Urkullu tiende la mano a grandes pactos con la oposición ante “tiempos de crisis y de incertidumbre”

Como es tradición, a 72 horas de la sesión de política general con la que el Parlamento Vasco abre el curso político, el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha remitido a la Cámara un resumen en euskera y castellano con las líneas generales de su intervención. Urkullu, definitivamente, se retira la mascarilla que le ha acompañado en los dos años y medio últimos y se enfunda el traje de gestor económico ante “tiempos de crisis y de incertidumbre”. A pesar de la mayoría absoluta que tienen PNV y PSE-EE , el lehendakari tenderá la mano a la oposición: “Ha habido diferencias, sin duda. Pero ello no ha impedido mantener abiertos los cauces del diálogo y la colaboración. Hemos alcanzado acuerdos y éstos han dado sus frutos. Vamos a seguir haciendo todo lo posible para propiciar, alcanzar y ensanchar esos acuerdos”.

Esos acuerdos han cristalizado en presupuestos, la reforma educativa y otras leyes sectoriales. No obstante, Urkullu parece equiparar este entendimiento a la “colaboración público-privada”, a la que define como “una seña de identidad de Euskadi”. “Es justo reconocer el trabajo que vienen desarrollando las empresas vascas, los trabajadores y l profesionales por adaptarse a la realidad global, la digitalización, la innovación, la transformación industrial y la competitividad. Y añade: ”Sin el esfuerzo común de agentes públicos y privados no será posible acometer la ingente tarea que tenemos por delante“.

“La lectura correcta del contexto y el entorno político, económico y social es imprescindible para afrontar con garantías el futuro del país. La incertidumbre domina el panorama internacional. Europa vuelve a ser el referente geopolítico ante la cronificación de la invasión de Ucrania, la crisis de suministro energético y la inestabilidad internacional que afecta a la Unión Europea y a los Estados. Europa debe seguir siendo el espacio competitivo y de equilibrio social en el que merece la pena vivir e invertir”, reflexionará Urkullu ante la Cámara, aunque matizará que no solamente hay guerra en Ucrania sino “en cuatro continentes”. Es un escenario desconocido “desde 1945”, año de finalización de la II Guerra Mundial.

Urkullu diagnostica que se han “concatenado” tres grandes crisis. Primero los coletazos de la “crisis financiera internacional desencadenada en el año 2008”, después la pandemia y ahora los vaivenes energéticos tras el inicio de la invasión de Rusia en Ucrania. En marzo el lehendakari llegó a alertar de que venía una “economía de guerra”. En todo caso, Urkullu remarcará que ello no debe orillar la apuesta por la transición energética y la lucha contra el cambio climático. Precisamente, “el conflicto de Ucrania está acelerando la necesidad de incrementar la eficiencia energética y la transición hacia las energías renovables. La eficiencia energética se ha convertido en el 'combustible oculto' del mundo”, ironiza. El lehendakari no quiere perder de vista tampoco el reto demográfico, con una sociedad envejecida en Euskadi. Ante ello, “la migración es un motor del cambio demográfico y, en Europa, el populismo intenta explotar el miedo”. Habitualmente suele excluir a Vox de sus apelaciones al acuerdo y al entendimiento. La “centralidad” es siempre para las “personas”, remarcará.

El lehendakari, a tenor de este adelanto de su parlamento, orillará cualquier reclamación soberanista. Eso sí, dedicará un apartado al “autogobierno” para reclamar al Gobierno de España que complete las transferencias pendientes desde 1979. “Seguiremos trabajando hasta ver cumplido el Estatuto de Gernika en su integridad”, promete. En todo caso, vuelve a incurrir en el error de afirmar que el vasco es “el único” Estatuto “que no se ha actualizado”, ya que ocurre lo mismo en Galicia.

En una rueda de prensa, la jefa de la oposición y portavoz de EH Bildu, Maddalen Iriarte, sí ha enfatizado la importancia de ganar en soberanía para adoptar decisiones vascas. “Más soberanía significa más derechos”, ha indicado. De hecho, ha afirmado que se solapan las crisis, como la económica, la demográfica, la energética y la alimentaria y ha destacado el papel de los servicios públicos propios para hacerlas frente. La coalición -que en 2022 pactó las cuentas con el Gobierno de Urkullu- ha apelado a un “pacto de bienestar” entre diferentes porque la sociedad vasca “necesita certezas”. “No se puede encarar la situación desde una óptica partidista. Es el momento de tejer alianzas fuertes”, entiende Iriarte. “EH Bildu es la garantía de que los pactos de Estado [de Estado vasco] sean una realidad”, ha abundado, dando a entender que el PNV se inclina por ser cercano a los “oligopolios”.