Cáceres y Mérida están entre las 15 ciudades españolas que el próximo domingo, 7 de febrero, protestarán simultáneamentecontra la caza con galgos y otras razas.
Las manifestaciones están organizadas por la Plataforma NAC - No a la Caza con Galgos y Otras Razas, y en ella colaboran más de cien asociaciones nacionales, internacionales y partidos políticos, según han indicado los convocantes en un comunicado.
La caza en España supone la muerte de unos 50 millones de animales al año, según un manifiesto de este colectivo
La relación entre los cazadores y sus canes se aleja, a su juicio, de la habitual con otros seres vivos.
“Cosifica a los segundos para convertirlos en objetos de consumo, simples servilletas de papel, arrojadas a la basura tras cumplir la función para la que fueron concebidas”, subraya el manifiesto.
Denuncia que “sin control administrativo ni cuidados veterinarios, durante la temporada de caza los galgos malviven en el hacinamiento, en la malnutrición (poco más que pan y agua, para que no se habitúen al sabor de la presa) y desprovistos de cualquier muestra de afecto”.
La plataforma indica que “durante las monterías son frecuentes los agarres con los jabalíes. Unas veces con resultado de muerte; otras se saldan con graves heridas que se intentan curar a pie de monte, sin anestesia y sin las más elementales precauciones higiénicas. El dolor, el sufrimiento, no interesan”.
Se le deja o remata
“Si después del percance el perro resulta útil para la caza, regresa a su personal tortura; en caso contrario, se le deja morir o se le remata con un disparo en la cabeza”, advierte el manifiesto.
Al final de temporada, cuando el animal ya no se muestra útil para la caza, “se le elimina. Otro ocupará su lugar y correrá su misma suerte”.
“Es la época del abandono en el campo a merced de lazos y atropellos, del ahorcamiento en un temido olivo que se transforma en testigo de la tragedia, del disparo certero que deja sobre la tierra su cuerpo agonizante, de la decapitación, de los golpes hasta la muerte como divertimento de psicópatas...”, lamenta la plataforma.
Critican que en aquellas comunidades autónomas en las que se promulgaron, las normas de protección animal y las de conservación de la naturaleza se dictan subordinadas a particulares intereses económicos.
Por todo ello, exigen “pasos firmes, sólidos, visibles, encaminados a terminar con la caza como actividad legal” en España y la “prohibición prioritaria de las modalidades más agresivas, aquellas en que se usan perros para la práctica cinegética, como la caza de la liebre con galgo, como las rehalas de caza mayor, como el control de animales domésticos asilvestrados o como el perro de madriguera”.
También reclaman la aprobación de una ley estatal de protección animal que cumpla sin trabas su cometido.