Urkullu ahuyenta el fantasma del adelanto electoral en Euskadi y promete “altísimo grado de exigencia”
El lehendakari, Iñigo Urkullu, en su primer gran acto público tras las elecciones generales, en las que el PNV volvió a sufrir un castigo en las urnas, ha ahuyentado con referencias sutiles el fantasma del adelanto electoral y ha asegurado que su Gobierno seguirá completando las leyes, proyectos e iniciativas pendientes “con un altísimo grado de exigencia”. Ya este miércoles, en la reunión semanal del Consejo de Gobierno, que sienta a consejeros de su partido y del PSE-EE, compartió un documento con puntos concretos del programa de legislatura pendientes y el consejero-portavoz, Bingen Zupiria, se expresó en el mismo sentido.
Urkullu, que ha tomado parte junto con otras autoridades en el acto de colocación de la primera piedra del nuevo edificio de la facultad de Medicina de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) en Bilbao, ha asegurado que al inicio del mandato, el tercero ya en su caso, asumió un “contrato social” con la ciudadanía. Y toca seguir “cumpliendo” con esos compromisos. “Todo el Gobierno está centrado en esa tarea”, ha recalcado un Urkullu que nunca ha concretado cuándo podrían celebrarse las elecciones autonómicas.
De hecho, ni siquiera existe un calendario definido de final de legislatura en esta ocasión. Los comicios de 2020 se celebraron en julio pero de forma excepcional. Fueron retrasados por la primera ola de la COVID-19. En realidad, fueron convocados para abril y el Parlamento se disolvió dos meses antes, en febrero de aquel año. Ya están previstas para junio unas elecciones europeas, pero Urkullu históricamente siempre ha querido desvincular el debate vasco de otros de ámbito español para que no se 'contaminen'. Urkullu, investido por vez primera en 2012 y que tampoco ha concretado nada sobre su propio futuro, ya ha superado a Juan José Ibarretxe en estancia en el cargo pero necesitaría un cuarto mandato para hacerlo también con José Antonio Ardanza y pasar a la historia como el lehendakari más longevo.
El ejemplo de Osakintza
Precisamente a dos lehendakaris históricos ha citado Urkullu en su discurso en Bilbao, a José Antonio de Aguirre y a Jesús María Leizaola, el primero electo durante la Guerra Civil y el segundo ya representante simbólico en el exilio. Prescindiendo del “adanismo”, les ha agradecido haber puesto en marcha la primera Universidad vasca y, con ella, la primera facultad de Medicina. Se llamaba Osakintza. Leizaola era el consejero de Cultura de aquel primer gabinete de Aguirre, muy limitado al surgir en plena contienda bélica y con competencias territoriales acotadas a la zona de Bizkaia y parte de Gipuzkoa. No ha citado al consejero de Salud de aquel Gobierno autonómico de la entonces conocida como Euzkadi. Se llamaba Alfredo Espinosa y no era del PNV. Era republicano. Era médico de Basurto y también impulsó Osakintza. Fue fusilado por los franquistas, el único de todo el gabinete. El hospital de Urduliz lleva su nombre.
Urkullu ha señalado que en el curso 2026/2027 Euskadi contará con una “infraestructura de vanguardia” en ciencias de la salud. Las obras requieren una inversión de 62 millones, serán acometidas por Ferrovial y EBA en UTE y el lehendakari ha destacado la colaboración entre el Gobierno vasco, el Ayuntamiento de Bilbao y la propia UPV/EHU. Este proyecto, sin embargo, acumula retrasos. De hecho, hubo que repetir la adjudicación de las obras porque la primera adjudicataria renunció por el incremento de precios de materias primas y energía.
“Hoy es un día para expresar alegría y gratitud”, ha señalado también la rectora de la UPV/EHU, Eva Ferreira. Y ha seguido: “Alegría porque con esta nueva infraestructura reforzamos la actividad docente e investigadora de nuestra facultad de Medicina y Enfermería, y gratitud porque hemos contado con el respaldo académico y financiero del Gobierno vasco”. El alcalde de Bilbao, Juan María Aburto (PNV), ha remarcado que la Universidad pública vasca es “una de las 400 mejores universidades de entre las más de 25.000 que existen en el mundo”. Ha considerado también que se cierra el círculo que intentó el lehendakari Agirre de dotar a la zona del complejo hospitalario de Basurto de un centro de formación.
Ha explicado el Gobierno vasco que el nuevo edificio, que releva a las instalaciones que desde 1972 se ubican en el campus de Leioa-Erandio (3.600 estudiantes y 1.300 profesores), “se construirá en la parcela triangular de alrededor de 5.300 metros cuadrados, limitada por la Avenida de Montevideo y la calle de Gurtubay, y tendrá una superficie útil de 32.000 metros cuadrados, distribuidos en cinco plantas y sótano”. “El complejo académico contará con 75 aulas, dos hospitales virtuales, áreas de investigación y 10.000 metros cuadrados de laboratorios -de anatomía, disección, microbiología, cirugía o genética, etc.-, además de otros equipamientos. El ala de mayor tamaño, situada en la zona sur, se destinará a espacios dedicados a la investigación y laboratorios docentes”, abundan. Ofrecerá “los grados de Medicina, Fisioterapia y Enfermería, así como los siete másteres oficiales en el área de Ciencias de la Salud”.
Ertzainas de nuevo en lucha
Coincidiendo con la visita del lehendakari, ha reaparecido el movimiento “asindical” denominado Ertzainas en lucha y que ha adquirido un perfil más bajo después de que se celebrara el Tour de Francia, la gran plataforma para sus reivindicaciones pero que transcurrió con normalidad a pesar de un incremento de bajas entre la plantilla de la Ertzaintza que ahora se investiga. Según los organizadores, alrededor de 500 agentes se han movilizado en defensa, entre otros puntos, de un nuevo convenio -el anterior caducó hace más de una década-, de “materiales apropiados” y “actuales”, de “formación continua” o de “equiparación” salarial con los cuerpos municipales de Policía. La organización Euspel, con representación entre los sindicatos de la Ertzaintza, secundaba la protesta. El resto de centrales, Erne, Esan y Sipe, siguen un calendario alternativo de protestas.
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