Las espadas siguen en alto en Acorex. Ni la asamblea extraordinaria del pasado mes de enero, ni la elección de un nuevo consejo rector, ni el nombramiento de un nuevo director general aclaran el panorama. Más bien parece que todo lo contrario.
El pasado 10 de febrero presentó su dimisión del consejo rector el presidente de la cooperativa La Encina Antonio Huertas. La dimisión llegó a la sede central de Acorex en Mérida, vía burofax, aduciendo motivos de salud. Ese escrito se produjo al día siguiente de que Huertas mantuviera una larga reunión de diez horas en la sede de Acorex. Tensiones y una lumbalgia tienen dolorido a Huertas, también le duele la situación de Acorex y no descarta retornar a tomar posesión de su puesto de consejero número 1 de Acorex. Huertas ocupa el puesto de consejero como vocal número 1, aunque todas las fuentes apuntan a que el consejero que acumula más poder es el vocal número 4, el ex presidente de Acorex José María Monteagudo.
Al día siguiente del adiós de Huertas, otro consejero siguió sus pasos. Se trata de Javier Calzas, presidente de la sociedad cooperativa de Vivares. En este caso, Calzas se personó en las oficinas de Acorex visitó al gerente y le hizo entrega de una carta de dimisión.
Un consejo sin el 30%
Con estas dos dimisiones, el consejo rector constituido hace apenas tres semanas ya ha perdido un 30% de sus miembros. A estas dos dimisiones hay que añadir la de los consejeros de Santa Amalia y Granja que se marcharon antes de tomar posesión. Incluso ha habido otra dimisión y marcha atrás, ya que otro consejero, de Coria en concreto, también dimitió aunque al día siguiente cambió de opinión. Por tanto de un consejo rector formado por 13 miembros hace tres semanas, faltan ya un 30% de sus miembros.
Los motivos de estas dimisiones obedecen básicamente a la lucha de poder, injerencias políticas y tensiones internas que siguen asolando a la mayor cooperativa regional. Ah… y a los serios problemas económicos, arrastrados de antes y acrecentados ahora.
La elección del nuevo presidente Manuel Ortega, presidente de la cooperativa de Obando, por sorpresa y por expreso deseo de la Junta, a través del director general de Cooperativas Andrés Montero, no calmó los ánimos de los enfrentamientos internos.
La fallida fusión de Acorex con la cooperativa andaluza Dcoop sigue apareciendo como un punto oscuro que muchos ( entre otros PP, PSOE e IU ) han querido ocultar bajo la bandera del extremeñismo, olvidando los 16 millones de euros de fondos públicos que Sofiex tiene prestados a esa empresa.
De manera sorprendente, el mismo consejo rector que acordó por unanimidad iniciar la fusión con Dcoop el año pasado, acepta cesar al anterior equipo de dirección para oponerse a esa fusión que ellos mismos habían promovido. Dos largas reuniones, vespertinas, en la consejería de Economía, con sendos responsables del Gobierno regional, planificaron la estrategia para que el consejo rector de Acorex donde digo dije, dijese diego y cesara a la anterior dirección.
Una paga muy atrasada
Pero estos cambios en estrategia y en la cúpula dirigente de Acorex, siempre bajo supervisión de la Junta e IU, no arrojan los resultados esperados. Siguen los conflictos internos y siguen los problemas económicos.
La plantilla aún tiene pendiente de cobro la paga extra de verano de 2012 así como una congelación salarial del 7% que se negoció como préstamo para paliar el déficit de la cooperativa.