UGT Extremadura está en contra de la introducción en Europa –empezaría por el Reino Unido— de las cajetillas de tabaco sin marca, o tabaco genérico, porque devaluaría el producto de tal manera que las tabaqueras comprarían la materia prima más barata fuera del continente y ello hundiría la producción extremeña de la que viven 20.000 familias.
Francisco Capilla, secretario regional del sindicato, ha pedido al Gobierno regional y al nacional que se opongan a medidas de ese tipo como la anunciada por el primer ministro británico, David Cameron, para que desaparezcan las marcas de tabaco como tales, y las cajetillas se vendan con un envase prácticamente similar para restarles atractivo; una medida que ya se han ensayado en Australia, y de la que también se habla en Irlanda, y que una vez introducida en un país europeo podría extenderse a toda la Unión.
La Directiva europea del tabaco está recién aprobada y necesita un recorrido mínimo de 10 años para que puedan verse sus efectos. En ella se encontró el equilibrio entre los que están preocupados por la salud de los ciudadanos europeos, y los que se muestran preocupados por el empleo y la economía en el medio rural
Romper unilateralmente la unidad europea en torno a este asunto, para implantar las cajetillas de tabaco genéricas sería según Capilla una medida “demagógica” que hace un flaco favor a la salud de los europeos, al empleo y a la sostenibilidad económica de amplias comarcas del medio rural, como las extremeñas del Valle del Tiétar, La Vera y Valle del Alagón.
El tabaco sin marca abarataría según UGT su precio, lo que facilitará el acceso de los jóvenes a su consumo; la industria tabaquera se trasladaría y buscaría el tabaco más barato, con el precio como único elemento de competencia entre los productores y la industria; el tabaco más competitivo sería el producido en aquellos países en los que no existen garantías sanitarias y las relaciones laborales están presididas por estados próximos a la esclavitud, sin libertad ni derechos sociales y sindicales.
España, aun en plena crisis económica, perdería 10.000 millones de € anuales, entre impuestos especiales y ordinarios, con lo que el gobierno tendría que introducir nuevos recortes sociales para cubrir este agujero; los empleos en peligro pueden alcanzar en España el número de 55.000, ya que la medida afectaría a toda la cadena de valor de la industria tabaquera.
En Extremadura son 20.000 las familias que viven del tabaco y tres las comarcas del norte de la región que se verían afectadas, (Valle del Tiétar, La Vera y Valle del Alagón) de introducirse en España las medidas anunciadas por el gobierno de Cameron.