Por una cooperación extremeña para un mundo más justo

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La Ley de Cooperación y Solidaridad Internacional de Extremadura inicia su trámite parlamentario este jueves, 9 de febrero, coincidiendo con la aprobación de la Ley de Cooperación Estatal.

20 años han pasado para que esta normativa insignia de la solidaridad de las y los extremeños sea actualizada. Mientras tanto, la pandemia de la COVID-19, la crisis de los cuidados, el cambio climático, los desastres naturales como el reciente terremoto en Turquía y Siria o los conflictos armados como la guerra de Ucrania y, el fantasma de una crisis alimentaria y económica global, han demostrado claramente, que los problemas actuales están muy ligados entre sí, como también sus soluciones: la cooperación y la solidaridad.

Desde 2018, las organizaciones de sociedad civil extremeñas hemos venido trabajando de manera conjunta para que esta política pública sea revitalizada, no sólo en su discurso sino, también, en sus objetivos e intenciones. En el verano de 2021 presentamos nuestras aportaciones fruto del debate con todos los actores de la sociedad civil y que, finalmente, en enero de 2023 ha sido registrada en la Asamblea. Celebramos la inclusión de nuestras propuestas que surgen del trabajo que realizan las y los extremeños en muchos rincones del mundo y de Extremadura. Ahora es el momento para que los representantes políticos en la Asamblea Legislativa se comprometan por una cooperación extremeña por un mundo más justo y sostenible.

Es hora de establecer un nuevo contrato social centrado en las personas, con un instrumento normativo que dé respuestas a las circunstancias actuales, que permita un cambio de modelo que revierta desigualdades, distribuya el bienestar y haga de este mundo un lugar mejor. Nos sobran evidencias para saber que, durante la próxima década, nos tocará dar respuesta a grandes retos sociales de enorme complejidad y urgencia. 

Frente al olvido, la indiferencia y la falta de empatía, necesitamos también políticas y políticos a la altura, que asuman como responsabilidad propia los asuntos globales. Y es en este contexto que el nuevo marco normativo de cooperación y solidaridad internacional en Extremadura adquiere relevancia.

No basta con hacer algunos ajustes, ponerle voluntad y adaptar el discurso; necesitamos una apuesta por un modelo de cooperación transformador, dotado de recursos, instituciones e instrumentos que velen por la garantía de los derechos de todas y todos. Es el momento de trabajar codo con codo y con determinación. La sociedad civil extremeña ha hablado: es hora de cooperar. Cooperar es crucial porque evita conflictos, soluciona problemas globales, genera prosperidad, garantiza derechos y ofrece justicia a todas las personas que habitamos este mundo.

Desde la sociedad civil seguiremos recordando que hay responsabilidades políticas que deben ser asumidas con rigor y responsabilidad. Que otros mundos son posibles, que trabajar por la justicia, la dignidad humana y la igualdad de oportunidades no es de personas ingenuas sino de personas realistas y valientes.

En el mundo que vivimos y que nos espera, la cooperación es una obligación. Se lo debemos a la ciudadanía extremeña y nos lo debemos a nosotras mismas: por esto y más la Ley de Cooperación y Solidaridad Internacional debe ser aprobada en esta legislatura con el mayor consenso posible de todos los grupos políticos que nos representan en la Asamblea de Extremadura.