La consejera de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio, Begoña García Bernal, ha firmado el contrato para el inicio de las obras de transformación en regadío de 1.200 hectáreas en Monterrubio de la Serena (Badajoz) para el apoyo al cultivo del olivar, distribuidas en 717 parcelas y 311 propietarios.
Estos regadíos son de carácter público y el Gobierno regional, como promotor, se ha hecho cargo de la redacción del proyecto, de las expropiaciones y del 75 % de la ejecución de las obras, que se han adjudicado por 13,5 millones de euros a la UTE Majoin-Ortiz, con un plazo de ejecución de 18 meses.
En el acto de la firma en Mérida, la consejera ha valorado que se esté a “un solo paso de alcanzar ese sueño que devuelva la ilusión a los agricultores” de la zona y del que “se lleva hablando más de 25 años”, con un impulso definitivo en la presente legislatura.
Ha destacado la apuesta de la Junta por la modernización y ampliación con nuevos regadíos -citando a los de Tierra de Barros, Monterrubio de la Serena, Arroyo del Campo y Villanueva del Fresno- debido a su contribución a la generación de empleo, como soporte de la industria agroalimentaria y fijación de población al territorio.
Unos regadíos adaptados a la realidad de los recursos hídricos, eficientes y que contribuyan en la lucha contra el cambio climático, ha expresado la consejera.
Contra la despoblación
García Bernal se ha referido al papel de la Junta como promotora del proyecto y que se ejecute como regadío público, mirando por los intereses económicos y sociales de una comarca que sufre una cierta “regresión demográfica debido al bajo índice de rentabilidad de las explotaciones en secano y a la escasa mano de obra” que demandan las mismas.
“Donde hay problemas demográficos tiene que haber respuestas contundentes y para esta comarca la respuesta es tramitar estos regadíos como públicos”, ha insistido la consejera, antes de señalar que la apuesta de agricultura de regadío de la Junta implica “una de las medidas de desarrollo rural de más fuerte impacto territorial”.
También ha hablado, a preguntas de los periodistas, al regadío de Tierra de Barros, en el que el Ejecutivo extremeño sigue trabajando. Hace pocas semanas se ha celebrado una reunión con la empresa que está finalizando el proyecto, que incluye una instalación fotovoltaica, y que se presentará entre septiembre y octubre.
Desde la Junta no renuncian a la declaración de interés general de este regadío, que tendrá que ir en los Presupuestos Generales del Estado, que espera se aprueben porque “ahí irá esa declaración”.
Plan del aceite cara a la PAC
El tema “prioritario” que se abordará con el ministro Luis Planas cuando se pueda –ha cancelado su visita este jueves a la región por motivos personales- es el Plan Estratégico de España para la Política Agrícola Común (PAC) post 2020, dentro del cual, igual que existe para el vino o las frutas y hortalizas, se quiere plantear un plan nacional para el aceite de oliva virgen extra, vinculado al olivar tradicional, de pendiente o de montaña, ha agregado.
Para la consejera, del mismo modo que sucede con el etiquetado de la miel, “hay que hablar del etiquetado del aceite de oliva virgen extra” porque “no es lo mismo un olivar tradicional que uno en intensivo o superintensivo”, además de la necesidad de que pueda ser “autorregulable” el mercado del mismo, según recoge la agencia Efe.
11 kilómetros de canalización y desafíos para el bombeo
Por su parte, el gerente de la UTE adjudicataria, José Manuel Núñez, ha explicado que el regadío de Monterrubio de la Serena está conformado por dos balsas, una pegada al río Zújar y otra en la zona del propio municipio, con canalizaciones entre ambas balsas -separadas por unos 11 kilómetros-, las cuales “serán regadas bien con bombeo o directamente con la balsa de arriba por gravedad”.
Ha indicado que la principal complejidad en esta infraestructura hidráulica es técnica, puesto que los equipos de bombeo tienen que estar preparados para subir agua en una columna de “aproximadamente 150 metros”.
El presidente de la Comunidad de Regantes Valle del Zújar, José García, ha celebrado que, gracias al apoyo de la Junta y tras años de “presión en la calle” y “muchos momentos malos”, “por fin se puedan regar los olivos” de la zona, lo que traerá “prosperidad y trabajo” a la comarca.
En relación a la diversificación de cultivos, ha indicado que “todo lo que sea cultivo leñoso” se puede regar con esta infraestructura, de hecho “ya hay algo de almendros y pistachos”.
En el acto también ha estado presente el alcalde de Monterrubio, Jesús Martín Torres, quien ha agradecido a la Consejería su apuesta por este proyecto en una localidad de unos 2.500 habitantes, donde permitirá frenar la despoblación que sufre, y le ha dado la enhorabuena por el trabajo “tan riguroso” desarrollado desde 2015.