Era 1951 cuando la compañía Vitoriana de Espectáculos (conocida como Vesa), dueña de todos los teatros de la calle de San Prudencio, inauguró en aquella arteria que era una suerte de Broadway el Gran Cinema Vesa, el primer cine sonoro de la capital y que imitaba en su lujosa entrada al Bijou Dream Theater de Chicago, al Saxe Theater de Minneapolis y al Walpole Picture Theatre de Londres. Cerró en 1982 y en 1988 se vendió para reorganizarlo como centro de oficinas y locales comerciales. Se llama edificio Ópera en la actualidad. Ahora, en 2021, el Ayuntamiento de Vitoria estudia la adquisición de ese gran edificio como ampliación del Teatro Principal, pegado por su extremo izquierdo y que lleva años pendiente de una reforma integral como gran coliseo de la ciudad.
El Teatro Principal se empezó llamando Teatro Nuevo porque se creó para sustituir al viejo, que estaba en el edificio del Banco de España que ahora es el Memorial y que acabó incendiado. Promovido por el rey Alfonso XIII y el presidente Eduardo Dato, se inauguró el 18 de diciembre de 1918 a la hora 18, pero cerró en 1928.Vesa lo compró en 1931 y, si tiene su altura actual, es porque se niveló con una planta más al construirse en 1951 el Gran Cinema. Fue ese año cuando se empezó a llamar Principal. Desde 1992 es ya de titularidad municipal, aunque Vesa mantiene en la calle el actual cine Florida -un histórico local en el que se proyectó en 1896 la primera película- y el edificio del que fue el Teatro Príncipe y luego Guridi, ahora ya con otros usos pero en el que se mantienen los grandes letreros con ambas denominaciones históricas y muchos ornamentos originales en su interior.
Coincidiendo con el centenario del Principal, el Ayuntamiento inició los estudios de una posible reforma y ampliación. Se ha estudiado la adquisición de locales a la izquierda del recinto y ahora se ha puesto encima de la mesa el rescate del histórico Gran Cinema, que también tiene una entrada intacta en Fueros. No obstante, se trata de una iniciativa muy en pañales por lo costoso que podría ser reordenar la distribución de dos edificios para convertirlos en una gran escenario unido.
“Queremos tener el mejor proyecto para la ciudad y para ello es importante conocer todas las posibilidades antes de tomar una decisión que determinará las próximas décadas de nuestro teatro más querido. Hay que conocer las posibilidades de los espacios adyacentes, del edificio Ópera, y las de soleamiento previsto tanto en la situación edificatoria actual y como en la futura, antes de sacar a licitación el proyecto constructivo. Por eso hemos pedido a la empresa que ha realizado el análisis de actuaciones para adaptar el edificio a las normativas correspondientes y la mejora del teatro, que amplíe su objeto de estudio”, ha señalado el concejal César Fernández de Landa (PNV) sobre el estudio, encargado a Idom. De su lado, la titular de Cultura, Estíbaliz Canto (PSE-EE), ha añadido: “Estamos estudiando todas las posibilidades para convertir el Teatro Principal en un teatro del siglo XXI, que reúna las condiciones de accesibilidad y seguridad pertinentes y que pueda dar respuesta a las necesidades de las compañías que recalan en él cada temporada”.