La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible de la Junta de Extremadura va a impulsar una estrategia sanitaria común para que los ganaderos españoles puedan llevar su ganado a todas las ferias que quieran y no tengan que elegir a cuál acudir en función de las condiciones sanitarias establecidas por cada comunidad autónoma.
En un momento como el actual, en el que la unidad de España está más cuestionada que nunca, la Junta de Extremadura, a través de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible, ha trasladado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) del Gobierno de España la necesidad de que exista una estrategia sanitaria común para evitar situaciones como las que se dan ahora, en la que un ganadero que ha expuesto un toro en “SALAMAQ” (feria de Salamanca), tiene muy difícil ―“por no decir imposible”, en palabras de representantes del sector―, exponer ese mismo animal en la Feria Internacional Ganadera de Zafra.
Las ferias han sido tradicionalmente un punto de encuentro entre profesionales del sector agroganadero y un escenario único para exponer los mejores ejemplares de cada ganadería. Sin embargo, no cabe duda de que, desde un punto de vista sanitario, la mezcla de animales de distinta procedencia entraña también grandes riesgos. Por ello, en todos los certámenes de ganado se establecen unas normas sanitarias para evitar la propagación de enfermedades, como la tuberculosis bovina.
En el caso particular de esta enfermedad, en el “PROGRAMA NACIONAL DE ERRADICACIÓN DE TUBERCULOSIS BOVINA 2023 (Infección por el complejo Mycobacterium tuberculosis)” se establece que “las pruebas de movimiento, si son necesarias, se realizan dentro de los 30 días anteriores al movimiento.” Como bien saben los ganaderos extremeños, para el diagnóstico de la tuberculosis bovina en nuestro país, la prueba de rutina es la Intradermotuberculinización (IDTB) simple; no pudiéndose repetir la prueba enmo animal hasta pasados como mínimo 42 días desde la anterior inoculación de “tuberculina” (PPD bovina). Esta limitación temporal dificulta enormemente que animales que se sometieron a la prueba pre-movimiento para asistir a la feria ganadera de Salamanca (celebrada a primeros de septiembre) puedan acudir a la Feria Internacional Ganadera de Zafra, que este año 2023 se celebra del 28 de septiembre al 3 de octubre.
Desde la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible de la Junta de Extremadura consideran que esta situación se podría evitar si existiera una estrategia sanitaria común para certámenes de ganado en toda España, puesto que el propio Programa Nacional de Erradicación contempla la posibilidad de “utilizar como prueba de movimiento el gamma-interferón EURLAB”; que no tiene esa limitación temporal para repetir la prueba en un mismo animal, como sí ocurre en el caso de la IDTB.
Por ello, ha instado al MAPA a que cuanto antes se ponga a coordinar con el resto de las comunidades autónomas una norma sanitaria única en este ámbito, para evitar que en una región se apliquen unos criterios y en la región vecina se exija a los ganaderos cumplir con otros diferentes (por ejemplo, pruebas sanitarias con resultado negativo realizadas como máximo 30 días antes como se exige en unas regiones o 45 días como se pide en otras).
Porque los ganaderos extremeños, y por supuesto los de toda España, necesitan competir en igualdad de condiciones, necesitan de la ayuda de las administraciones públicas y ahora más que nunca necesitan que les aporten soluciones eficaces a sus problemas reales. Y en este punto, desde la Junta de Extremadura consideran que no está de ningún modo justificado que, teniendo la posibilidad de asistir a todas las ferias que quieran, y además con las máximas garantías sanitarias, los ganaderos sigan padeciendo situaciones injustas, por falta de consenso, voluntad política o simple dejadez de algunos representantes públicos, teniendo que elegir a qué feria acudir o teniendo que repartir en distintos lotes sus animales de exposición, para que unos puedan ir a una feria y otros a otra, con el consiguiente perjuicio que esto tiene para la rentabilidad de esas explotaciones ganaderas.
Esta propuesta que se ha impulsado desde la nueva Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible de la Junta de Extremadura es la primera muestra de que se puede escuchar al sector ganadero y atender sus reclamaciones para ayudarles en su día a día, a la vez que se cumple en todo momento con la normativa actualmente en vigor y sin que en ningún caso se vea comprometida la sanidad animal.