El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha hecho un alto en sus primeros días vacaciones para escribir en Facebook este jueves un mensaje sobre el plan de ahorro energético presentado por el Gobierno de España y que ha sido objeto de polémica en los últimos días por llegar unos días después de las medidas alternativas aprobadas por las instituciones vascas. Hablando de sí mismo en tercera persona, Urkullu asegura que “el lehendakari habría agradecido que un real decreto ley con medidas sancionadoras hubiera tenido un ejercicio de contraste” con las comunidades autónomas pero remarca que el Ejecutivo vasco actuará de modo “responsable” y que cumplirá con las directrices generales. Las críticas desde Euskadi se suman a otras lanzadas a La Moncloa desde la Comunidad de Madrid, aunque en este caso sin atisbo de posibles incumplimientos.
Fue el pasado viernes cuando el Ejecutivo, de la mano de la consejera Arantxa Tapia, presentó un documento propio con recomendaciones -la consejera expresamente rechazó a preguntas de los periodistas que hubiese controles y multas-, limitado en un primer momento a los edificios y personal de la Administración -no al conjunto de la población o a las industrias y servicios- y con vigencia a partir del 1 de septiembre. En el caso del documento estatal, su aplicación es más rápida y es de alcance general, también para particulares o empresas. La consejera Tapia ha llegado a decir que hay que tener en cuenta que la hostelería, por ejemplo, ha sufrido ya muchas restricciones por la COVID-19. Igualmente, en España se prevén multas por incumplimientos. En cuanto a los contenidos, mientras Euskadi aludía a dejar el aire acondicionado en 25 grados y la calefacción en 20, el plan del Gobierno central alude a 27 y 19, respectivamente. Sin embargo, instituciones como la Diputación de Álava, que pactaron el plan con el Ejecutivo autonómico, ya apagan sus edificios y monumentos desde que lo planteó el Estado.
Como ocurrió en variados momentos a lo largo de la pandemia, en la que Urkullu criticaba por sistema los planteamientos del Ministerio de Sanidad, el lehendakari lamenta ahora la falta de cogobernanza. Es una actuación “que ya es característica del Gobierno español”, escribe el lehendakari. “Las medidas adoptadas por el Gobierno español encuentran, sí, base competencial en la Constitución, pero más allá de esa opción [sin tilde en el original], el Gobierno español podría haber tenido más en cuenta a las comunidades autónomas y no haber ampliado sus bases hasta los extremos exigidos en estas medidas, pudiendo haber compartido con las comunidades, en coordinación [sin tilde en el original] con la Administración general del Estado, la definición de las medidas. De esta forma, podría haber hecho patente, en este caso, la tan proclamada cogobernanza sin excluir, de inicio, la intervención [in tilde en el original] normativa de las comunidades en la propuesta de medidas”, señala.
Añade: “El lehendakari habría agradecido que un real decreto ley con medidas sancionadoras hubiera tenido un ejercicio de contraste de las diversas realidades que reflejan todos los sectores afectados, así como el conocimiento de la reflexión y actuación homogénea por parte de la Unión Europea. Lo prioritario en la necesidad de actuación global para la eficiencia energética y el ahorro en el consumo, lo cual supone un cambio en los hábitos y es una tarea a medio plazo, además de medidas realistas a corto plazo, es la pedagogía y concienciación social. Euskadi lleva años apostando por una estrategia global para conseguir una mayor eficiencia y ahorro energético de sus edificios e instalaciones, más allá de estas medidas concretas que ahora se imponen”.
“En definitiva, más que de encontrar título competencial y legitimidad se trata también de dilucidar hasta dónde se extienden las bases, en una actuación que es ya característica del Gobierno español. A pesar de ello, tratándose de una cuestión sobre la que no cabe disputa ideológica sino el reconocimiento de la realidad diferenciada, así como la capacidad de actuación demostrada por las instituciones vascas y la necesaria coordinación operativa, el Gobierno vasco atiende la petición expresa de la vicepresidenta Teresa Ribera de que 'todos sumemos'. El Gobierno vasco está sumando de manera responsable”, zanja.
En los días anteriores, la propia Tapia había criticado el plan español por verlo más “efectista” que “efectivo” y había enfatizado que no se iba a hacer especial hincapié en la pata sancionadora. Ello motivó la respuesta del portavoz del PSOE, Patxi López, predecesor de Urkullu como lehendakari. Ironizó que las “ocurrencias” son mejores si surgen del Ejecutivo vasco que del central para el PNV. Los socialistas vascos forman parte del Gobierno autonómico y, de hecho, dirigen dos áreas sensibles en el actual contexto, la de Transportes y la vinculada al Comercio y al Consumo.
Euskadi, además, ha asegurado que es importante hacer compatible el plan con otras situaciones como los protocolos de ventilación necesarios para prevenir la COVID-19, con la iluminación que proporciona seguridad nocturna en las ciudades o con la realidad de hospitales, colegios, residencias y otras instalaciones públicas que no son estrictamente oficinas.