Según ha señalado el sindicato, que el presupuesto asignado a FCC fuese “reducido” conlleva un plan de “reajustes”, con “disminución del personal” y, por tanto, aumento de la carga de trabajo, y como “consecuencia malestar entre los vecinos de la localidad por la escasa limpieza”.
Todo ello está ocasionando “peleas verbales, agresiones...” por muchos puntos de Mérida y “un mal ambiente” en la ciudad, ha advertido FSP-UGT.
Estos recortes, ha añadido, también se traducen en la “penosa situación económica y laboral” de los trabajadores de esta empresa, con “salarios congelados desde hace casi 5 años, estrés laboral y nulo reconocimiento de su labor”.
Por ello, el sindicato ha puesto en valor la importancia sociosanitaria de este trabajo y su “enorme repercusión” para la ciudad que, ha recordado, es Patrimonio de la Humanidad y capital de Extremadura, lo cual requiere de “una atención especial”.
Así, ha solicitado tanto a la empresa como al ayuntamiento que se refuerce este servicio y se dignifique el trabajo de estos empleados, con el fin de “revertir” la actual situación.