Con el PNV en riesgo real de perder las elecciones, según las encuestas, el lehendakari, Iñigo Urkullu, se ha comprometido a acompañar a su sucesor, Imanol Pradales, en los cuatro últimos grandes mítines de la campaña hacia el 21 de abril, programados en las cuatro principales ciudades vascas. Estuvo con él en Barakaldo, un acto que quedó eclipsado por la agresión al candidato, que ya se ha repuesto, y este miércoles ha estado con él en Donostia. Les queda Vitoria y Bilbao para cerrar la ronda. Urkullu, que se ha referido a EH Bildu como “Sortu” o “EHB”, ha sido muy duro contra la izquierda abertzale.
“Hablemos claro. La abstención en Gipuzkoa es regalar el voto a EH Bildu”, ha lanzado de saque. “Tengo confianza y pido confianza. Confío en un voto reflexivo y crítico. Votar es quitar fuerza a los populismos, a los extremismos y a quienes prometen lo imposible”, ha añadido. Y ha asegurado que “Sortu” y “EHB” han estado siempre contra Euskadi, “contra el Estatuto, contra el Concierto Económico, contra las instituciones”. Ha recordado que hablaban despectivamente de “Parlamento vascongado”.
La coalición abertzale representa “pancartas, huelgas y obstáculos”, a juicio de Urkullu. El lehendakari ha bordeado una imprecisión al afirmar que en la última legislatura EH Bildu “no ha aprobado ni un solo presupuesto del Gobierno vasco” mientras da el visto bueno a los de España. En puridad, llegó a un acuerdo con la formación soberanista a finales de 2021 para la tramitación de las cuentas de 2022. El matiz es que el pacto consistía en que EH Bildu se abstuviera y no votara 'sí'. Asimismo, el Ejecutivo ha pactado hasta el final leyes con EH Bildu, incluidas las recentísimas sobre cambio climático o cooperación, por ejemplo.
Tras Urkullu, ha tomado la palabra (solamente en euskera) la presidenta del Parlamento Vasco durante todo su mandato, Bakartxo Tejeria, que sí aspira a continuar cuatro años más en el cargo. “Estoy bien. Estoy fuerte. Con ilusión”, ha seguido ya Pradales, que se ha dicho repuesto del ataque en Barakaldo, que le obligó a pasar por Urgencias. Los asistentes al mitin han coreado al inicio y al final consignas de 'Ari, ari, ari, Imanol lehendakari!' animados por la 'speaker', Olatz Yarza.
El candidato, citando un encuentro con un ciudadano guipuzcoano llamado “José Mari”, ha venido a admitir implícitamente que el PNV “mira más a Bizkaia” y que parece “haber dejado de lado a Gipuzkoa”, lo que explicaría el auge de EH Bildu en este territorio. Significativamente, en su último gran acto en Donostia, ha recordado su plan “Anoeta Berri”, una inversión para reformar el entorno del estadio de la Real Sociedad y que presentó justo después de remar con la Gabarra del Athletic. También ha dado ánimos al equipo txuri-urdin, que igualmente juega la final de la Copa de la Reina próximamente y que no ha tenido ni mucho menos el eco del equipo de Bilbao masculino, cuya camiseta todavía cuelga de Sabin Etxea. Y ha recordado su pasado de bogador, incluida su pasión por la bandera de La Concha.
Sobre EH Bildu, ha manifestado que el PNV siempre ha estado del lado de los derechos humanos, “condenando sin excepciones todas las violencias”. También ha recordado que la coalición gobernó en Gipuzkoa entre 2011 y 2015 y ha citado la gran polémica de aquella época, la gestión de los residuos. Ha llegado a decir que la formación abertzale quiso “imponer” hasta “cuándo comer pescado o cuándo comer fruta”.
Andoni Ortuzar, finalmente, ha apelado a la movilización “a tope” para dar la vuelta “a la inercia de las encuestas”. “Vamos por el buen camino. En Donostia y en Gipuzkoa hay partido. ¡En Euskadi vamos a ganar este partido!”, ha clamado con un símil deportivo. “Sólo hay dos opciones. Imanol Pradales o Pello Otxandiano. Euskadi se merece que sólo uno de ellos sea su lehendakari. Que llame a las cosas por su nombre”, ha repetido en euskera y castellano el presidente del PNV, que ha cerrado el mitin. Con tono socarrón, ha querido recalcar que el “único centro” del PNV es Euskadi, ni la izquierda ni la derecha. Lo ha hecho recordando que en esta campaña Isabel Díaz Ayuso les ha acusado de lo uno y Pablo Iglesias de lo contrario.