Vox sostiene que Euskadi, que a nivel autonómico tiene un presupuesto de unos 12.000 millones de euros a los que se suman otros 3.000 de las diputaciones forales, competentes en servicios sociales, no tiene capacidad para acoger a ocho personas procedentes de Ceuta, la cifra que ha dado a conocer el Gobierno vasco este jueves dentro de los 200 que serán enviados a la Península para liberar recursos de acogida en la ciudad fronteriza ante las llegadas de migrantes en tránsito de esta semana. La formación de ultraderecha opina también que hay que atender primero a los jóvenes autóctonos porque “el paro ronda el 40%” y que estos migrantes “en la mayoría de los casos” se convertirán en delincuentes.
Según la única parlamentaria de Vox en el Parlamento Vasco, Amaia Martínez Grisaleña, la propuesta para acoger a ocho personas es solamente “una campaña de imagen”. “Pero detrás de ella no hay nada más que sueños de futuro inalcanzables para menores extranjeros condenados a sobrevivir en centros de acogida y, en la mayoría de los casos, a la delincuencia para sobrevivir. En el País Vasco el paro juvenil ronda el 40%, jóvenes sin alternativa laboral que mantienen sus progenitores, sus familias. El Gobierno vasco, como el Gobierno español, carece de alternativas para ellos, no ha diseñado plan eficaz alguno para que puedan observar el futuro con optimismo. Y, en lugar de preocuparse por ellos, pone el foco en menores extranjeros marroquíes a los que tampoco puede ofrecer alternativas viables de vida en el País Vasco”, ha manifestado la portavoz de la formación de ultraderecha.
No es el único pronunciamiento ideológico de Vox este jueves. Martínez Grisaleña también ha mostrado su queja por un debate en el Parlamento en el que se ha colado la situación de Gaza. “¿De verdad creen que los ciudadanos vamos a entender que en este Parlamento estemos hablando hoy de Israel y Palestina?”, se ha preguntado. Y ha añadido en referencia a la posición de PNV, PSE-EE, EH Bildu o Elkarrekin Podemos-IU: “Vienen a reivindicar el respeto de los derechos políticos en Palestina. Pero también lo hacen en Nicaragua, en Timor, en el Kurdistán, en cualquier lugar del mundo, menos aquí, en su propia casa, donde violan, día tras día, los derechos democráticos de Vox, una formación política legal, eso sí, muy distantes de sus postulados”. Denunciaba que se hayan limitado los tiempos de intervención y la capacidad de presentación de iniciativas, un 'cordón sanitario' que hasta el momento no ha sido suspendido por el Tribunal Constitucional.
elDiario.es/Euskadi
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