El 25 de julio siempre será un día especial. Ni las postrimerías electorales han impedido que Vitoria celebre como cada Santiago desde 1945 el Día del Blusa y de la Neska. Es el preludio de las fiestas en honor a la Virgen Blanca, que comenzarán el próximo 4 de agosto. Tal y como ha recordado el Ayuntamiento de la capital alavesa, hasta ese día, la ciudad “calienta motores” y acoge actividades de todo tipo. Las barracas, por ejemplo, ya atraen a niños y no tan jóvenes en Mendizabala.
La jornada festiva se ha abierto con el tradicional mercado de ajos instalado en las calles cuesta de San Francisco, Olaguíbel y la plaza de la Memoria. La feria ha contado con la participación de cerca de 70 puestos de vendedores de diferentes puntos de Álava y otras provincias cercanas, cargados con miles de ristras de ajos que se han puesto a la venta desde primera hora de la mañana. Este año, las obras retrasadas de Portal del Rey han obligado a modificar un tanto la distribución de los vendedores.
Ya a las 11.00 horas se ha celebrado la sexta edición de la carrera de barricas de vino para cuadrillas, uno de los actos centrales de este día y que tomó el relevo de la carrera de borricos cuando se endurecieron las normativas de protección animal. Un centenar de blusas y neskas han participado en esta carrera por equipos compuestos por dos parejas que se han relevado en las labores de empujar las barricas a lo largo del recorrido. En esta ocasión ha vuelto a ganar Basatiak.
También se ha celebrado, en el campus universitario, la feria agrícola con exhibición de maquinaria y tractores antiguos, cabezas de ganado y otros animales y puesto de venta de productos como miel, rosquillas, verdura o embutidos.Por la tarde, a las 16.30 horas, ha arrancado el tradicional paseíllo, que ha partido desde la plaza de España, para recorrer las calles de Eduardo Dato y Florida hasta la plaza del Renacimiento, aunque sin corrida de toros.