevo trazado. Está ubicada a la salida del túnel de Miraflores en sentido Bolueta, junto a la Ikastola Abusu, mejora la accesibilidad y potencia la conexión entre el centro educativo y la zona de La Peña, lo que implicará un gran incremento de flujo de paso peatonal por la acera del lado del monte. Para ello se va a ampliar la sección de paso este lado de la acera, pasando de los 2 metros actuales a 3 metros, dando continuidad a la parada hasta el acceso al recinto escolar.
La solución de la nueva parada se configura mediante dos andenes laterales situados a ambos lados de las vías, conectados con un paso a nivel al que se accederá desde la acera mediante rampas. Esta disposición ha supuesto una mínima intervención sobre el trazado ferroviario previo, ya que solo ha sido necesario un desplazamiento mínimo de las vías, manteniendo la cota en altura. La parada cuenta con dos andenes de 30 metros de longitud y con un ancho variable de 3 metros a 5 metros en el lado de la ría y de 3,6 metros en el lado del monte. Cada andén cuenta con una marquesina que, además de proteger de las inclemencias meteorológicas, estará dotada de todos los elementos necesarios para el control de paso y compra de billetes (canceladoras y expendedora), armario de instalaciones, así como rótulos informativos y publicitarios.
En Bolueta ha sido necesario adecuar la estación a las características y exigencias del modo tranviario, mientras que en Atxuri la parada sigue estando en su lugar de siempre. En la playa de vías de la centenaria estación, se han mantenido los desvíos existentes que permiten el acceso a talleres y cocheras, ya que son compatibles con el servicio tranviario y permiten la maniobra de las unidades de mantenimiento de la vía. Así mismo, se ha rebajado la cota de andén y otras obras menores de adaptación.
Nueva parada
En su comparecencia ante los medios de comunicación Arriola y Aburto han anunciado, además, el acuerdo alcanzado entre ambas instituciones para dotar al tramo con una nueva parada que estará ubicada a la altura de la rotonda de Avenida de Miraflores con Avenida Indalecio Prieto. La nueva parada contará con un ascensor que conectará con la avenida de Miraflores para dar servicio a las personas residentes en la parte baja de Santutxu y con parada intermedia en el Paseo de Los Caños. Así mismo, se habilitará un camino que bordeando el Ibaizabal, irá hasta la pasarela que enlaza el Paseo de Los Caños con la calle Zamakola. Aburto ha anunciado que está previsto que se pueda proceder a la licitación del proyecto constructivo que determinará el coste y plazo exacto de la actuación antes del verano para licitarlo en otoño.