En los carnavales más antiguos de Extremadura no se lucen plumas ni lentejuelas sino los zarrios que se encuentran tras rebuscar en el armario, como ocurre en el Carnaval Hurdano, o los trajes regionales que visten los carnavaleros del Peropalo de Villanueva de La Vera y los de la Pedida de la Patatera de Malpartida de Cáceres o los de corte militar del Carnaval de Ánimas de Villar del Pedroso. Carnavales sin oropel para los amantes de las tradiciones, el costumbrismo e incluso la mística.
Hurdes, el carnaval más alocado
-Carnaval Hurdano. Se celebra el sábado 13 de febrero (era el 6 pero se ha cambiado por previsión de lluvias) en la alquería de Horcajo desde las diez y media de la mañana hasta que el cuerpo aguante porque fiesta hay toda la jornada. Es un carnaval tan auténtico como alocado en el que la diversión está asegurada con mirar cómo se atavían los hurdanos para travestirse en obispos, diablillos, el macho lanudo o la mona. Este carnaval tiene hasta gastronomía propia, como la borrajá de patatas y el tocino de la barriga que se servirán a las 20.30 horas. Por la mañana, de 10.30 a 11.00 se hará lo propio con migas, dulces y aguardientes y a las 15.00 quienes estén disfrazados pueden participar de una comida.
Peropalo, la fiesta de las caras tiznadas
-Peropalo. Comienza el 31 de enero y continúa del 6 al 9 de febrero pero el Martes de Carnaval es cuando en Villanueva de La Vera se ajusticia al Peropalo, un muñeco gigante que representa a un huido de la justicia o un guerrillero de la Reconquista, leyendas que circulan en torno al personaje. Ese pelele relleno de paja se cuelga el domingo por la mañana en una escalera que la víspera se coloca frente al Ayuntamiento y es la imagen típica de una fiesta que continúa el martes por la mañana con un émulo de Peropalo en carne y hueso, paseado por Villanueva sobre un burro entre una multitud de carnavaleros. Las caras tiznadas de los villanovenses y forasteros es una seña de identidad de esta fiesta de carnaval y con ello se pretende que nadie se sienta fuera de la celebración, de manera que los visitantes deben ir preparados para que cualquiera le tizne la cara.
En Villar del Pedroso se baila ‘serengue’
-El Carnaval de Ánimas. Es largo, mucho más que los demás carnavales, y se extiende durante ocho días a partir del domingo de Cuaresma. El martes de Carnaval es, sin embargo, el día principal de esta compleja celebración que tiene lugar en Villar del Pedroso, en la que se mezclan lo religioso y lo militar. La tropa carnavalera, de hecho, está formada por soldadesca masculina y femenina, abanderados, escopeteros, tamborileros… El Martes de Carnestolendas la celebración empieza de madrugada con la confección del Ramo de las Ánimas sobre unas andas en las que se colocan roscas de anís; le siguen procesión, misa, visita al cementerio y ‘serengue’, el baile en el que acaba mezclándose todo el pueblo. Su origen está en la Edad Media, cuando un general de Villar del Pedroso prometió a las ánimas benditas que si ganaba una batalla les ofrecería una función cada año.
Sabor a patatera en Malpartida de Cáceres
-La Pedida de la Patatera. Se celebra el Martes de Carnaval en Malpartida de Cáceres, donde se repartirán más de mil raciones de este embutido, un gesto de promoción gastronómica y también de recuerdo de la costumbre que a finales del siglo XIX durante la Cuaresma llevaba a los jóvenes del pueblo a ir pidiendo viandas por las casas. Muchos vecinos les daban patatera, un bocado tan popular como rico. La Pedida de la Patatera viste a los vecinos de Malpartida con los blusones y faldas típicas regionales pero la licencia que permite el carnaval hace que se mezclen con otros vestidos de rocieros. El ambiente comienza a mediodía con un pasacalles de gente que carga cesta, alforjas y carros de agua.